Barcelona

Collboni propone endurecer las sanciones por beber u orinar en la calle

El gobierno municipal propone también que quien haga pintadas tenga que pagar el coste de limpiarlas

Imagen de suciedad en el barrio del Raval de Barcelona
08/11/2024
4 min

BarcelonaEl gobierno de Jaume Collboni ha presentado este viernes su propuesta de reforma de la ordenanza de convivencia en Barcelona. Un documento que aún está por trabajar con los grupos y que, por tanto, es sólo un borrador, pero que ya marca las líneas maestras de cómo será la nueva normativa de la capital catalana en materia de civismo. Entre las novedades, destacan los cambios propuestos para ampliar los supuestos sancionables en todo lo que tiene que ver con beber y orinar en la calle, así como el endurecimiento del castigo para aquellos que hagan pintadas en la vía pública.

En el caso del apartado que sanciona el hecho de hacer las necesidades fisiológicas en la calle, la nueva ordenanza establece tres condicionantes que pueden endurecer la sanción. Orinar en la calle saldrá más caro si se hace cerca de lugares donde haya aseos públicos o de libre acceso, en torno a bares o discotecas o en calles estrechas de menos de cuatro metros de ancho. En estos casos, la nueva ordenanza propone que las sanciones puedan alcanzar los 750 euros. En el resto de casos el tope continuará siendo de 300 euros, salvo en los casos especialmente graves -en lugares especialmente concurridos, frecuentados por menores o que estén catalogados o protegidos-, donde el tenedor seguirá siendo de entre 750 y 1.500 euros.

En cuanto a beber en la calle, la nueva ordenanza mantiene el régimen sancionador que fija la ley de seguridad ciudadana y que ya se estaba aplicando, es decir, de 100 a 600 euros las infracciones leves y de 750 a 1.500 euros cuando se realice en lugares especialmente concurridos o con presencia de menores. Sin embargo, la propuesta del gobierno de Collboni incorpora la prohibición de las rutas alcohólicas que a menudo promueven entre los turistas itinerarios que pasan por varios bares con el objetivo principal de beber alcohol. En ese caso la sanción podrá ir de los 1.500 a los 3.000 euros. Esta es una práctica que el Ayuntamiento ya tiene vetada en Ciutat Vella desde el 2012 y que ahora afectará a toda la ciudad.

Multas por regar fuera de horas y obligación de limpiar el pipí del perro

Otra de las novedades de la propuesta del gobierno municipal es la que tiene que ver con las pintadas y grafitis. Más allá de las sanciones correspondientes, la nueva ordenanza quiere que los autores de las pintadas tengan que hacerse cargo también del coste de limpieza de esa pintada. Además, incorpora entre la lista de infracciones previstas actuaciones que puedan ensuciar el espacio público, como regar plantas fuera de hora -sólo está permitido de 22 a 7-, sacudir ropa y alfombras si afecta al espacio público o tirar en el suelo papeles, chicles o envases. Estas actuaciones pueden acarrear sanciones de hasta 750 euros.

El Ayuntamiento también quiere aprovechar el trámite de reforma de la ordenanza para incluir otros cambios relacionados con el cuidado del espacio público. La propuesta del gobierno de Collboni, por ejemplo, aboga por modificar también la ordenanza de protección, tenencia y venta de animales, de modo que sea obligatorio que los dueños de los perros limpien "inmediatamente" la orina con agua para "asegurar la salubridad de la vía y espacios públicos y evitar la degradación del mobiliario urbano".

La comisionada de Convivencia, Montserrat Surroca, ha explicado que con la reforma de la ordenanza se quieren asear algunos aspectos que ahora quedaban fuera de este texto porque estaban en otras normativas municipales. Es el caso, por ejemplo, del ruido. Las infracciones por poner música alta en altavoces, gritar o pelearse pasan a formar parte ahora de la ordenanza de civismo.

También se prevén castigos para aquellos actos que atentan contra la "libertad e indemnidad sexual en el espacio público". Más allá de los casos que requieran actuar por la vía penal, se sancionará el exhibicionismo y masturbación en el espacio público; las manifestaciones verbales que puedan resultar degradantes o humillantes; los tocamientos o rozamientos –también los simuladamente accidentales–, el seguimiento, mantenimiento de conductas o mensajes sexuales puntuales sin amenazas ni coacciones y la insistencia en tocar, abrazar o cualquier otra conducta que se considere atenta contra la libertad e indemnidad sexual.

Medidas alternativas a la sanción

Ante la alerta hecha por el síndico de Barcelona sobre el riesgo de castigar a los más vulnerables, el gobierno municipal destaca que en la redacción de la propuesta de ordenanza se hace especial énfasis en la necesidad de que los agentes de la Guardia Urbana estén en permanente contacto con servicios sociales y sean proactivos a la hora de ofrecer asesoramiento a personas sin hogar. Además, se establece que los agentes deben ofrecer de oficio a cualquier sancionado la posibilidad de sustituir el pago de la multa por alguna medida alternativa, tales como trabajos para la comunidad o cursillos educativos.

Una de las grandes problemáticas de la ordenanza de convivencia es que muchas veces las sanciones no se acaban cobrando. Tal como explicó el AHORA, casi la mitad de las multas no se pagan. Este viernes Surroca ha explicado que llevan tiempo trabajando para intentar corregir este hecho, y ha explicado que la nueva ordenanza prevé que, en el caso de personas no residentes en territorio español, la sanción sea notificada al acto a la persona denunciada y se le comunique que puede beneficiarse de un descuento si la paga por anticipado.

El pago anticipado es, de hecho, otro de los cambios que prevé la nueva ordenanza. Si hasta ahora era posible obtener una rebaja de entre el 50% y el 65% de la sanción si se pagaba deprisa, la propuesta del gobierno municipal ahora es que la rebaja sea de un máximo del 50% si se paga en los primeros 10 días desde la notificación, y de un 40% si se realiza después de estos 10 días, pero antes de la resolución administrativa.

Un calendario con retraso

La propuesta llega justo un año después de que el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, abriera los trabajos para reformar la ordenanza. Aseguró entonces que el objetivo era tener la normativa ya en vigor a finales de este año, un calendario que no se cumplirá. La comisionada de convivencia, Montserrat Surroca, ha explicado que trabajan con la idea de que la nueva ordenanza pueda ser aprobada en comisión de gobierno durante el primer trimestre de 2025 y que pueda entrar en vigor antes de ese verano.

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