Los territorios menos poblados reclaman que se permita la movilidad comarcal antes del puente

Alertan de que los negocios no pueden vivir solo de los vecinos del municipio

Maria Garcia
4 min
Vista aèria de Santa Pau

GironaDieciséis de las 42 comarcas catalanas han pedido al departamento de Salut y al Procicat que avance la ampliación del confinamiento de fin de semana y que la próxima semana, por el puente de la Purísima, se permita la movilidad dentro de las comarcas menos pobladas de Catalunya. A pesar de que pertenecen a territorios lejanos y variados, todas tienen lo siguiente en común: la mayoría están formadas por pueblos medianos y pequeños que no disponen de todos los servicios básicos, y los pocos establecimientos que hay, si solo pueden abrir para los vecinos del municipio, no podrán superar los números rojos que acumulan debido a la pandemia. "Como la gente no puede salir del municipio, ¿que hace? Compra a través de compañías como Amazon para que se lo traigan a casa. Estas empresas están haciendo mucho dinero y las del territorio lo están pasando muy mal", explica el presidente del consell comarcal del Segrià y alcalde de Mieres, David Masot (JxCat).

El primero que hizo la demanda al departamento de Salut y al Procicat fue el alcalde de Sort, Raimon Monterde (Som Poble), quien, a principios de noviembre, solicitó que se permitiera la movilidad comarcal en el fin de semana argumentando que el Pallars Sobirà tiene una densidad de 5 habitantes por km2 y que en toda la comarca viven unos 7.000 ciudadanos. Rápidamente se sumaron a su demanda el resto de municipios del Pallars Sobirà, y los consells comarcales del Pallars Jussà, el Alt Urgell, la Cerdanya, el alta Ribagorça y el Ripollès.

Además, últimamente han hecho la misma petición las comarcas del Gironès, el Alt Empordà, la Selva, la Garrotxa, el Pla de l'Estany, el Solsonès, la Segarra, el Baix Penedès, las Garrigues y el Segrià. Todas solicitan que se avance el confinamiento comarcal del fin de semana –previsto en el plan de apertura a partir del 9 de diciembre– para adaptar las restricciones sanitarias a la realidad que se vive fuera del área metropolitana de Barcelona.

"Hay más gente en cualquier bloque de pisos de Barcelona que en muchos de nuestros pueblos", recuerda el presidente del consell comarcal de las Garrigues y alcalde de la Floresta, Jaume Setó (JxCat). "Una ciudad como Badalona tiene más habitantes que toda la comarca del Pla de l'Estany, que la Garrotxa o que el Ripollès", añade el presidente del consell comarcal del Pla de l'Estany y alcalde de Porqueres, Francesc Castañer (IdP-ERC).

Tanto Setó como Castañer –y el resto de representantes municipales que lo solicitan– sufren, sobre todo, por la supervivencia de los negocios locales. "Por ejemplo, en el pueblo de Sant Miquel (250 habitantes) hay un hostal con restaurante. Pero si el fin de semana solo puede servir a los vecinos del pueblo, no les salen los números. Y es importante entender que estos establecimientos son indispensables para el pueblo, porque, además de restaurantes, son un punto de actividad: la gente va a buscar el pan, el periódico...", recalca el gerundense.

Dudas con la normativa

Todas las comarcas consultadas subrayan que hay que priorizar las medidas para parar el virus, pero también apuestan por adaptar las restricciones a la realidad de cada territorio. "En el Solsonès sólo hay dos municipios con casco urbano, Solsona y Sant Llorenç de Morunys. El resto son todo pueblos diseminados y repartidos, con escasez de tiendas esenciales para adquirir productos indispensables", indica la presidenta del consell comarcal del Solsonès, Sara Alarcón (ERC).

Su homólogo en las Garrigues expone que la normativa te permite ir al supermercado o a la farmacia, pero no está claro si se puede ir a otro municipio para ir a la ferretería o a comprar ropa: "Y la gente tiene miedo de salir porque, si te paran, te pondrán multa o no en función de la interpretación que haga el agente de policía de tu compra". En este sentido, comarcas como la de Alt Urgell también creen que un confinamiento comarcal "facilitaría la vigilancia de movilidad por parte de los Mossos d'Esquadra", según apunta la presidenta del consell comarcal y alcaldesa de Ribera d'Urgellet, Josefina Lladós (JxCat).

Excepciones por las cifras de contagios

Ahora bien, otros territorios con características parecidas y donde los negocios también están sufriendo por la carencia de visitantes el fin de semana, como son Osona o la Vall d'Aran, reconocen que los datos epidemiológicos que registran no permitirían ampliar el confinamiento de fin de semana. "Osona viene de unas cifras muy complicadas y con dos municipios, Vic y Manlleu, que han sido muy afectados, y yo no aceleraría el desconfinamiento ", admite con preocupación el presidente del consell comarcal y alcalde de Sant Julià de Vilatorta, Joan Carles Rodríguez (ERC). Desde el Consell General de Aran coinciden: "Nuestras cifras de contagios hoy por hoy son altas y se está pidiendo el máximo respeto a las medidas para bajar el índice".

De hecho, todos los territorios consultados entenderían que a partir de unas cifras de incidencia se volviera al confinamiento municipal, pero reclaman a la Generalitat "un mejor análisis pandémico del territorio a la hora de aplicar las medidas restrictivas que retardan la dinamización socioeconómica", tal y como expresa la presidenta del consell comarcal del Alta Ribagorça y alcaldesa de Vilaller, María José Erta Ruiz (JxCat).

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