España aprueba el uso del CAR-T, la primera inmunoterapia pública contra la leucemia en Europa

Solo el Hospital Clínic podrá utilizar por ahora este fármaco personalizado, que se exportará a otros centros del Estado en un futuro

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La sala blanca donde se preparan los CARO-T del Hospital Clínico.

Santa Coloma de GramenetDiez años de investigación y más de 6.000 folios de información que avalan su calidad, seguridad y eficacia confirman que la inmunoterapia con CAR-T será el tratamiento del futuro para la leucemia más resistente en Catalunya y España. Un futuro cada vez más inmediato, puesto que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha autorizado este miércoles el uso excepcional y hospitalario del CAR-T ARIO-0001 en pacientes graves de leucemia limfoblástica aguda. Esta terapia génica prometedora se basa en la modificación en el laboratorio de los linfocitos encargados de la respuesta inmunitaria para hacer reaccionar al organismo y que ataque por si solo a las células tumorales. Se calcula que al menos unas 25 personas con leucemia que no responden a los tratamientos convencionales se podrían tratar anualmente en el Hospital Clínic de Barcelona, el artífice de este medicamento personalizado. De momento todas tendrán que tener más de 25 años.

El Clínic es el primer centro con CAR-T en Europa que ha recibido la aprobación de una agencia reguladora para que se pueda utilizar en pacientes sin más opciones terapéuticas. El fármaco es de origen público, financiado a través del crowdfunding y producido en el ámbito estrictamente académico, sin empresas farmacéuticas detrás. Los ensayos hechos en el Clínic con la colaboración del Hospital Sant Joan de Déu han permitido que la Aemps confíe en esta alternativa terapéutica: de los 58 pacientes que tenían una esperanza de vida de pocas semanas, 38 fueron tratados con CAR-T y el 69% continuaban vivos después de un año. El 47% ya no presentaban la enfermedad pasado este periodo. 

El ministerio de Sanidad financiaba hasta el momento dos terapias CAR-T producidas por las farmacéuticas Novartis y Gilead, pero esta es la primera alternativa pública que financiará; un hito en el Estado, puesto que es el primer tratamiento con células modificadas genéticamente que lo consigue. “La autorización tiene que permitir tanto el acceso de pacientes que no tienen otras alternativas de tratamiento, como seguir generando conocimiento sobre el medicamento para que, eventualmente, se consiga una autorización de comercialización centralizada para toda Europa", ha celebrado desde Madrid el jefe del departamento de medicamentos de uso humano de la Aemps, César Hernández. 

El director del Instituto Clínico de Enfermedades Hemato-Oncológicas, Álvaro Urbano-Ispizua, subraya que este medicamento ofrece una respuesta a los pacientes con leucemia limfoblástica aguda muy avanzada y destaca que el ensayo demuestra que el ARIO-0001 produce una respuesta completa en el 70% de estos pacientes. El hecho de producirlo directamente en el hospital, añade, permite “prepararlo en muy poco tiempo” y repetir las dosis si hace falta, un aspecto fundamental teniendo en cuenta la fragilidad de los enfermos. 

Más de 175 profesionales de diferentes disciplinas han participado en la elaboración de este tratamiento, que por ahora solo se usará en el Hospital Clínic, de acuerdo con la autorización de la Aemps. Ahora bien, la idea es que en los próximos años al menos nueve hospitales de toda España –donde se diagnostican un centenar de casos nuevos al año– aprendan a usar el fármaco y también lo puedan administrar. “Estamos abriendo el ensayo clínico para que puedan ir adquiriendo experiencia”, ha explicado Urbano-Ispizua.

El Clínic, pues, quiere exportar este hallazgo donde sea posible. "El método de preparación utilizado para la obtención de nuestro CAR-T es consistente y reproducible y permite rebajar el coste de producción de la terapia para hacerla asequible a las instituciones académicas y que esté disponible para todos los pacientes", apunta el jefe de servicio de inmunología del Clínic, Manel Juan.

El paciente es su propio donante

El Chimeric Antígeno Receptor-T (CAR-T) es un tipo de terapia génica muy compleja y personalizada que tiene muy buenos resultados en enfermos frágiles de leucemia limfoblástica aguda, que suponen entre un 10% y un 15% de los pacientes de esta enfermedad. En estas personas no se consigue parar la proliferación de las células tumorales con quimioterapia o con el trasplante de médula, y acaban haciendo resistencia al tratamiento. Muchos de ellos acaban recayendo y muriendo. “Cuando las opciones de tratamiento se agotan, hacen falta soluciones menos tóxicas y más dirigidas en las que la inmunoterapia puede jugar un papel fundamental”, aseguran desde el Clínic.

Con la inmunoterapia con CAR-T, el paciente se convierte en su propio donante: se extraen los glóbulos blancos encargados de la respuesta inmunitaria (linfocitos T) del mismo enfermo. A través de una técnica que permite la separación de los componentes de la sangre (aféresis), se obtiene una cantidad de linfocitos y estos se reprograman genéticamente en el laboratorio para que puedan reconocer específicamente las células tumorales y atacarlas. Después se vuelven a implantar.

La célula manipulada consigue capacidad antitumoral para actuar por sí sola y parar la proliferación del cáncer. Estos linfocitos modificados individualmente son el producto celular que se obtiene (denominado ARIO-0001) y el fármaco que ha recibido la autorización de uso de la Aemps. Los inmunólogos del Clínic aseguran que pasadas tres semanas ya se puede observar la respuesta en el paciente. "En nuestro caso, el CAR-T se ha desarrollado a partir de un anticuerpo propio creado en el hospital hace más de 30 años y al cual encontramos una nueva aplicación", explica el inmunólogo Manel Joan. 

"Queda patente que el sistema de salud catalán está en la vanguardia de las terapias avanzadas y la medicina personalizada. Hoy el Clínic sois la estrella polar”, ha afirmado la directora del área Asistencial del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), Xènia Acebes, que ha destacado la colaboración entre instituciones y la financiación pública y privada mediante donaciones para lograr este hito. “Tenemos el primer CAR-T no producido por farmacéuticas y nuestra obligación es desplegarlo. Sin duda, este es un punto de partida para que otros CAR se puedan producir en nuestra casa", ha señalado Acebes.

La terapia se ha podido lograr gracias al Proyecto ARI, que recaudó cerca de 1,8 millones de euros provenientes de empresas, fundaciones y asociaciones y particulares. “Hoy es un día de celebración pero también un momento para poner de relieve la investigación sanitaria, que ahora más que nunca, debido a la pandemia, ha demostrado su importancia”, ha afirmado el director general del Clínic, Josep Maria Campistol, en referencia al rápido desarrollo de las vacunas contra el covid.  

Pero el alma del proyecto era Ariana Benedé, que murió el 2 de septiembre del 2016 de leucemia limfoblástica aguda (LLA), y que hasta el último momento luchó para conseguir los fondos necesarios para importar una terapia que entonces solo se usaba en los Estados Unidos y China. Los investigadores han tenido también palabras de agradecimiento para la joven, de quien han destacado su gran entusiasmo. “Hoy es un día de homenaje a Ari. Sería un día muy especial para ella, se lo merecía”, ha afirmado Campistol.

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