Casi desahuciados por error

BarcelonaEl martes 7 de septiembre, una vecina de Blanes recibió una llamada que no olvidará nunca: un vecino de la finca le avisaba de que les habían "tirado abajo" la puerta de casa. Habían intentado desahuciarla, a pesar de que el piso es propiedad suya y lo tiene todo en regla. Cuando llegó ante el inmueble, se lo encontró tapiado con una puerta antiokupas. Enganchada con celo encima de la nueva placa de acero blindada, había una hoja de papel con un número de teléfono. Al otro lado, le respondió una procuradora. "Me dijo que todo era un error y que lo sentían mucho", explica al ARA la afectada, que prefiere no decir su nombre.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) consultadas por esta redacción admiten la equivocación. Aquel día la comitiva judicial responsable del procedimiento tenía orden de ejecutar el desahucio del segundo primera, pero los pisos estaban mal señalizados y acabaron entrando en otro domicilio, explican. Las mismas fuentes aseguran que el mismo día se entregaron las llaves a los afectados.

Efectivamente, aquel martes, la vecina casi desahuciada pudo volver a entrar en la vivienda. Pero todavía la esperaba una "sorpresa" más: por suerte no se habían llevado nada del piso, pero en el recibidor se encontró los pedazos de la puerta destrozada y agujeros en la pared que hicieron mientras intentaban instalar una alarma antiokupas. Las fuentes judiciales consultadas explican que el papel de la comitiva judicial se limita a ejecutar la orden judicial de lanzamiento.

A partir de aquí, son unos operarios contratados por la persona o por la empresa que insta al desahucio quienes cambian la puerta y colocan las alarmas. En este caso se trata de una entidad bancaria. "Hace más de 15 días y todo sigue igual. Hemos abierto una reclamación amistosa con el seguro, pero van pasando los días y nadie se pone en contacto con nosotros", se queja la afectada. Confía que de una manera u otra les acabarán restituyendo la puerta y arreglando las paredes, pero "el susto" ya no se lo saca nadie. "Sabíamos que en la finca había pisos okupados, pero no te esperas que te toque a ti". De hecho, fue uno de los vecinos okupas quien la alertó del error aquel día.

El precedente

No es la primera vez que trasciende un error a la hora de ejecutar un desahucio. A finales del febrero pasado, Rosario Bravo, una mujer de 97 años, también fue desahuciada por error en el Hospitalet de Llobregat. Las circunstancias de su caso recuerdan a las de la familia de Blanes. El lanzamiento se ejecutó mientras ella estaba fuera de casa y el motivo de la equivocación fue idéntico: la comitiva judicial tenía que desalojar el ático 1ª y, por error, entraron en el sobreático 1ª.

Pero en ese caso le vaciaron prácticamente todo el piso y la familia estuvo batallando por que la inmobiliaria que había instado el procedimiento le devolviera las pertenencias y los recuerdos de toda una vida. De hecho, la Fiscalía pidió que se investigara el procedimiento porque consideraba que podía constituir un delito de apropiación indebida.