Más de 80 sociedades científicas de todo el Estado reclaman a los políticos que no paren la vacunación
Unos 200.000 expertos instan al gobierno de Sánchez y a los de las comunidades a coordinar las medidas y evitar los mensajes del miedo
MadridMás de 200.000 profesionales de 82 sociedades científicas han pedido al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y a los 17 presidentes autonómicos que no paren la vacunación sin criterios científicos y no se dejen guiar por el impulso. Esta es una de las once demandas recogidas en un manifiesto en el que se pone de relieve la importancia de acelerar el ritmo de la vacunación a toda la población y de la acción coordinada entre administraciones para homogeneizar las restricciones y la desescalada.
Aun así, en el texto se evita plantear medidas concretas y tampoco se entra en valorar la reciente suspensión de la vacuna de Janssen en Estados Unidos —que ha parado su llegada a Europa— o en la divergencias sobre las franjas de edad a las cuales tiene que administrarse la vacuna de AstraZeneca, pero sí que reiteran que la evidencia científica tiene que marcar las decisiones de los políticos. “Lleguen a un acuerdo rápido y definitivo para garantizar el control de la pandemia”, afirman los científicos que han firmado el manifiesto.
Más financiación para los hospitales
Otro de los puntos es que se apueste por la investigación y que la ciencia cuente con un “presupuesto adecuado” que haga avanzar los estudios sobre el coronavirus. “Conviertan la salud pública en el centro de todas sus políticas. Si la salud es lo primero, seamos consecuentes”, subrayan. En este sentido, el manifiesto reclama también una mejor financiación de los hospitales y más colaboración entre centros sanitarios porque, sostienen los científicos, así se podrá “atender mejor” a los pacientes con covid. El objetivo es poder ofrecerles una asistencia integral que trate las “secuelas físicas o psíquicas” que puedan derivarse de la enfermedad.
Los científicos también son claros en el mensaje en contra de la desinformación y el mensaje del miedo que alimentan a los antivacunas y los negacionistas de los efectos del coronavirus , y por eso insisten a los representantes institucionales que eviten usar la sanidad pública como "ariete político" y, en cambio, la presenten como "una herramienta de información, prevención y concienciación social".