El tren de FGC que conectará con las dos terminales de El Prat llegará a finales del 2026

BarcelonaEntre las múltiples asignaturas pendientes en infraestructuras catalanas se encuentra la de poder llegar más deprisa y cómodamente al aeropuerto en transporte público. Concretamente, con un tren lanzadera que conecte Barcelona y las dos terminales de El Prat. Este viernes el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha encabezado la presentación del primero de los diez trenes eléctricos –que son nuevos de trinca– encargados en Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) y en la empresa Alstom. Los convoyes, verdes y blancos, formarán parte de la futura R-Aeropuerto (RA), que se prevé que entre en funcionamiento en el 2026 –como máximo a principios del 2027–, y deben resolver este problema.

Los trenes cuentan con pantallas conectadas con la información de los vuelos, espacio para maletas y bicis, y son accesibles para personas con movilidad reducida y problemas auditivos. Los convoyes disponen de 202 asientos y una capacidad total de 656 viajeros, y el servicio tendrá una frecuencia de paso cada 15 minutos y una duración de unos 20 minutos. Este tren conectará siete estaciones –Sant Andreu, La Sagrera, Clot, Paseo de Gracia, Sants, Bellvitge y El Prat– con las dos terminales del aeródromo. Actualmente, los trenes de Renfe llegan hasta la T2, y la L9 del metro hasta la T1 y la T2.

"Es necesario una Catalunya más conectada internamente y con el resto del mundo. Un aeropuerto más eficiente debe estar bien conectado a la red de transporte público del país: con Cercanías, en metro, en el autobús y, próximamente, a finales de 2026, con FGC", ha afirmado Illa desde la fábrica de Alstom en Occidental (Santa Perpètua).

En este sentido, el presidente ha subrayado que este nuevo servicio garantizará un acceso "más fácil, rápido y fiable" al aeropuerto. FGC ha invertido un total de 177 millones de euros en este proyecto, de los que 107 pertenecen al diseño, fabricación y puesta en marcha de los nuevos vehículos y 70 para las labores de mantenimiento durante 15 años.

La empresa Alstom ya presentó el modelo de trenes hace apenas un año en el marco del salón de movilidad Tomorrow Mobility. El presidente de Alstom España y Portugal, Leopoldo Maestu, ha comparado la llegada de este servicio a Barcelona con los que ya están operativos en grandes ciudades europeas como Leonardo Express en Roma o el Sprinter en Amsterdam; ambos servicios consolidados y con un trayecto de media entre el centro de la urbe y el aeropuerto de tan sólo 30 minutos.

En el mes de abril empezaron las obras del taller donde Alstom realizará el mantenimiento de los trenes durante los próximos 15 años, y este viernes han comenzado las pruebas de validación de este primer tren en las instalaciones de Santa Perpètua de Mogoda. Es la última fase de las pruebas que se realizan en la fábrica antes de iniciarlas sobre la infraestructura de Adif. El presidente Illa también ha concretado que FGC contratará a 70 nuevos maquinistas para ejecutar el servicio. Al acto también asistieron la alcaldesa del municipio, Isabel García; la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Energética de la Generalitat, Silvia Paneque, y el presidente de FGC, Carles Ruiz.

Un retraso tras otro

La historia de este servicio se remonta al año 2017, cuando Josep Rull, entonces consejero de Territorio y Sostenibilidad, avisó al ministerio de Fomento –en manos del gobierno del PP de Mariano Rajoy– de que sería FGC quien operaría la nueva línea de tren entre Barcelona y el aeropuerto, y no Renfe. Lo hizo como respuesta a los continuos retrasos en las obras y aduciendo las competencias del Govern para escoger al mejor operador. Ahora bien, un año más tarde, una vez que la tuneladora de Adif acabó de hacer el agujero que conecta la capital catalana con la estación de la T1, estalló un conflicto entre ambos operadores por la gestión de la infraestructura.

Mientras el ejecutivo catalán mantenía la promesa que había hecho Rull un año antes, desde Madrid aseguraban que todavía no se había tomado la decisión final en favor de Renfe, y el pulso entre ambas compañías afectó al calendario ya la toma de decisiones. Pese al toma y daca, el gobierno español dio luz verde en 2020 a la licitación del enlace del ramal entre la línea Barcelona - Tarragona hacia las terminales T2 y T1 y FGC comenzó los trámites para licitar los nuevos trenes de la R-Aeropuerto. Sin embargo, Renfe insistía en que no quedaba claro quién gestionaría el servicio y mantenía que la mejor opción era que lo hiciera la operadora española, ya que el tren circulará por una de sus líneas de Cercanías.

Aparte del enfrentamiento entre FGC y Renfe, las obras de la infraestructura a cargo de Adif avanzaban más lento de lo previsto; una piedra más en el zapato del calendario que marcaba el inicio del servicio en el 2024. A pesar de los múltiples retrasos y la pugna entre empresas, Govern y FGC siguieron trabajando para poner en marcha la línea y, con el anuncio de este viernes, parece que por fin se encara la recta final.