Incendio

Una pasajera del tren atrapado por el fuego en Begís afirma que saltaron por las dudas de la conductora

El gobierno valenciano admite la existencia de "versiones opuestas" y pide esperar a los informes elaborados con las cámaras del tren

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Un tren parado en la estación de Caudiel, que forma parte de la línea Valencia-Zaragoza.

ValenciaVirginia, una mujer de 30 años que viajaba en el tren que se vio rodeado por las llamas del incendio de Begís, en el País Valenciano, en cuyo incidente resultaron heridas una decena de personas, ha relatado la angustia que sufrieron los pasajeros. "Las llamas estaban literalmente al lado" de la vía, relató la testigo al diario Las Provincias, donde dice que, junto con una veintena de los pasajeros, optó para abrir el convoy y huir andando por las vías, mientras la maquinista intentaba volver atrás y les advertía de los peligros de dejar el vehículo.

El de Virgina no es el único testigo que evidencia el miedo y la incertidumbre de los pasajeros al verse tan cerca de la bola de fuego que se acercaba. Muchos de los viajeros cuestionan incluso que se autorizara la salida del tren de la estación de Valencia a las 16.22 horas en dirección a Zaragoza sin que nadie advirtiera de la proximidad de las llamas. Media hora más tarde, la maquinista paró el convoy para intentar deshacer el camino, pero según esta viajera el mecanismo para retroceder se bloqueó y, en medio de escenas de confusión, el grupo aprovechó para bajar del tren y marchar en dirección opuesta al incendio.

"Los pasajeros que se quedaron dentro no resultaron heridos"

La versión de la joven no coincide demasiado con la ofrecida por Renfe. La compañía defiende que cuando el tren se paró por la proximidad del fuego –con la intención de dar marcha atrás– algunos viajeros, asustados, decidieron salir de los vagones, pero que volvieron a entrar al verse rodeados por las llamas y sufrir algunas quemaduras. Así mismo, afirma que la maquinista pidió a los viajeros que no bajaron del convoy, que la trabajadora se cambió a la cabina posterior con rapidez y que los pasajeros que se quedaron en el interior no resultaron heridos. También Adif, la empresa pública responsable de la explotación de la línea, ha afirmado que en todo momento se cumplieron los protocolos internos para casos excepcionales y ha justificado que dio permiso de circulación al tren porque no tenía constancia de ningún incendio.

Ante la divergencia de los relatos, este jueves el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, no ha dudado en admitir la existencia de "versiones opuestas" y que esta disparidad obliga a "analizar lo sucedido desde el rigor". En este sentido, ha defendido la necesidad de esperar a conocer los informes que elaboran sobre el incidente Renfe y la misma Generalitat, y ha destacado que serán unos documentos que contarán con la información que aportan "las cámaras de seguridad del tren". En esta línea, y sobre una posible falta de comunicación entre el centro de mando avanzado del incendio y Adif, ha insistido en la necesidad de esperar antes de emitir un juicio.

Quien también ha pedido que se aclaren los hechos han sido el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas. El primero ha defendido que "es evidente que ha existido un error grave que ha puesto en peligro vidas humanas" y ha solicitado conocer los detalles de lo que ha pasado. La segunda ha anunciado que su partido pedirá la comparecencia urgente de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez Jiménez, y del secretario autonómico de Seguridad y Emergencias de la Generalitat, José María Ángel. A estas peticiones ya ha contestado la portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, que ha afirmado que el ejecutivo estatal no tendrá ningún problema en comparecer, eso sí, respetando los tiempos de la investigación.

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