Movilidad

Dos accidentes con patinetes cada día en Barcelona

El Ayuntamiento espera que el Estado obligue a los conductores a hacerse un seguro personal

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Un patinete circulante por la Gran Vía en una imagen de archivo

BarcelonaLa vida de Dolores hizo un giro de 180 grados el pasado 9 de diciembre. Como casi cada mañana, salía de casa para ir al gimnasio. Antes de atravesar el carril de servicios de la acera de Gran Vía, miró hacia donde vienen los vehículos y como no vio a nadie, pasó. Un patinete con dos usuarios sin casco que circulaba en dirección contraria la embistió. Además de los golpes y hematomas por todo el cuerpo, el choque le rompió un brazo. Dos meses y medio después, todavía arrastra las secuelas físicas del accidente -no puede cerrar la mano- y tampoco se ha rehecho del batacazo psicológico de lo que pasó: "Me han destrozado la vida, tengo miedo a salir sola de casa", explica al ARA esta vecina de 76 años.

El de Dolores es uno de los 750 accidentes de tráfico con vehículos de movilidad personal que se produjeron el año pasado en la ciudad de Barcelona, una cifra que representa un incremento del 50% respecto al 2020 (478). Cada día se producen al menos dos siniestros con este tipo de vehículos, que han incrementado su presencia de manera "exponencial", según ha explicado el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle. El abogado de Dolores, Albert Ferré, considera que la cifra de siniestralidad todavía es muy alta. "Son aproximaciones porque la mayoría de casos no se llegan a reportar a la Guardia Urbana", explica Ferré.

Para este abogado especializado en accidentes de tráfico, los siniestros con patinetes implicados suponen un "doble" problema, porque la normativa no obliga a tener seguro y esto complica la tramitación de indemnizaciones para las víctimas. "Hace falta controlarlos y limitar la velocidad", subraya. Durante la presentación del balance de siniestralidad del Ayuntamiento de Barcelona, tanto Batlle como la tercera teniente de alcaldía del consistorio, Laia Bonet, han explicado que desde hace unos meses trabajan con la Dirección General de Tráfico (DGT) para que se obligue a los conductores de vehículos de movilidad personal a contratar un seguro. Según Bonet, la propuesta ya está sobre la mesa del ministerio de Economía, "que es quien tiene que elaborar la propuesta sobre el tipo de seguro que tienen que tener", ha explicado.

Batlle ha apuntado que el consistorio barcelonés es partidario de que se trate de un "seguro personal y no del vehículo". El intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, ha asegurado que el cuerpo está "preocupado y ocupado" para combatir la siniestralidad con este tipo de vehículos, no tan solo para reducir los atropellos de peatones, sino también para rebajar las lesiones entre los mismos conductores: el año pasado seis personas resultaron heridas graves sobre un patinete y dos perdieron la vida.

Sin ayudarla

Lo que más le duele a Dolores es recordar que el conductor del patinete ni siquiera se preocupó en ayudarla. "Ni se acercó", recuerda. Fueron los peatones que pasaban por la zona quien la auxiliaron y la peluquera del barrio la que guardó el patinete mientras el chico "corría a esconder la chica con quien iba a un bar", relata. La Guardia Urbana levantó acta, pero Ferré asegura que ha tenido que ser la familia de la mujer quien denuncie el caso al juzgado de guardia.

Dolores ante su casa a en una imagen cedida por la familia.

En su caso, el conductor presuntamente circulaba a más velocidad de la permitida, en dirección contraria, sin casco y con otra persona detrás. Según la Guardia Urbana el año pasado se denunciaron en Barcelona 18.665 infracciones encima de un patinete, el triple que en 2020. En más de la mitad de los casos (10.361) se detectó una conducta de riesgo, 6.951 atestados se levantaron por circular por lugares prohibidos y 1.285 por circular sin casco.

Bonet considera que gran parte del problema es la "desinformación" de los usuarios sobre la normativa. "Hay que incrementar la sensibilización, pero también haremos un acompañamiento de la mano de la Guardia Urbana para garantizar el cumplimiento de las normas", ha asegurado. En el caso de Dolores, Ferré espera que el conductor asuma su "responsabilidad".

Cinco radares de punto nuevos

El Ayuntamiento ha explicado que a partir de septiembre empezarán a funcionar cinco radares de punto nuevos en los puntos negros de siniestralidad de Barcelona. Los otros 27 anunciados por el consistorio todavía no tienen fecha. También se pondrán en marcha 12 dispositivos alrededor de centros escolares. Uno de los objetivos es reducir el exceso de velocidad que se esconde detrás de muchos accidentes. Las otras grandes causas son las distracciones al volante y el consumo de alcohol. El año pasado se registraron 12 víctimas mortales, ocho de las cuales motoristas.

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