Las lesiones medulares se pueden curar con nanofibras

Un experimento publicado en 'Science' detalla cómo ratones sometidos a graves lesiones han vuelto a andar

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Las nanofibres como las de la imagen han conseguido hacer andar ratones con lesiones medulars graves

BarcelonaLa medicina regenerativa ha conseguido lo que hasta ahora se puede considerar su éxito más espectacular. En un artículo publicado en la revista Science por investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago con la participación del Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC), se detallan los efectos de una nueva terapia que, aplicada a ratones con lesiones medulares, consigue revertirlas y hacer que los animales vuelvan a andar. El experimento, el primero de esta categoría que se publica en el mundo, abre la puerta a ensayos clínicos en humanos con lesiones graves de columna que han perdido la movilidad, así como a intervenir en enfermedades neurodegenerativas como la ELA, el Parkinson o el Alzheimer.

Cuando se secciona un nervio se produce una desconexión; las señales eléctricas que configuran el sistema nervioso no pueden superar el punto de corte. A pesar de que hace años que se intentan fórmulas imaginativas para recuperar aunque sea una parte de las funcionalidades perdidas con la desconexión, el éxito ha sido siempre más bien pobre. Se sabe que los nervios conservan una cierta capacidad regenerativa, cosa que se ha aprovechado, por ejemplo, para introducir implantes electrónicos, sin embargo el resultado final nunca ha sido satisfactorio. Al menos no hasta ahora. El uso de nanofibras sintéticas consigue estimular receptores celulares en los dos lados del corte y formar una matriz extracelular que contribuye de forma eficaz a rehacer la conexión nerviosa entre las dos partes incomunicadas.

El estudio, liderado por Samuel Stupp de la Universidad Northwestern de Chicago, lo firma Zaida Álvarez Pinto como primera autora. Álvarez trabaja actualmente en el grupo Biomateriales para Terapias Regenerativas del IBEC, donde se ha incorporado después de una larga estancia en la universidad norteamericana. La publicación describe cómo con una única inyección de nanofibras en la médula espinal los ratones vuelven a andar apenas cuatro semanas después de la administración. Una vez recuperada la movilidad y en el momento en el que el fármaco deja de hacer efecto, se descompone en forma de material que nutre las células, de manera que pasado un tiempo no queda ni rastro.

Los investigadores ya han solicitado a la FDA, la agencia americana de nuevos medicamentos y alimentos, la autorización pertinente para iniciar ensayos clínicos controlados en humanos. En sus alegaciones los investigadores argumentan que más allá del beneficio potencial para personas con lesiones medulares que causan pérdida de movilidad, podría aplicarse a pacientes afectados de enfermedades neurodegeneratives como la ELA, el Parkinson o el Alzheimer. También especulan que pacientes que han sufrido un ictus se podrían beneficiar. "El secreto de este tratamiento terapéutico nuevo y revolucionario es sintonizar el movimiento de las moléculas para que puedan encontrar y activar adecuadamente a los receptores celulares en movimiento constante", explica Zaida Álvarez. El caso es que ni las moléculas ni las células son estáticas sino que están en movimiento. Las nanofibras, gracias a cambios en su estructura química, consiguen enlazar los receptores celulares y permiten la regeneración del nervio seccionado.

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