La nueva Via Laietana empieza a caminar

BarcelonaCon menos carriles para el tráfico y aceras más anchas, este domingo ha empezado a andar la nueva Via Laietana. En el sentido figurado –se ha inaugurado con una gran fiesta ciudadana– y en el literal –con cientos de personas recorriéndola a pie durante todo el día a pesar del sol inclemente–. Atrás quedan tres años de debates, obras y molestias. Por delante, el examen sobre cómo funcionará la avenida una vez se abra al tráfico en ambos sentidos –con restricciones– a partir de este lunes y si realmente logra el objetivo que perseguía su remodelación: convertirse en una arteria más amable que deje de hacer de frontera entre el Barri Gòtic y el de Sant Pere, Santa Caterina y la Riera.

En declaraciones a los periodistas, la primera teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, ha celebrado que la ciudad pueda contar desde este domingo con una nueva Vía Layetana que "invita a caminar". Ella misma, acompañada de una amplia delegación del Ayuntamiento, ha recorrido el kilómetro y pico que hace la avenida, hoy ocupada por carpas con juegos infantiles, conciertos, castillos, zancos e incluso algún mago que, pese a la pericia, no ha salido de ella con el truco más esperado que sufrió desaparecer el calor. En esta ardua empresa, ha tenido más éxito la carpa que había unos metros más abajo repartiendo granizados.

Además de las altas temperaturas, las conversaciones entre los vecinos que paseaban por la zona las protagonizaba la movilidad. Algunos todavía comentaban entre ellos cómo funcionará a partir de este lunes el tráfico, que después de tres años podrá atravesar la Via Laietana en ambos sentidos, aunque con restricciones. paso de transporte público y bicicletas.

Así, mientras en dirección mar los vehículos privados podrán circular por uno de los dos carriles sin mayor restricción que la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora, en el único carril en dirección montaña la circulación de vehículos privados estará mucho más acotada. Además de los autobuses de las líneas 47 y 120, sólo podrán utilizar este carril los vecinos de los barrios de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera y de la Barceloneta, los taxis con origen o destino dentro del ámbito de circulación restringida, los usuarios de aparcamientos, talleres de reparación de vehículos y hoteles, hostales o pensiones de la zona los vehículos de distribución de mercancías. Estos últimos, sin embargo, en horario restringido y sólo hasta la plaza Antoni Maura. Un sistema con cámaras vigilará a partir de septiembre que nadie más lo haga.

El debate sobre la movilidad ha generado en los últimos días comunicados públicos tanto del sector empresarial catalán agrupado en Muévete por Barcelona como de la Asociación para la Promoción del Transporte Público (PTP). Mientras que los primeros criticaban que se pusieran trabas a la movilidad privada y alertaban del riesgo de convertir la calle en una avenida "turística", los segundos alertaban de los inconvenientes de que bicicletas y autobuses compartan carril de bajada y denunciaban que la vía "pierda funcionalidad" para que dos líneas de autobús ya no vuelvan en sentido a la V15 y la V17. También vecinos del Gòtic han lamentado que ellos no estén autorizados a utilizar la Via Laietana en sentido montaña. Este domingo tanto Junts per Barcelona como el PP han cuestionado también el modelo de movilidad que tendrá la nueva Via Laietana. Bonet le ha defendido, pero ha subrayado que durante los primeros meses se hará un seguimiento de cómo funciona para comprobar si hay que realizar ajustes.

La huella de Cambó y otros reclamos

Para los que quieran pasar por la Via Laietana a pie y no en coche, la avenida ofrece un recorrido bien distraído, que permite seguir, por ejemplo, la huella de Francesc Cambó. ahora acoge el Grand Hotel Central y que tiene en sus bajos un guiño al político catalán con el Restaurante Can Bo, era característico por su altura y el jardín que todavía hay en la azotea. Sagnier–, las sedes de Foment del Treball y de Comisiones Obreras –esta última rehabilitada recientemente– o la sede histórica de Caixa Catalunya, que ahora acoge al BBVA. Un músculo financiero que pese a la presión turística que tensiona todo el comercio del centro de la ciudad convive todavía con algunas tiendas emblemáticas, como la pastelería La Colmena o la tienda de cómics Continuará.

Pese a los intentos de cambiar el uso del edificio, la calle también mantiene todavía en funcionamiento la jefatura de la Policía Nacional, este domingo cerrada. Sí están en proceso de redefinición en la parte baja de la Via Laietana los edificios de Correos y de los antiguos juzgados de instrucción, que deben acoger un polo de innovación digital y un buen puñado de oficinas municipales, respectivamente. Dos proyectos que deben ayudar a dar más vida a una calle que, después de tres años embarrancada, este domingo ha empezado a andar.