Salud

Un análisis de sangre detecta el Alzheimer antes de los síntomas

Sant Pau codiseña un test tan fiable como la neuroimagen o las punciones lumbares

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El test codiseñado por el Sant Pau se presenta como una alternativa menos invasiva para detectar precozmente la enfermedad.

BarcelonaDetectar el Alzheimer, incluso en estadios precoces de la enfermedad, es posible utilizando únicamente una muestra de sangre. Así lo constata una investigación internacional en la que ha participado el Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau y que ha culminado con la creación de un test que busca la proteína tau fosforilada 217 (p-tau217), un biomarcador neurodegenerativo que se acumula en grandes cantidades y se libera en sangre incluso antes de los primeros síntomas. Según sus creadores, esta prueba tiene una precisión de entre el 90% y el 95% y su fiabilidad es comparable a la de otras pruebas como las neuroimágenes o las punciones lumbares, pero es mucho menos invasiva.

El desarrollo de esta herramienta se ha publicado este martes en la revista JAMA Neurology y, según los investigadores, incorporarla a la práctica clínica podría reducir hasta en un 80% la cantidad de pruebas adicionales que se piden para confirmar la presencia de la enfermedad. Lestudio recogió las muestras de un total de 786 participantes con una edad media de 66 años.

El procesamiento de las muestras se realizó en Suecia y los resultados validaron que el uso del test proporcionaba información esmerada de la situación cerebral de los afectados, ya que la p-tau217 se segrega en la sangre desde estadios muy tempranos y los niveles aumentan a medida que la enfermedad también progresa y, por tanto, se agravan los síntomas y el deterioro cerebral.

Con estos datos, dicen los investigadores, será posible perfilar qué enfermos se pueden beneficiar más de nuevos tratamientos como el lecanemab, un anticuerpo monoclonal que ralentiza el deterioro cognitivo y que espera recibir el aval de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en breve. El investigador del Grupo de Neurobiología de las demencias en el Instituto de Investigación Sant Pau y responsable de la plataforma de biomarcadores de la Unidad de Memoria del Sant Pau, Daniel Alcolea, asegura que “de todos los biomarcadores que se están estudiando actualmente , éste es el que ha dado mejores resultados”.

Mejor evaluación

Hace unos años, la única posibilidad de detectar esta enfermedad neurodegenerativa era el estudio post mortem del cerebro. Con el tiempo, se han ido incorporando la resonancia magnética, la exploración por tomografía computarizada (TC) y las neuroimágenes por tomografías por emisión de positronesis (PET). Pero todas ellas tienen un coste elevado. También han tenido protagonismo los análisis de líquido cefalorraquídeo que, a través de una punción en la parte inferior de la columna, pueden confirmar o descartar si el deterioro cognitivo es causado por el Alzheimer. En el líquido cefalorraquídeo (que rodea el cerebro y la médula) se pueden medir señales importantes de la neurodegeneración, como son la proteína beta-amiloide y la proteína tau, con una fiabilidad del 90%. Ahora bien, tiene un alcance limitado por ser una técnica muy invasiva, que requiere la sedación del paciente.

Ahora la investigación está orientada a encontrar biomarcadores en sangre que permitan realizar el diagnóstico del Alzheimer de una forma menos agresiva para el afectado. Dado que con estos análisis de sangre también se puede seguir la evolución de la enfermedad, se podrá comprobar cómo funcionan los tratamientos. “Estos resultados ponen de relieve la importancia de la p-tau217 como una herramienta de cribado inicial para el deterioro cognitivo”, concluyen los investigadores.

El investigador y director del Servicio de Neurología del mismo hospital, Alberto Lleó, asegura en un comunicado que “la implementación de este tipo de prueba podría mejorar significativamente la evaluación clínica y el reclutamiento de ensayos clínicos, así como facilitar la gestión de los pacientes y proporcionar acceso oportuno a terapias modificadoras de la enfermedad”.

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