Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona se saltó un concurso público para remodelar las paradas de los pajareros de la Rambla

Los paradistas denuncian que el consistorio les dijo la empresa que tenía que hacer las obras

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Una de las antiguas paradas de los ocellaires, reconvertida en tienda de souvenirs , a la Rambla de Barcelona

BarcelonaEste jueves técnicos del Ayuntamiento de Barcelona han pedido las claves de las paradas que los antiguos pajareros tienen en la Rambla de Barcelona. El consistorio quiere echar a estos comerciantes que durante los últimos años han ido cambiando su actividad hasta convertirse en vendedores de helados, turrones o souvenirs, sin rastro ya de los animales exóticos que llegaron a vender durante todo el siglo XX. Los paradistas se han negado porque el procedimiento judicial está abierto, aunque el desahucio parece inminente y puede llegar en las próximas semanas. Éste es el último capítulo de un largo serial que viene de lejos y que, incluso, ha llegado al Parlamento y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En 2008 el Ayuntamiento salió adelante la ordenanza para regular los mercados municipales, y en 2009 se reguló la adaptación a la normativa de los antiguos pajareros. En noviembre de ese año el distrito de Ciutat Vella, el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB) y los comerciantes firmaron un convenio para hacer la transformación de las paradas y adaptarlas a los nuevos tiempos. El concurso para el diseño de los nuevos puestos se adjudicó a la empresa XIArquitectura. La entonces concejala Itziar González sacó adelante el proyecto para buscar una solución que contentara a todas las partes. Pero tras la dimisión de González en 2010, el proceso se acabó y desde el IMMB se conminó a los once paradistas a realizar la reforma de los locales con una empresa concreta, Decomerca.

En lugar de sacar adelante una licitación conjunta para remodelar los 11 puestos de pajareros existentes, el consistorio barcelonés, a través del IMMB, dividió la actuación para cada parada. "Se hizo ver que nos habíamos puesto de acuerdo con esta empresa", denuncian los paradistas, pero en realidad –explican– nunca hablaron. Ninguna llamada, ningún correo previo. A medida que se iban ejecutando las remodelaciones, los paradistas recibían una compensación económica del consistorio de 39.900 euros para hacer frente a las obras y tenían unas horas para redirigir ese dinero a la empresa encargada. "Se utilizó a los paradistas para no hacer la puja y hubo un fraccionamiento", asume una de las personas conocedoras del caso.

Al preguntarle por esta situación, el Ayuntamiento asegura que fueron los comerciantes quienes en mayo de ese 2010 trasladaron una petición formal por escrito para que el proyecto de transformación de los puestos de XIArquitectura se modificara y es aprovecharan las estructuras que ya existían. Y que, además, fueron ellos quienes propusieron a Decomerca. "Era imposible, nos lo impusieron", aseguran todos los paradistas consultados por el ARA.

De hecho, el 15 de junio de 2010 el entonces gerente del IMMB, Jordi Torrades, escribía en una resolución: "El colectivo de vendedores de este mercado afirma que ya ha contactado con una empresa constructora que se haría cargo de la transformación de los 11 puestos existentes, y de esta forma y por un tema de economía de escala conseguirían un precio final más ajustado. En el mismo escrito solicita que si por parte del IMMB y del su servicio técnico no hay ningún inconveniente, la empresa escogida es Decomerca".

Convenio nulo

Las quejas vecinales detuvieron el proceso de remodelación. Por último, sólo se reformaron 6 paradas: 240.000 euros. Y, años más tarde, una revisión de oficio del propio IMMB declaraba la nulidad de pleno derecho del convenio firmado en 2009. El acuerdo que había impulsado el consistorio lo deshacía el propio consistorio, que también consideraba nula la indemnización de 39.900 euros.

A partir de ahí empezó un constante tira y afloja entre las diferentes administraciones –CiU, Comuns y PSC– y los paradistas. Con reuniones para buscar una solución pactada, pero también llevando el caso a los tribunales. Incluso los afectados intentaron sacar adelante una ILP, con más de 56.000 firmas, para que el Parlament les declarara Patrimonio Cultural Inmaterial de Catalunya, un proyecto que finalmente tumbó la cámara catalana. En una de las reuniones en 2021 entre el IMMB y los paradistas, el gerente del organismo, Máximo López, hacía referencia a la maniobra hecha una década antes. "Como no podemos sacarlo, porque teníamos que sacarlo a concurso, se lo pasamos a vosotros para que pague directamente en Decomerca", resumió uno de los paradistas, en referencia a la propuesta que recibieron del consistorio. "Algo que no se podía poner por escrito, ya lo pusimos de otra forma. Es maravilloso, pero el convenio cifra esta aportación a vosotros. La nulidad del convenio no sólo implica el regreso a la actividad, también el retorno de los 40.000 euros”, respondió López.

Avalados por los juzgados

El jueves por la mañana, entregando la notificación pertinente, el Ayuntamiento de Jaume Collboni inició el proceso para recuperar las paradas y ganar el espacio que ocupan, en un intento por esponjar una zona masificada por la gran cantidad de turistas que pasan. Manel Mallo, director de los servicios jurídicos del consistorio barcelonés, explicó que el Ayuntamiento está avalado por "cinco juzgados y veinte resoluciones judiciales distintas" que sostienen que estas 11 paradas no pueden "vender estos productos", en referencia a los helados, turrones y souvenirs. "No tienen ningún título por estar en estas paradas", aseguró Mallo. De esta forma, la administración solicitará al juzgado la autorización para una recuperación "forzosa" de estas paradas ubicadas en la Rambla.

Hace justo un mes el consistorio envió una diligencia de ejecución que daba diez días a los paradistas para devolver las llaves de las tiendas al IMMB y, ante este ultimátum, los antiguos pajareros presentaron hasta tres medidas cautelarísimas que finalmente el martes se desestimaron. "No contábamos que vinieran hoy a pedirnos las llaves", explicó al ARA el portavoz de los antiguos pajareros y propietario de cinco de las once paradas, Xavier Cuenca, quien aseguró que todavía disponen de los quince días hábiles en los que pueden presentar recursos.

Ahora el consistorio ejecutará el desalojo sin contrapartida alguna. "No pedimos nada más: que nos traten como a cualquier paradista. Somos paradistas del Mercado de la Boqueria aunque estemos fuera del mismo mercado. Pagamos como cualquier otro. Lo fácil sería la reubicación dentro del mismo mercado", explica uno de los afectados . "Que el Ayuntamiento firme un pacto, se comprometa a unas instancias legales y no lo cumpla, ¿qué confianza da a los ciudadanos?", se pregunta una de las personas que participaba de las negociaciones.

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