Polémica con el problema de la fiebre de Mario: ¿se ha sido menos exigente en las competencias básicas?
En los últimos días se ha viralizado uno de los ejercicios 4º de ESO con críticas sobre su poca dificultad

Barcelona"Este es un ejercicio de 4º de ESO: ¿me estás diciendo que los alumnos de ESO no saben contar?" Mensajes como éstos se han esparcido este fin de semana por las redes sociales acompañados de un problema matemático. Mario, un niño de 7 años, tiene fiebre y sus padres le van quitando la temperatura durante el día.
El ejercicio forma parte de una de las cinco actividades que todos los alumnos de 4º de ESO de los institutos catalanes tuvieron que responder la semana pasada en una nueva edición de las pruebas de competencias básicas, el principal termómetro que tiene el Govern para analizar el nivel académico de los estudiantes. Sólo dos días después de que los alumnos de 6º de primaria y 4º de ESO pasaran las pruebas, el Consejo Superior de Evaluación –el órgano que organiza cada año las pruebas en Cataluña– ha publicado todos los ejercicios de las pruebas de este año y también las correcciones.
En el caso de las pruebas de matemáticas del último curso de secundaria, el primero de los ejercicios que aparece es el de Mario, la actividad que ha causado polémica en las redes porque para responder a la primera de las preguntas basta con contar cuántos puntos aparecen en una gráfica.
A pesar del alboroto en torno a la dificultad de este ejercicio, hay que tener en cuenta que ésta es sólo una parte de las cinco actividades –algunas, con una decena de ejercicios cada una– que forman parte de las pruebas. "No considero que las pruebas de este año sean más fáciles ni más difíciles que las de otros años", apunta el profesor de matemáticas del Institut Vidreres Raül Fernández. El docente, que también es presidente de la Asociación de Enseñantes de Matemáticas de las Comarcas Gerundenses (Ademgi), advierte que la dificultad varía en función de cada actividad y que este primer ejercicio puede ser sólo "una primera pregunta para ver si el alumno ha entendido el problema y que puntúa menos que otros apartados, como ocurre con las pruebas PISA, que algunas directamente". Coincide Lluís Mora, formador de docentes de matemáticas y profesor de secundaria jubilado recientemente: "Esta crítica de decir que son demasiado fáciles es bastante repetitiva, pero si te fijas los ítems que se preguntan son similares cada año".
Para Fernández esta primera pregunta más fácil también es clave a la hora de averiguar si en las siguientes actividades –todas son tipo test– el alumno sabe lo que está respondiendo o simplemente "está probando suerte": "Si en la primera no has entendido que aquello es una toma de temperaturas, por mucho que responda las demás bien debemos".
A medida que va avanzando la prueba la dificultad de los ejercicios también aumenta. "Hay ejercicios de enumeración y cálculo; de espacio, forma y medida; de álgebra y de estadística", detalla Mora. Sin embargo, el presidente de Ademgi insiste en que hay que tener en cuenta que estas pruebas evalúan lo realizado hasta tercero de ESO y no hasta cuarto. "No hay trigonometría, no hay sistemas lineales... porque preguntan cosas de 3º, no de 4º. Lo que se pregunta es adecuado y se incluyen todos los contenidos del curso", aclara.
¿Son útiles para comparar generaciones?
Más allá de las pruebas de matemáticas en 4º de ESO de este año –que puede consultar completas aquí, junto con las correcciones publicadas por el Consejo Superior de Evaluación–, otra de las dudas sobre la tabla es si comparar el nivel entre generaciones con ejercicios diferentes puede dar una fotografía real de cómo evoluciona el sistema.
El formador de docentes de matemáticas explica que como cada año la dificultad de las pruebas es similar, a priori sí deben servir para hacer una comparación con garantías. "El marco teórico del que parte siempre es el mismo, por tanto, yo creo que son perfectamente comparables. Las pruebas pueden ser más fáciles o más difíciles, pero si siempre son del mismo estilo pueden funcionar", asegura.
Sin embargo, Mora también apunta que, aparte de realizar un análisis general, la principal función de estas pruebas es que cada centro por separado sea consciente de qué puntos debe reforzar. "La evaluación lo que pretende es hacer una radiografía de lo que está haciendo el centro. Cogen lo que dicen las pruebas y dicen: «En este instituto la parte de numeración y cálculo la tiene floja, por lo que lo que necesita hacer es introducir elementos de trabajo ya desde el primero de ESO para intentar cubrir estas carencias que muestra la prueba de 4º de ES." Ahora bien, a pesar de considerar que las pruebas son útiles, el docente de matemáticas está claro: "Con todo esto no quiero decir que el nivel no sea mejorable. Lo es, y mucho, pero los resultados ya eran francamente preocupantes hace 10 años".