Medio Ambiente

Los trabajos para forzar el litoral del delta del Ebro se alargarán durante cinco años

Las primeras obras del Plan Estrategia Delta comienzan con el recrecimiento de caminos para contener la entrada de agua de mar en los arrozales

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Un tramo de canal en el delta del Ebro, donde se ha situado una estación de bombeo

DeltebreLos campesinos del arroz del delta del Ebro tienen marcada en la memoria la fecha 21 de enero de 2020. “Aquel día el temporal Gloria rompió los caminos de guarda cercanos al mar [de una altura de unos 30 cm] e inundó los arrozales que estaban por debajo del nivel del mar. En algunos puntos, el agua salada alcanzó más de dos kilómetros tierra adentro”, recordaba esta mañana Manel Ferré, presidente de la Comunidad General de Regantes de la Derecha del Ebro. Las fincas que más sufrieron los efectos de la tormenta estaban alrededor de la playa de Marquesa, en el municipio de Deltebre. Y este rincón del Delta es, precisamente, uno de los puntos por los que se ha empezado a implementar la Estrategia Delta, un plan de actuaciones impulsado por la Generalitat para evitar la regresión y la subsidencia –es decir, el hundimiento– de esta zona húmeda del sur del Principado.

Este viernes el conseller de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, ha visitado el Riet de la Zaida de Deltebre, donde se han levantado dos caminos de guarda de cuatro metros de ancho y 1,2 metros de altura, y en la que se ha reforzado una estación de bombeo que funcionará gracias a la energía de una nueva planta fotovoltaica. Todo ello con el objetivo de salvaguardar del agua salada zonas de cultivo que están hundidas, entre 10 y 30 centímetros por debajo del nivel del mar. En los próximos meses se ampliará la red y se actuará en un perímetro de cincuenta y ocho kilómetros alrededor de las lagunas de la Tancada, la Encanyissada, del Canal Vell y de la illa de Buda.

Más adelante, se actuará en la costa interior de las bahías del Fangar y de los Alfacs, que son de titularidad del ministerio. Según el calendario de trabajo establecido por la propia Generalitat, las obras se alargarán durante tres años. Hasta ahora, se han invertido seis millones de euros, de un proyecto global que subirá hasta los cuarenta. "La Estrategia Delta es un ejemplo claro que las soluciones a los problemas de este territorio son posibles cuando implicamos a todos los agentes, como los campesinos, los mejilloneros, los pescadores, los cazadores y tantos otros", ha remarcado el conseller.

Reforzar las playas

Más allá de la recrecida de los cordones de guarda en puntos clave del interior de la llanura deltaica, la Estrategia Delta también prevé el movimiento de tierras para reforzar las playas, con la creación de dunas de protección en la zona de la Marquesa y la illa de Buda y la consolidación de la zona del Trabucador, con la aportación total de unos doce millones de metros cúbicos de arena en el frontal deltaico. El conseller ha recordado que ya "ha terminado el estudio de la diametría de la costa, que ha permitido conocer el tipo de arena disponible en este tramo de litoral y determinar los puntos de donde se pueden extraer tierras".

Según los cálculos del Gobierno, el anteproyecto para los trabajos de movimientos de arenas y refuerzo de las playas podría estar terminado el próximo verano, una vez el ministerio para la Transición Ecológica dé el visto bueno. "Será un proceso administrativo complejo, pero a finales de 2025 deberíamos estar en condiciones de empezar la obra. Calculamos que en unos cinco años la hoja de ruta que hemos marcado en la Estrategia Delta pueda estar ejecutada del todo", ha añadido Mascort. El coste total de la inversión previsto en el plan es de 120 millones de euros que de momento asumirá la Generalitat.

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