Barcelona

"Existe una fuerte promesa de cambio y las superpotencias mundiales ya se están moviendo"

La cuarta edición de la Bienal Ciudad y Ciencia se celebrará del 18 al 23 de noviembre y se centrará en la física cuántica

La presentación de la Bienal Ciudad y Ciencia, este lunes, en el Ayuntamiento de Barcelona.
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BarcelonaEl teléfono que despierta, el microondas con el que calentamos la leche o la resonancia magnética que nos hacen en el hospital. Desde que nos levantamos hasta que vamos a dormir, la física cuántica nos acompaña y condiciona. De hecho, el impacto de esta disciplina –muy a menudo rodeada de misticismo– también ha dado la vuelta al modo en que se entiende el mundo y la geopolítica. Y el mundo de la cultura y las humanidades no es ajeno a esta revolución, tal y como quiere demostrar la cuarta edición de la Bienal Ciudad y Ciencia, que se celebrará entre los días 18 y 23 de noviembre de forma simultánea en Barcelona y Madrid –coorganizada por el Círculo de Bellas Artes. Este año habrá una programación especial con motivo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, de la que Barcelona es la ciudad invitada, entre el 29 de noviembre y el 7 de diciembre.

"La cuántica nos puede parecer demasiado compleja, pero nos rodea en todas partes ya veces la gente no es consciente de que ha permitido la revolución tecnológica actual", ha explicado Alba Cervera, investigadora senior en el grupo cuántico del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación el ecosistema de computación cuántica en el sur de Europa. Lo dijo como una de las comisarias de la Bienal durante el acto de presentación de este evento, que encabezó el teniente de alcaldía de Economía, Vivienda, Hacienda y Turismo y responsable del área de Ciencia, Jordi Valls, y el director del Círculo de Bellas Artes de Madrid, Valerio Rocco.

En total, se realizarán 130 actividades pensadas para reflexionar y acercar a la ciudadanía la revolución cuántica. Un altavoz que contará con las voces de científicos de renombre internacional como el catalán Ignacio Cirac, el italiano Carlo Rovelli y la colombiana Alexandra Olaya-Castro, así como el divulgador científico australiano-canadiense Chris Ferrie. El epicentro de las actividades en la capital catalana será la zona de la futura Ciutadella del Conocimiento, uno de los polos neurálgicos de la investigación y la innovación que concentrará en los próximos años universidades y centros de investigación en la ciudad. El Born Museo de Historia de Barcelona acogerá el gran grueso de la programación, aunque también habrá actividades en el Campus de la Ciudadela de la Universidad Pompeu Fabra, en el Invernadero del Museo de Ciencias Naturales y en el Convento de San Agustín.

Ideas "interesantes y desafiantes"

En un acto conducido por la periodista especializada en ciencia y salud del ARA, Cristina Sáez, el físico y escritor Toni Pou, también comisario de la Bienal, ha desgranado los cuatro pilares de la programación de la edición. Primero, la revolución de las ideas, en la que se profundizará en conceptos intrínsecos de la física cuántica –¿Qué significa observar? ¿Qué es un estado físico? ¿Qué es la incertidumbre? y que tienen un gran impacto científico pero también cultural, como el cine o la literatura. En segundo lugar, el hecho de que la información cuántica es poder, es decir que cualquier sistema físico contiene una información y, cuando interactúa con otro, existe un intercambio, que va desde resultados más seguros, más rápidos o más potentes.

Pou también ha destacado la importancia de reconocer el papel de observador, destructor y aprendiz del humano, que en su afán por crear tecnología ha tenido que "degradar" el planeta. Para observar a escala microscópica, ha dicho, es necesario alterar, lo que inevitablemente modifica un estado, tanto de un material específico como de la organización social, económica y geopolítica del mundo. "La IA y la física cuántica tienen una fuerte promesa de cambio y las superpotencias mundiales ya se están moviendo. Los científicos debemos tener presente qué hacemos y qué repercusiones puede tener", ha añadido Cervera.

Finalmente, el cuarto eje se basa en los límites del conocimiento, en los que se reflexionará sobre las fronteras actuales: "¿Qué pasará si fusionamos la potencia de los ordenadores cuánticos y la inteligencia artificial? ¿Y si comprendemos los procesos biológicos sobre la conciencia o la fotosíntesis? Todo esto todavía es un territorio desconocido", ha defendido Pou interpelan mucho a los creadores, y los humanos somos seres muy narrativos: entendemos las cosas por las historias". "¿Cómo se habla de la cuántica? ¿Qué es y qué no es? Eso es lo que nos preocupaba, porque en los últimos años se ha presentado como una cuestión mística y misteriosa, fascinante y extraña", planteó, a su vez, Carlos Sabín, doctor en física por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), investigador Ramón y Cajal y comisario en la Madrid.

Puente Barcelona-Madrid

Durante la presentación Valls ha remarcado la importancia de divulgar la ciencia en un momento en el que hay sectores en auge que le están cuestionando. "Barcelona –y su área metropolitana– tiene unas instituciones científicas de primera línea, como el Sincrotrón Alba, el BSC o el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), y la Bienal es un encuentro consolidado que refuerza su papel como capital científica y cultural del sur de Europa", ha defendido, haciendo especial hincapié en el evento. Por su parte, Rocco ha destacado que para el Círculo de Bellas Artes este proyecto es estratégico: "Porque refuerza las conexiones con Barcelona y porque insiste en explorar los vínculos entre arte y ciencia".

Tere Badia, directora del Hub de Arte, Ciencia y Tecnología (HacTe), ha valorado que la bienal es un espacio "de intersección" de disciplinas, que permite intentar profundizar en preguntas todavía abiertas o generar nuevas a través de los artes: el dibujo, las conferencias para fílmicos, los foros, los conciertos, las obras de teatro... "Las artes ayudan a comprender cuestiones invisibles, intangibles, muy humanas como la incertidumbre y la certeza. Conectar la ciencia con el arte es conectar con la humanidad", ha concluido Elisa Garrido, también responsable de la programación en Madrid.

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