Baja el malestar emocional de los catalanes, pero uno de cada cinco sufre ansiedad

BarcelonaDespués de unos años marcados por la pandemia, que agudizó el malestar emocional e hizo detonar los trastornos de la salud mental de muchos catalanes, la Encuesta de Salud de Catalunya (ESCA) con datos de 2024 constata una bajada de esta problemática. Si en 2022 el 11% de la población mayor de 15 años comunicaba tener síntomas compatibles con la depresión o sentir malestar emocional intenso, actualmente este porcentaje se ha reducido a la mitad (5,8%).

Por primera vez, la ESCA ha medido de manera específica el sufrimiento de la ansiedad, y evidencia que un 7,5% de la población adulta manifiesta sentirse afectada por síntomas moderados o graves. Esta respuesta corporal es más habitual en mujeres que en varones. En cuanto a la prevalencia de depresión moderada o grave, el informe señala que ha experimentado un descenso significativo respecto a 2022, pasando de aproximadamente un 11% de la población adulta hasta el 5,8%.

La nueva entrega de la ESCA indica que se ha producido una mejora significativa en el bienestar emocional, y que la salud mental de la población apunta hacia una tendencia positiva. Además, el informe refleja que más adultos consideran que pueden contar con un entorno de soporte que los sostiene en los momentos difíciles. Sin embargo, las diferencias entre sexos, edades y condiciones socioeconómicas recuerdan que todavía queda camino por recorrer.

Según este informe, sólo uno de cada diez adultos tiene un nivel bajo de bienestar emocional. Por sexos, el 6,9% de los hombres y el 13,1% de las mujeres afirman sufrir desconfort psicológico, que aparece ante emociones difíciles, intensas o desagradables, que les cuesta gestionar. Estas cifras representan una mejora respecto a la edición de la ESCA de 2022, cuando casi una de cada tres mujeres (27,4%) y uno de cada cinco hombres (20,4%) presentaba malestar emocional. Sin embargo, las personas de 74 años o más, especialmente las mujeres, así como las de clases sociales menos favorecidas y con o sin estudios primarios, siguen mostrando niveles más bajos de bienestar.

Mejora la salud mental en niños

Entre los niños de 4 a 14 años, los problemas de salud mental también han disminuido y actualmente se sitúan en un 5,7%. Ahora bien, las desigualdades persisten: los niños y niñas de familias con menos recursos o con padres con estudios primarios o sin estudios tienen una mayor prevalencia de tener problemas de salud mental que los que tienen padres universitarios.

Otros datos de la encuesta confirman que el ocio sedentario sigue siendo notable entre los niños. El 42,6% de los niños y el 36,4% de las niñas pasan más de dos horas diarias frente a una pantalla -sea móvil, televisión, ordenador o videojuegos-, una práctica que también es más frecuente en los grupos sociales más desfavorecidos. Aún así, las cifras son más bajas que durante los años de pandemia, cuando este hábito tocó techo: el 52,7% de los niños en el bienio 2020-2021 y el 41,7% de las niñas entre 2019 y 2020.

En cuanto a la salud la mitad han tomado algún medicamento en los últimos 15 días. Concretamente, el 78% de la población considera su salud buena o muy buena –el 82,4% de los hombres y el 74,9% de las mujeres–, aunque el 42% sufren algún problema crónico, con mayor impacto entre mujeres, personas mayores y, de nuevo, clases sociales menos favorecidas. El informe también revela que la mitad de la población de 18 a 74 años (52,4%) tiene sobrepeso: concretamente, el 36,1% tiene sobrepeso y el 16,3% obesidad.

Los datos de la ESCA muestran signos esperanzadores respecto al estigma hacia la salud mental, que parece estar disminuyendo. Cada vez más personas mantienen relaciones estrechas con alguien que sufre un trastorno emocional, y más del 95% de la población ha dado un paso adelante y ha consultado a algún profesional de la salud en los últimos doce meses, especialmente a los jóvenes y mayores de 74 años.