El Nobel de física reconoce a los teóricos del cambio climático
Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi son considerados los padres de la teoría de los sistemas complejos
BarcelonaUn sistema complejo lo es tanto como su propia definición. No hay consenso sobre qué es o cómo se organiza más allá de decir que está formado por múltiples partes interconectadas que actúan como un todo global. Este conjunto que resulta de la interconexión aporta más valor que la suma de cada una de las partes y es justamente la relación que se establece entre ellas la que define sus características. Por ejemplo, la definición de un hormiguero como un superorganismo, el sistema nervioso de un animal superior, el conjunto de estrellas y galaxias o el cerebro. En todos los casos hay muchas partes interconectadas pero es el conjunto lo que les da valor. El mismo criterio se puede aplicar al clima y al estudio del cambio climático, tal como han demostrado Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi, todos ellos físicos teóricos, que han ganado el premio Nobel de física 2021.
Los investigadores han sido reconocidos por haber propuesto las bases teóricas de estos sistemas complejos y haber formulado modelos matemáticos que han permitido su simulación informática. Manabe y Hasselmann compartirán la mitad de los 10 millones de coronas suecas con las que está dotado el premio por la aplicación de sus teorías y modelos al proceso de cambio climático, y Parisi por su contribución a entender los procesos caóticos y los materiales desordenados.
La investigación de los tres galardonados se inició hace más de 40 años. El japonés Syukuro Manabe, que ha desarrollado casi toda su carrera científica en la Administración Nacional de los Océanos y de la Atmósfera (NOAA) de los Estados Unidos, desde donde se estudian el clima y la atmósfera, fue uno de los primeros físicos que desarrolló modelos en 3D del clima y su previsible evolución. En buena parte, fue el creador de los modelos que actualmente simulan el clima en los modernos superordenadores. También fue el primero, ya en la década del 1960, que demostró la influencia del dióxido de carbono (CO₂) en el incremento de la temperatura global.
Klaus Hasselmann, físico del Instituto Max Planck de Meteorología, en Alemania, ha dado un empujón definitivo al desarrollo de los modelos del clima incorporando variables relacionadas con la cuantificación de la variabilidad climática y prediciendo de “manera segura” el calentamiento global. Es decir, a pesar de que el clima es un sistema complejo sujeto a patrones aparentemente caóticos y de difícil predicción más allá de la escala local, se puede llegar a predecir como un todo global, según demostró el físico alemán. Dicho de una manera simple: a pesar de que es difícil de creer, los modelos climáticos funcionan y lo hacen bien. Estos mismos modelos han demostrado ser útiles en las predicciones del cambio climático provocado por la acción humana, en particular de las emisiones de CO₂, que, como se ha verificado posteriormente, tiene un papel protagonista en el calentamiento global desde la Revolución Industrial.
El tercer galardonado, el italiano Giorgio Parisi, profesor de física teórica en la Universidad de Roma La Sapienza, ha centrado buena parte de su investigación en la teoría cuántica de campos y los sistemas complejos. La Academia de Ciencias sueca lo ha galardonado "por el descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones de los sistemas físicos desde la escala atómica hasta la planetaria". Sus trabajos permiten entender materiales y fenómenos diferentes y, aparentemente, no solo en la física sino también en otras áreas muy diferentes, como las matemáticas, la biología, la neurociencia y el aprendizaje automático.
El premio Nobel de física está dotado con 10 millones de coronas suecas, cerca de un millón de euros. Lo concede la Academia Sueca de Ciencias y, en parte, la academia noruega, puesto que en el momento de su creación los dos países estaban unidos. La ceremonia de entrega se celebrará el 8 de diciembre. El anuncio del Nobel de física llega al día siguiente del de medicina, que ha distinguido a los biólogos moleculares David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos sobre los receptores de la temperatura y el tacto. Los próximos días se conocerán los galardonados en las categorías de química, literatura y economía, así como el premio Nobel de la paz.