Cargas y un detenido en la protesta contra el desfile de Louis Vuitton en el Parc Güell
Los vecinos critican la privatización de un espacio que tensiona a los barrios fronterizos
BarcelonaLa protesta contra el desfile de Louis Vuitton en el Parc Güell ha terminado con incidentes. Los Mossos d'Esquadra han cargado contra el centenar largo de manifestantes que en la Travessera de Dalt han conseguido cerrar el paso a algunos de los vehículos que llevaban asistentes al desfile. Durante su intervención han detenido a una persona por atentado contra la autoridad, según afirman fuentes policiales. Siete agentes habrían sufrido lesiones de diversa consideración, ninguno de él grave.
Aunque la policía había blindado los accesos al parque desde horas antes, los manifestantes que intentaban esquivar el cordón policial se cruzaron con tres coches de alta gama que subían y les cerraron el paso, tirando -los algún petardo y alguna lata de cerveza.
Tras un rato de tensión en el que los manifestantes han bloqueado completamente tres vehículos entre gritos de "Fuera, fuera" y "El barrio no está en venta", agentes antidisturbios de los Mossos se han abierto paso a porrazos hasta que han logrado mover los vehículos atrapados. De todos modos, los manifestantes se han quedado en la Travessera, que ha estado completamente cortada en ambos sentidos durante una hora.
Uno de los asistentes al desfile que se ha visto atrapado en la Travessera de Dalt ha sido Jaime de Marichalar, que se ha enfrentado verbalmente con algunos de los manifestantes, que lo han rociado con spray verde.
La de este jueves es la tercera jornada de protesta después de que el martes los vecinos llevaran las quejas por el desfile en el paseo de Gràcia –frente a la tienda que tiene Louis Vuitton– y el miércoles a las puertas del mismo Parque. Tres días de quejas coronados este jueves bajo el lema "Los barrios no somos una pasarela para su desfile".
Entre la lista de agravios de los vecinos se encuentra el que consideran la "privatización" de un parque que es el principal punto verde de la zona y que habrá sido cerrado al público dos tardes, generando inconvenientes también en la Escola Baldiri Reixac, que está dentro del parque y que ha tenido que convivir durante días con los preparativos y ensayos del desfile.
Pero más allá de molestias como el paso de camiones y la prohibición de aparcar cerca del Parque hoy durante todo el día, los vecinos denuncian que el desfile ha retratado con crudeza una doble vara de medir por parte del Ayuntamiento. Una diferencia de trato a los vecinos ya Louis Vuitton, que, explican, se puede observar en que mientras que el vecindario de Can Baró y el Carmel no puede utilizar el aparcamiento de buses del Parc Güell cuando está cerrado en las visitas, " Louis Vuitton puede disfrutarlo durante dos semanas y generar los problemas de tráfico que sea necesario".
El conflicto se exacerbó aún más cuando los operarios que estaban montando el desfile destrozaron un muro del parque. Un estropicio que desde el Ayuntamiento de Barcelona se atribuyó a "un error humano" durante las tareas de montaje. El coste de la reparación del muro correrá a cargo de Louis Vuitton.
Pero más allá del desfile, tras las protestas de estos días late un malestar vecinal empollado durante muchos años por las externalidades que les genera convivir con uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Los alrededores del Parc Güell son una zona especialmente tensionada, donde los vecinos llevan años reclamando una mejora de la gestión para combatir la masificación turística. Con este propósito el Ayuntamiento anunció hace cerca de un mes que el Parque dejaría de vender entradas presencialmente –sólo podrán comprarse por internet– y que alejaría también los taxis del acceso principal para facilitar la movilidad de los vecinos.
La respuesta del Ayuntamiento
Otra de las quejas de los vecinos es el hermetismo del Ayuntamiento sobre cuánto ha pagado Louis Vuitton, si es que lo ha hecho, por cerrar el Parc Güell para uso privado. Desde BSM, la empresa municipal que gestiona el Parque, no se han hecho públicas las cifras alegando que se trata de un acuerdo con un privado que incluye un compromiso de confidencialidad. Sin embargo, desde el Ayuntamiento sí se remarca que se trata de un gran evento de "dimensión internacional" que supone una "oportunidad para fortalecer un sector que ya es estratégico en la ciudad, como son las industrias creativas". Además, se apunta que es un acto que genera empleo, ya que para el montaje y la celebración habrán tenido que contratar a 500 personas.