Barcelona

"Creía que venía el 'president'... pero son niños en bicicleta"

Los bicibús se extienden en Barcelona como una forma sostenible y reivindicativa de hacer desplazamientos por la ciudad

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El bicibús del Ensanche ensartando la calle Entença este viernes por la mañana

Barcelona"Creía que venía el rey o el president... pero son niños en bicicletas", comenta, sorprendida, una vecina en la calle Entença de Barcelona. Por delante suyo ha pasado un grupo de familias ciclistas encabezadas por dos agentes de la Guardia Urbana, también en bicicleta, y escoltado por coches y motos policiales para proteger a los niños del tránsito agresivo de primera hora. Especialmente en la calle Entença, por donde circulan diariamente unos 20.000 vehículos. Son las 8.40 de la mañana y la calle estalla en un aplauso: el primer bicibús del Eixample ha llegado más que puntual a su destino: la antigua prisión Modelo, donde ahora hay dos escuelas en módulos provisionales. ¿Y qué es exactamente el bicibús? La forma como se están organizando las familias de algunas escuelas para llegar juntas hasta los centros ocupando la calzada y haciendo paradas para ir recogiendo a quienes se incorporan a medio trayecto.

"Es una forma de empoderarnos y dar la calle a nuestros hijos. Si las calles son para los niños y la gente mayor, las ciudades son mejores", explica Helena Vilardell, que es maestra en la Escuela Elpetitmiquel de Vic, el primer lugar de Catalunya donde se puso en marcha una iniciativa de este tipo. Primero con dos maestras y nueve niños, y por la ronda de Camprodón, la calle más transitada de Osona. "La idea era ir juntos para sentirnos seguros en la calzada", detalla Vilardell. El proyecto se extendió primero por diferentes escuelas de Vic, ya con implicación de las familias en la organización, y después por otros municipios, como Sabadell y Barcelona, donde el curso pasado ya había rutas para llegar al Col·legi Reial Monestir de Santa Isabel, en Sarrià-Sant Gervasi. Visto el buen recibimiento de la prueba de Vic, Vilardell y Eduard Folch impulsaron Canvis en Cadena, una iniciativa colaborativa para compartir información con todas las asociaciones de familias interesadas en impulsar un bicibús y desarrollar una app donde se puedan registrar las paradas y los usuarios de cada ruta. Ahora se hacen en 18 municipios y se calcula que movilizan a medio millar de niños.

El bicibús del Eixample ocupando la calle Entença este viernes por la mañana.

El del Eixample, que se ha estrenado hoy y que como mínimo en las dos primeras ediciones tendrá protección de la Guardia Urbana, ha salido de delante del Mercado de Sant Antoni con una veintena de familias de las escuelas Joan Miró, Entença y Xirinacs, y ha ido sumando hasta llegar a la calle Entença, que es el escenario de la reivindicación. Aquí las escuelas piden "un carril bici seguro". "El objetivo es que la movilidad sostenible tenga su espacio también en una calle tan transitada", explicaba Joan Marc Montserrat, de Camí Amic –una entidad que también se ha implicado en la organización del bicibús–, momentos antes de dar el pistoletazo de salida a la ruta. La reivindicación no es nueva, sino que ya se ha dejado oír en iniciativas como las de los cortes de tránsito ante las escuelas que se hacían el curso pasado. "Ocupar la calzada con las bicis los viernes nos sirve para reivindicar que no hay una ruta segura para hacer con niños hasta las escuelas de la calle Entença en bicicleta", añade Genís Domínguez, uno de los padres que han impulsado la iniciativa.

Calles para todo el mundo

El balance de este primer viernes es muy positivo. "Es una forma muy agradable de empezar el día y una reivindicación de que la calle, tanto las aceras como las calzadas, tiene que ser para todo el mundo, y poner en entredicho la hegemonía del coche y la moto", celebraba Laia Sànchez Amat, madre de la Escola Xirinacs, una vez completada la ruta. La duda, apuntaba, era cuál será el comportamiento del tránsito si el bicibús empieza a funcionar sin protección de la Guardia Urbana. Este viernes agentes en moto cortaban el tránsito en las calles que cruzan la ruta del bicibús para evitar que el grupo de ciclistas se dividiera, y los que tenían más trabajo eran los coches y motos policiales de la cola, que recibían las insistentes preguntas de conductores que no entendían que se cortara una vía principal de la ciudad en hora punta. "Tenemos prisa, ¿no podemos pasar por el lado?", repetían algunos motoristas.

Si el bicibús funciona más adelante sin el apoyo policial, serán los mismos adultos del grupo –en este caso tiene que haber siempre un responsable por familia– los que se repartan las funciones de conductor –quien gestiona la cabecera–, revisor –gestiona la cola– y flanqueador –para el tránsito de las calles que cruzan el itinerario–. Desde el Ayuntamiento apuntan que el acuerdo cerrado es hacer el acompañamiento con Guardia Urbana durante las dos primeras ediciones del bicibús del Eixample por la calle Entença y que a partir de aquí habrá que valorar por dónde es "más conveniente y sostenible" hacer el trayecto. No descartan que pueda pasar al carril bici de Calabria, un paso que eliminaría la parte reivindicativa de ocupar una vía principal en hora punta. Tras las dos primeras ediciones, por Entença y con Guardia Urbana, se hará una valoración para decidir cómo continúa. Lo que ha cedido el consistorio es un espacio en la Modelo para que funcione como parking de bicicletas los días de bicibús. Hoy, entre las familias, sentimiento de reconquista de la calle.

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