El avance de la integración social y sanitaria en Cataluña, "atípica" en el Estado
La ley de la agencia que debe coordinar ambos servicios debe aprobarse el próximo jueves en el Parlament
BarcelonaEn Catalunya, el avance en integración social y sanitaria es "innegable y atípico", y otras comunidades autónomas tienen "mucho camino aún por avanzar", admitió este miércoles el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en una visita a Barcelona para participar en el X Congreso Internacional Dependencia y Calidad de Vida. A su vez, la secretaria de Estado de Derechos Sociales, María Rosa Martínez, ha subrayado que por primera vez en el Estado existe un "consenso" autonómico para impulsar la coordinación de la atención social y de la atención sanitaria, pese a que sólo existe un sistema nacional de salud y diecisiete de servicios sociales y que la "diferente potencia presupuestaria de cada uno es un reto".
El X Congreso Internacional de dependencia y Calidad de Vida –organizado por la Fundación Edad&Vida– ha reunido a 600 profesionales entre el 11 y el 12 de noviembre en uno de los principales foros internacionales del sector del envejecimiento y la dependencia, en los que se ha reflexionado, se han propuesto medidas y se han propuesto medidas y se han propuesto medidas accesible. Uno de los platos fuertes ha sido la mesa redonda sobre integración sociosanitaria con los dos secretarios de Estado y el presidente del Congreso, Josep Maria Via, que ha recordado el papel primordial del Estado en el ámbito legislativo y económico a pesar del modelo de transferencia de competencias.
El acto lo ha moderado el exconseller de Derechos Sociales y presidente de la comisión de Salud del Parlament, Carles Campuzano, que ha recordado que el próximo jueves el pleno aprobará el proyecto de ley de la Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria de Catalunya. "¿Por qué ha costado tanto llegar?", preguntó. Para Vía, porque "la persona es una y el sistema está muy fragmentado: necesitamos una política que minimice las dificultades de tener dos interlocutores". Si se aprueba la ley, ha dicho, será una gran noticia per se. "Lo ideal sería que estuviera totalmente unificada y bajo un único mando político, con un director y un presupuesto propio", valoró.
Falta de presupuestos
Martínez ha recordado que el sistema de dependencia cumplirá en breve 20 años y tiene un millón y medio de beneficiarios, pero también ha admitido que sólo cubre el 30% de las necesidades de los usuarios. Y Padilla ha defendido que hay que evitar que sea el sistema sanitario el que "fagocite" al social. De hecho, la falta de presupuestos se ha abordado como uno de los retos de futuro inmediato para resolver la falta de manos en las residencias, las listas de espera para acceder a prestaciones o plazas, o la modernización de infraestructuras. "Podemos tener un modelo muy bonito, pero necesita recursos", ha admitido Martínez, si bien ha defendido que el ejecutivo hizo una inversión récord en 2024 (3.400 millones de euros), ha desencallado 500 millones para la ley ELA y ha adquirido "el compromiso", aunque no la obligación, de que las administraciones implicadas en dependencia financien el sistema al 50 por ciento.