Barcelona

El PSC reprocha a los comunes que pudieron comprar la Casa Orsola en el 2022

El pleno aprueba una propuesta de Junts que constata la falta de apoyo de Collboni

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante el pleno del mes de enero
31/01/2025
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BarcelonaEl primer pleno del Ayuntamiento de Barcelona tras la ruptura de las negociaciones por los presupuestos ha evidenciado el deterioro de las relaciones entre el PSC y BComú. Esta vez, el detonante del encontronazo ha sido el desahucio de la Casa Orsola, que se intentaba llevar a cabo mientras el pleno estaba en marcha y que finalmente se ha aplazado. El choque comenzó pronto, cuando hacía pocos minutos que había comenzado la sesión, pero se fue reproduciendo durante toda la mañana, con intercambio de reproches entre socialistas y comunes por la política de vivienda llevada a cabo en la ciudad.

La encargada de abrir las hostilidades ha sido la líder de los comunes en el Ayuntamiento, Janet Sanz, quien durante un debate sobre la Casa Buenos Aires ha tomado la palabra para reprochar al alcalde la ausencia en las movilizaciones de estas últimas horas de apoyo a los vecinos de la Casa Orsola. "No estar ahí es decir que no le importa la vivienda", espetó. Las declaraciones de Sanz, que también ha pedido al gobierno municipal que haga "lo imposible" para impedir el desahucio, han indignado a la primera teniente de alcalde, Laia Bonet. En la respuesta, aseguró que lo que está ocurriendo estos días en el corazón del Eixample es "herencia" de una decisión tomada en el anterior mandato de Ada Colau –del que también formaba parte el PSC–. "En 2022 tuvieron la opción de comprar el blog entero de Casa Orsola y no lo hicieron", ha subrayado.

"Usted viene a dar lecciones cuando estamos todo el santo día arreglando chapuzas", ha continuado Bonet, que ha añadido que han tenido que actuar ante casos como el de la Casa Orsola, la Casa Buenos Aires y Can Raventós por corregir problemas causados ​​por la "dejadez" de los comunes. Los dardos de Bonet han encendido a Sanz, que le ha respondido asegurando que durante el gobierno de Colau "se detuvieron cientos de casas Orsola" y recordando que se compraron 1.600 pisos a través del tanteo y retracto. "Cuando usted tenga ese balance, me podrá decir lo que ha dicho", concluyó.

El pulso lo ha continuado después el alcalde, Jaume Collboni, que ha aprovechado sus respuestas a un ruego de la propia Sanz sobre la reserva del 30% ya otro de ERC sobre el tanteo y retracto para ajustar cuentas con los comunes. Ha dicho que es Barcelona en Comú quien debe explicar qué criterios se utilizaron para no comprar la Casa Orsola cuando era posible y ha reivindicado que con medidas como la limitación de los alquileres o la eliminación de los pisos turísticos su gobierno trabaja porque no se repitan casos similares.

Antes Collboni había reprochado a Sanz que el problema de la vivienda no se resuelve "con proclamas, ni frases vacías ni mentiras", y le había pedido "sentido común y honestidad" para admitir que la reserva del 30% de vivienda no ha funcionado como se esperaba. "Debemos rectificar", ha dicho Collboni, quien ha señalado que en seis años la medida sólo ha permitido obtener 26 pisos –y tener licencia para otros 80– en vez de los 2.000 que se habían calculado.

La líder de Barcelona en Común en el Ayuntamiento, Janet Sanz, durante el pleno del mes de enero

El pleno constata la soledad de Collboni

El distanciamiento entre el PSC y los comunes ha tenido otra consecuencia. Poco después del rifirrafe por la Casa Orsola, el pleno aprobó una propuesta de Junts per Barcelona que constata "la incapacidad" del gobierno de Jaume Collboni para llegar a acuerdos con la oposición y la "debilidad" del ejecutivo municipal.

La propuesta se ha aprobado gracias al apoyo de Junts, BComú y el PP. ERC se ha abstenido y PSC y Vox han votado en contra. El texto recuerda que el gobierno sólo tiene 10 concejales de 41, una "minoría" que "le inhabilita" para dar respuesta a los retos de la ciudad. También reclama al ejecutivo socialista "un cambio urgente" en la forma de gobernar y le insta al "diálogo, acuerdo y consenso con la mayoría de los grupos municipales".

El tranvía, la única tregua

Prácticamente el único momento de tregua entre el PSC y los comunes ha llegado durante el debate de una proposición de Barcelona en Comú sobre el tranvía. Ambos grupos han pactado que el gobierno presente una modificación de crédito para incluir en el presupuesto prorrogado una partida económica destinada a la licitación del tranvía hasta Francesc Macià con el objetivo de finalizar su conexión. El ejecutivo no ha planteado, sin embargo, ningún calendario sobre cuándo quiere llevar esta modificación al pleno.

Tal y como explicó el ARA, la idea del ejecutivo ya era llevar al plenario una modificación de crédito que permita asignar los recursos necesarios para licitar el proyecto. Los presupuestos del 2025 preveían reservar unos 10 millones de euros, una cifra aproximada –pendiente de los últimos cálculos–, que ahora debería incluirse en esta modificación, que requeriría el apoyo del pleno.

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