La población de jabalíes de Collserola cae a la mitad en dos años por la sequía
Actualmente la densidad es de 8,2 ejemplares por kilómetro cuadrado mientras que en 2021 había 17
BarcelonaEn sólo dos años, la población de jabalíes en Collserola se ha reducido a la mitad. Una buena noticia para los vecinos del parque natural, ya que el descenso de la población ha ido acompañado también de un bajón de los incidentes en la vía pública en los municipios que rodean el macizo. Según ha explicado este viernes el departamento de Acción Climática, la densidad actual de jabalíes es de 8,2 animales por kilómetro cuadrado, mientras que hace dos años la proporción era de 17.
¿Y cómo se explica esta reducción? Según el departamento, es fruto de una doble causa. Por un lado, deriva de las actuaciones de control que se han ido realizando, como por ejemplo las redadas de caza. Por otro lado, también es una consecuencia de los efectos de la sequía, que ha reducido la vegetación y el agua disponible para los animales.
Durante la temporada 2023-2024 se han cazado y capturado 594 ejemplares, mientras que el año anterior se capturaron 965. La mayor parte de los jabalíes han sido capturados en ambientes forestales –87 en redada y 305 con aguas nocturnos–, mientras que 202 fueron cazados en zonas urbanas. Con la población actual de jabalíes se recuperan los valores previos a 2020, cuando las restricciones de la movilidad por la pandemia provocaron una reducción de las acciones de caza y control y esto favoreció un aumento de la población.
Los efectos de la sequía
Más allá de la caza, desde el departamento apuntan a que la falta de disponibilidad de alimento en los bosques por el déficit hídrico, fruto de las restricciones por la sequía, se han convertido en clave para que las familias de jabalíes busquen otro habitat. Además, la supervivencia de las crías se hace cada vez más difícil en verano por estas condiciones. Por otra parte, las restricciones de riego urbano en las ciudades por la sequía han hecho desaparecer también los jardines y el agua en tierra, uno de los focos de atracción de los jabalíes en las ciudades durante el verano.
