Barcelona todavía no ha definido las zonas donde los perros podrán ir sin atar

El Ayuntamiento mantiene la moratoria de sanciones y las entidades de propietarios denuncian que se les "expulsa" del espacio público

3 min
Dos mujeres paseante  sus perros en un parque de Barcelona ayer por la mañana

BarcelonaEl anuncio viene de 2014: Barcelona multará a los propietarios de perros que vayan sin correa fuera de los espacios habilitados. El problema era, entonces, que estos espacios eran escasos, pequeños y poco adaptados a las necesidades de los animales. Por eso, la modificación de la ordenanza de protección y tenencia de animales que incluía estas nuevas sanciones entró en vigor ligada a una moratoria: hasta que no hubiera bastantes espacios habilitados no habría multas por llevar mascotas sin atar. Ahora la ciudad ya tiene 113 áreas de recreo para perros, 41 de ellas de más de 400 metros cuadrados, pero todavía no ha desplegado las conocidas como zonas de uso compartido (ZUC), que son aquellos espacios donde, en unas determinadas franjas horarias, los perros podrán pasear sin correa y sin la limitación de ninguna valla, sean parques, calles o plazas. Se tiene que definir una en cada barrio –un total de 73–, pero la asignatura se arrastra desde el mandato pasado, cuando ya hubo tensiones entre el gobierno municipal y las entidades que representan a los propietarios de perros por alguna de las propuestas, que los animalistas consideraban poco verdes o demasiado pequeñas. Ahora la tutela política del proyecto ha cambiado de manos y ha correspondido a la socialista Laia Bonet, que heredó la lista y que hoy ha explicado en comisión que algunos de estos espacios propuestos, que no se han hecho públicos, ahora están ocupados por usos escolares extraordinarios debido a las nuevas necesidades de la pandemia.

La nueva previsión es desplegarlos durante este mandato –las propuestas ya se han verificado, según Bonet– y, mientras no se haya hecho, se mantendrá la moratoria de sanciones. Lo que sí que ya se puede garantizar, según el gobierno municipal, es que el 98% de los barceloneses tienen una área de perros a un cuarto de hora de casa. Pero, en paralelo, crece la lista de parques donde los perros tienen la entrada vetada: el último, el de Diagonal Mar, declarado ahora refugio de la biodiversidad, que eleva el número de espacios verdes con acceso restringido a los perros a 80. Y el regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia, avisa que la idea es hacer crecer esta lista o limitar el acceso de perros sin atar a unas franjas horarias en determinados parques si se acaban considerando zonas de uso compartido.

En una entrevista en Betevé, el regidor de los comunes ha defendido que ahora que ya hay bastantes espacios para los animales de compañía "ya tocaría" levantar la moratoria y dejar claro a qué espacios se podrá acceder con perros y a cuáles no. Pero antes también está pendiente de definir cómo serán los carnés de tenencia responsable que tendrán que tener los propietarios de perros para acceder a los espacios compartidos. Los que quedan excluidos de la posibilidad de pasear por estas zonas sin correa son los propietarios de razas consideradas potencialmente peligrosas, que por requerimiento legal siempre tienen que ir atados y con bozal.

"Somos su saco de boxeo"

Entidades que defienden a los propietarios de animales como Espai Gos Barcelona denuncian que en este mandato no se les está escuchando a la hora de definir qué lugares son más adecuados para ser habilitados como zonas de uso compartido y lamentan que ya se encontraron con sorpresas como que en la primera lista figuraran espacios como la plaza de la Vila de Gràcia, "sin verde, con muchas terrazas y con poco espacio para correr", como denuncia Àngela Coll. Acusan al gobierno municipal de acabar restando espacios a los perros cada vez que arregla algún espacio verde y de "olvidarse" de que los propietarios de perros también son vecinos de la ciudad.

Defienden que los parques tendrían que ser mayoritarios dentro de la lista de espacios de uso compartido acordados, pero dudan que acabe siendo así. "Estamos seguros de que la mayoría no serán en parques", pronostica Coll, que asegura que el Ayuntamiento "no se atrevería" a prohibir la entrada de jóvenes a los parques para impedir que hagan botellones pero que, en cambio, sí que se atreve con los perros. "Somos su saco de boxeo", sentencia.

stats