"Ha sido el peor momento de mi vida"

Paiporta / BarcelonaDespués de las lluvias devastadoras de este martes, este mediodía, habiéndose rehecho como han podido, muchos vecinos de pueblos afectados por el temporal han empezado a dejar su casa al ver que alrededor sólo había agua y barro. Entre los municipios de la comarca de Horta Sud y Valencia las carreteras se han llenado de gente marchando a pie y carreteando todo lo que han podido coger de casa, sin saber cómo ni si podrán volver. Es el caso de Ari y Juan Manuel, vecinos del barrio del parque Alcosa, a 8 km de Valencia. Entran en la capital caminando y con barro hasta las rodillas, Ari con el gato en brazos y Juan Manuel únicamente con una mochila.

"Es como una diáspora del área metropolitana en la ciudad", detalla uno de los cientos de personas que realiza este trayecto caminando. Cuentan que van a casa de amigos los que pueden y, otros, buscan sitio en un albergue después de ver a su pueblo inundado y sus hogares llenos de barro. "En casa no ha entrado agua, pero no tenemos ni agua ni luz, todo está inservible", explica Ari.

Relatan que también se marchan porque en la calle está todo devastado y ya no hay ningún lugar donde comprar comida. Además, su coche ha quedado destrozado. "Tenemos mucha angustia y no sabemos cómo recuperarnos", reconoce. Como ellos, familias enteras con mochilas, maletas y cochecitos han llenado las carretas de la zona después de que a algunos el agua les haya alcanzado un metro y medio de altura dentro de casa. "Fue el peor momento de mi vida", aseguró una de las mujeres que dejó su casa a pie.

Atrapados en los polígonos

"Llevamos aquí desde ayer por la mañana", explicaba a primera hora desde el polígono de Castilla a Cheste el cerdañolense David Garcia. Él ha sido una de las miles de personas que desde este martes han visto cómo le daba la vuelta la vida después de que el temporal haya devastado la Comunidad Valenciana. "Ayer no fuimos realmente conscientes de lo que estaba pasando hasta que a las cinco y media quisimos marcharnos a casa. Hemos dormido en el trabajo, seguimos atrapados en el polígono y necesitamos información", explica por teléfono en el ARA, y reconoce que "nadie esperaba que fuera tan grave".

Ellos y un grupo de compañeros al ver la "cortina de lluvia y el agua por todas las carreteras" decidieron quedarse en la empresa por precaución, pero explican que ahora no tienen "ni idea" de cuándo podrán volver a casa . "Hemos dormido cada uno como ha podido en la empresa, en las sillas, en el suelo...". Cuenta que, por suerte, ellos tienen agua y electricidad. Además, por la mañana han venido tres profesoras que han pasado la noche a un colegio cercano. "Han venido a pedir quedarse con nosotros y poder cargar los móviles y han traído comida del comedor de la escuela, por lo que estamos compartiendo recursos", relata Garcia. Él ha podido estar comunicado durante todo el rato con sus familiares y su pareja. "Está embarazada y en principio sale de cuentas en una semana, espero que no se avance y pueda llegar", desea.

"No encontramos a los vecinos"

“Ha sido la peor noche de mi vida. No sé cómo puede comportarse así la naturaleza. Tiene una violencia que te asusta", explica sobre el terreno a este diario, Esther Albert, una mujer de 41 años y vecina de Picanya. Ella vive a solo 100 metros del puente de Picanya que ayer se llevó de forma violenta al agua. “A las seis y media la gente hacía vida normal, estaba en los gimnasios”, recuerda con angustia y explica cómo "no encontramos vecinos de calles cercanas que están junto al barranco". chico joven de 28 años que había ido a sacar el coche de la zona. "Es un antiguo compañero de instituto de mi hermana que vivía con mis padres, pero que ayer estaba solo en casa", detalla Esther que insiste: "El barranco era terrorífico, he tenido mucho miedo. Los coches flotaban...".

El hecho de que el momento álgido de las inundaciones fuera a media tarde también provocó que mucha gente no estuviera en casa ni en el trabajo y se quedara atrapada en carreteras. "Nadie nos avisó y en dos minutos estaba todo desbordado". Así de directo ha sido Rafa Muñoz en las redes y en RAC1 después de estar atrapado durante toda la noche en un puente.

Toda la noche atrapados en un puente

"Centenares de personeros hemos pasado la noche atrapadas en un puente con niños pequeños", recordó tras relatar cómo esta mañana a primera hora fue rescatado junto a otras muchas familias de arriba de un puente de Sedaví, en la comarca del 'Horta Sud. "Después de una noche terrorífica, he podido llegar a casa mis padres, pero mi coche ve a saber dónde está", ha lamentado. Muñoz, junto a cientos de personas, se han refugiado en un puente durante la noche después de que en pocos minutos el agua inundara la autovía por donde circulaba. "No sabíamos lo que venía. Durante la tarde no había llovido ni una gota y la autovía iba con tráfico fluido; no sospechamos nada hasta que llegamos a una retención. Ya no pude salir de allí. Estás solo con gente que no conoces y todo el mundo te va diciendo que llegará el agua".

Ha explicado que tuvieron que ayudar a niños pequeños y mayores a salir de la autovía y que desde un puente una "cadena humana" y dos guardias civiles les ayudaron a salir de la carretera y subir al puente , donde han hecho noche hasta que la situación ha mejorado. "Éramos un grupo de 400 o 500 personas, incluso había un autobús. Todo el mundo huía de la riada", ha detallado Muñoz.

La inquietud también ha sido y sigue siendo muy intensa por familias que no se han visto afectadas por el temporal, pero que sí han tenido gente cercana desaparecida durante horas o que todavía no las han encontrado. Es el caso de Lucía, que explica al ARA cómo a las siete de la tarde de ayer su pareja, Adrián, quedó atrapado con otros compañeros en el segundo piso de la empresa donde trabaja y ha sido desaparecido hasta esta mañana a primera hora. "Ahora que ha aparecido estamos mejor, pero seguimos muy preocupados porque hay muchos amigos de los que todavía no sabemos nada", explica. En el caso de Adrián, ha podido salir de la zona porque algunos compañeros ayer pensaron en poner sus coches "en alto" para que no les estropeara el agua. Esta mañana, aunque todavía había agua en todas partes, han podido utilizar estos vehículos para volver, explica la joven.

"Estoy aliviada porque la he encontrado, pero las pérdidas son increíbles y estoy muy preocupada porque tengo amigos en Sedaví atrapados en casa sin luz ni agua y nosotros lo único que podemos hacer es ir sacando agua de las casas". Pese al impacto emocional por los hechos, Lucia también ha querido hacer una denuncia contundente: "Me parece una vergüenza que con la alerta roja que había no se detuvieran los trabajos y enviaran a la gente a casa. Era mejor esperar que se inundara todo?".

Alcaldes desamparados

"Está todo destrozado y nadie nos había avisado". Éste es el principal mensaje de varios alcaldes de municipios afectados por el fuerte temporal de este martes que han ido dando detalles de la situación desde primera hora de la mañana. Uno de ellos fue el alcalde de L'Alcúdia, Andreu Salom, quien aseguró que en el consistorio nadie le avisó en todo el día de que la situación podía acabar siendo tan catastrófica. "Nos han abandonado", denunció. Y lamenta que, pese a que la agencia de meteorología valenciana activó la alerta roja por la DANA, nadie les hizo llegar ningún mensaje, más allá de un tuit de la misma agencia meteorológica. "El desbordamiento del río Magro ha llenado todo el pueblo de agua, de barro, de escombros... La situación es realmente dantesca", ha descrito.