“Nos hemos vacunado mil veces y nunca he preguntado qué efectos secundarios podía tener”

Poca preocupación y mucha falta de información entre las personas que recibirán dosis de AstraZeneca

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Karina Deuriendte ha recibido la primera dosis de AstraZeneca este jueves a mediodía, en Girona, y en Pere Padrós la recibió hace dos semanas

Dudas e incertidumbre pero poca preocupación. Las personas que hoy han recibido una dosis de AstraZeneca o que ya la han recibido hace semanas viven de manera desigual las noticias que han aparecido estas últimas semanas sobre la vacuna. Pero, a pesar del revuelo generado, muchos no se han echado atrás y hoy en Girona la cola para recibir una inyección se alargaba por toda la calle de la Creu, que es donde está el principal centro de vacunación de la ciudad, detrás de la Facultad de Enfermería de la Universitat de Girona.

Esperando su turno está Enric Payra, de 65 años, que admite que antes de ir se había informado tanto como había podido. “He preguntado a familiares que son sanitarios, llamé a mi médico de cabecera y hablé con mi sobrina que trabaja en un laboratorio farmacéutico, y todo el mundo me dijo que podía venir tranquilo. Y decidí que era mejor ponérmela”. A su lado, Josep Puig, de 60 años, también reconoce que había tenido dudas, pero quira hierro a toda la polémica: “Nos hemos vacunado mil veces y nunca he preguntado qué efectos secundarios podía tener”. Ahora bien, los dos opinan que ha fallado la comunicación de las autoridades sanitarias: “Nos hemos tenido que buscar la vida para informarnos”, según Enric, y Josep añade: “No sabemos si vamos engañados o no; lo único que sabemos es que no sabemos nada. Desde que nos dijeron la primera mentira cuando éramos pequeños –que los Reyes son los padres– solo nos han dicho una mentira detrás otra”. 

Pese a tener algunas dudas, Josep Puig de Girona ha ido hoy a vacunarse con AstraZeneca

En cambio, quien sí que está muy informado es Pere Padrós, de 63 años, que durante dos décadas trabajó vendiendo fármacos. “Si miras todos los prospectos, tanto de medicamentos como de vacunas, puede haber muchos efectos secundarios. Pero si extrapolas los casos de trombos que ha habido con AstraZeneca son una minoría, y si no te la pones podría ser una condena de muerte”. Él se la puso hace dos semanas –“Tuve que hacer tres horas y media de cola”– y este jueves ha ido a acompañar a su mujer, Karina Deuriendte, de 65 años, originaria de Bélgica. “En mi país se hace muy diferente: no hay nada de colas, después de ponértela te dejan quince minutos sentado en una silla por si tienes algún efecto y los días siguientes te hacen seguimiento”, explica. Los dos aseguran que están muy contentos de haber recibido la primera dosis: “Somos personas de riesgo y, el último año, solo hemos visto tres días a nuestro nieto, que nació el año pasado”. 

En cuanto a los colectivos esenciales, que recibieron la vacuna de AstraZeneca hace algunas semanas, su principal preocupación es qué pasará con la segunda dosis: todavía no se sabe si se la administrarán de otra farmacéutica o les dejarán solo con una inyección. Aun así, la psicopedagoga Tanit Garrido, que trabaja en un centro de personas con discapacidad, asegura que está muy tranquila: “Nos dijeron que de aquí a doce semanas no nos pondrían la segunda dosis. Pues cuando pase el tiempo, ya veremos qué nos toca. Además, entonces supongo que habrá nuevas informaciones y datos más fiables". Una opinión parecida a la de la educadora social Marta Roda, que es muy escéptica con las informaciones que han ido apareciendo: “Cada día van cambiando las noticias y ya no sabes en quiénes puedes confiar y en quiénes no. Hace tiempo que no miro los medios porque no me hace bien. Además, igualmente, ¡ahora ya la tenemos puesta y no podemos hacer nada!”

De hecho, más que preocupación, todos los entrevistados coinciden a la hora de afirmar que lo que más han echado en falta es una voz fiable que explicara claramente qué pasa con la vacuna de AstraZeneca y qué efectos secundarios puede causar.

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