Sociedad

Choque entre el Gobierno y la oposición por la gestión de los resultados de PISA

Aragonés convoca a los presidentes de los grupos para consensuar medidas para salir de la crisis

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, conversa con el presidente del grupo parlamentario Socialistas Unidos para Avanzar y líder de la oposición Salvador Illa (d)

BarcelonaLos malos resultados de PISA se han convertido en los protagonistas del pleno del Parlament de este miércoles. Antes de la sesión de control en el Gobierno –trasladada por la tarde por la declaración del presidente, Pere Aragonès, en el juzgado por Pegasus–, el jefe del ejecutivo catalán ha querido coger la palabra para "dar la cara" por los malos resultados educativos y ha convocado a todos los grupos parlamentarios la próxima semana para consensuar medidas para paliar la situación. Ahora bien, la mano tendida no ha sido suficiente para contentar a la oposición: todos los grupos han anunciado que asistirán al encuentro de Aragonès, pero han lamentado que el presidente no haya comparecido hasta "ocho días después" de hacerse público el informe y han acusado al ejecutivo catalán de querer "centrifugar" responsabilidades.

El líder del PSC, Salvador Illa, en este sentido, se ha mostrado dispuesto a "ayudar", pero también ha pedido a Aragonés que si realmente quiere consensuar las medidas para salir de la crisis educativa, suspenda las que anunció el lunes la consellera de Educació, Anna Simó. Entre otras cosas, la titular del departamento, que también salió en rueda de prensa una semana después de los resultados del informe, anunció un pacto para trabajar con la comunidad educativa y mejorar la inclusión de los alumnos vulnerables, la educación universal y gratuita de 0 a 3 años; un plan para realizar más extraescolares, o la mejora de la formación de los docentes. Ahora bien, también dijo que no preveía grandes cambios porque la educación no necesitaba ahora, a su juicio, volantazos.

Pero los socialistas han llevado la crítica más allá y han asegurado que con la gestión de la crisis por PISA llueve sobre mojado. Según Illa, los malos resultados académicos se suman a la respuesta del Govern a la sequía, la baja implantación sobre renovables en Catalunya y la saturación del aeropuerto de Barcelona. El jefe de la oposición ha acusado al Gobierno de recrearse en el "ruido vacío" estableciendo "objetivos irreales", lo que ha merecido la réplica del presidente: "La amnistía era un irreal y hoy es una realidad", le ha espetado. Aragonés se ha vuelto y ha acusado a Isla de haber adoptado un tono catastrófico al asegurar este fin de semana que Catalunya estaba "sin agua ya oscuras" y con los niños "que no saben ni leer, ni escribir ni sumar ". "Pensaba que lo había dicho Núñez Feijóo", ironizó.

Juntos tampoco ha sido más benevolente que el PSC. El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, ha lamentado que Catalunya se sitúe ahora bajo la media europea y española en educación y ha cargado contra el Govern para introducir demasiados "ejes" en la escuela y "olvidar leer, contar y escribir ". "Esto es una agonía", ha asegurado el propio Batet durante la sesión de control, que no sólo ha citado el ámbito educativo sino también la sequía, ya que considera que el Govern no ha actuado con iniciativa: "Anuncian medidas y con 24 horas rectifican", ha dicho, en alusión a la rectificación del conseller de Acción Climática, David Mascort, sobre el cierre de las duchas en los gimnasios.

Para la CUP, para subsanar los malos resultados hay que empezar por implementar los "consensos" que ya existen en la comunidad educativa, mientras que, por su parte, la presidenta de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ha lanzado un dardo contra la apuesta del departamento por el aprendizaje por competencias, acusándoles de "sacralizar las pantallas" y menospreciar "los libros", las "clases magistrales" y el estudio. Vox, Cs y PP han aprovechado los resultados de PISA para cargar de nuevo contra la inmersión lingüística. Ignacio Garriga, Carlos Carrizosa y Alejandro Fernández negaron que la escuela catalana sea un "modelo de éxito" y acusaron al Gobierno de supeditar la educación a su proyecto ideológico.

"Crisis educativa"

Quien también ha tomado la palabra durante la sesión de control ha sido la consejera de Educación, Anna Simó, quien ha insistido en que las medidas que el departamento ha puesto sobre la mesa se nutren de las conclusiones del debate monográfico del Parlamento sobre educación celebrado en el junio. Simó ha hablado directamente de "crisis educativa", aunque ha hecho un llamamiento a la calma y ha pedido dejar trabajar a los centros. "Compromiso, inversión y acuerdos de país", ha defendido la consellera, quien ha anunciado que enviará una nueva comunicación a los docentes esta semana expresándoles su apoyo.

Para el Gobierno, una de las claves para implementar las mejoras que pide la oposición es poder destinarle más recursos. Y eso no podrá ser si no hay nuevos presupuestos para 2024, ha avisado Aragonès, mientras el Govern continúa las conversaciones sobre las cuentas con la incógnita de si repetirá aliados o si apostará por otras sumas ahora que la CUP se ha avenido a negociarlos. Desde ERC, Josep Maria Jové todavía ha hecho un último apunte: sin una buena financiación "singular" para Catalunya será imposible llegar a los compromisos de inversión que los partidos han exigido al Govern.

stats