Religión

Empieza el Ramadán del toque de queda

"Estamos en pandemia y no hay excepciones", dice Aicha el Harrak Rabie poco antes de que empiece el mes de ayuno sagrado en tiempo de pandemia

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Musulmanes durante la plegaria a la mezquita Bilala en el barrio de la Salud  de Badalona

BarcelonaSegundo Ramadán en pandemia. Si el año pasado la gran celebración islámica coincidió con los meses duros de confinamiento y mezquitas cerradas, este martes empieza el mes de ayuno sagrado marcado por las restricciones impuestas por el covid, con toque de queda y grupos burbuja, porque el Govern ha rechazado las peticiones de entidades islámicas para poder estar en la calle hasta las 11 de la noche, y no hasta las 10, para permitir la última oración del día en el oratorio. "Nosotros lo entendemos. La gente lo ha aceptado bien y no se ha manifestado en contra de esta decisión", defiende Aicha el Harrak Rabie, secretaria de la mezquita de Martorell y que practica la fe musulmana. "La gente tiene mucho miedo. Estamos en pandemia y las mezquitas son un foco de contagio. No hay excepciones", sentencia mientras admite que Catalunya es de las comunidades más afectadas por las restricciones.

Así, y a diferencia de lo que pasó por Navidad –cuando se permitieron excepciones–, los más de 300.000 musulmanes que se calcula que viven en Catalunya tendrán que cumplir de pe a pa las restricciones de movilidad y socialización vigentes para reducir la interacción y frenar el coronavirus. "El año pasado ya nos tuvimos que adaptar. Se celebró a finales de abril y ya nos pilló en pleno confinamiento, cuando solo podíamos ir a comprar", relata El Harrak Rabie.

Estas restricciones provocan que las dos plegarias más importantes de la jornada, fajr (mañana) e isha (noche), no se puedan hacer en la mezquita de la manera habitual. Desde la mezquita de Martorell han decidido adaptar los horarios. Por ejemplo, el fajr, que tendría que ser a las 5.38 horas con la salida del sol, se hará a las 6.30 en la mezquita. "El último rezo, que es por la noche, es el más importante después de hacer el Ramadán. Se nos va la mitad del Ramadán por el hecho de no poder hacerlo y no poder juntarnos", lamenta Aicha. Además de estas medidas, la reducción de los aforos y las nuevas medidas de higiene para evitar los contagios han condicionado la preparación del segundo Ramadán que convivirá con la pandemia.

Además de la adaptación de las tradiciones a la nueva realidad, se ha añadido un rezo especial por la actual coyuntura. "Todas las oraciones de este año van hacia la pandemia. Hemos hecho una propuesta conjunta que es rezar y pedir a Dios que la pandemia pare. Es una decisión a escala global", explica El Harrak Rabie.

Durante el último mes y medio, la Unió de Comunitats Islàmiques de Catalunya, la Federació Islámica de Catalunya y la Federació del Consell Islámico habían negociado con las autoridades sanitarias que se permitiera aumentar del 30% al 50% el aforo máximo en las mezquitas, así como poder retrasar el toque de queda hasta las 23 h, pero el Govern se ha negado justificando que todos los indicadores epidemiológicos están disparados al alza y no es momento de relajamientos.

Ante esta respuesta, las tres entidades piden a los fieles que sigan las indicaciones de sus imames de cumplir con las medidas restrictivas, en cumplimiento de la ley civil y de los preceptos religiosos. En un comunicado conjunto, las organizaciones aconsejan hacer a la vez las plegarias del maghrib (la de las 20.10) y de la isha, que marca el final del ayuno y tradicionalmente supone una gran celebración en las mezquitas con familias y amigos compartiendo una gran comida.

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