Salud mental

Los efectos de la pandemia entre la juventud: nueve de cada 10 chicas están angustiadas

Aumentan los jóvenes que creen que su estado emocional ha empeorado en los últimos cinco años

ARA
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El centro Reina Sofía y la fundación FAD Joventud estudian el compromiso de los jóvenes en el estudio ?La caja de la masculinidad'

BarcelonaLos efectos de la pandemia todavía colean en la salud mental de la juventud catalana. El 84% de quienes tienen entre 15 y 34 años dicen haberse sentido angustiados o con depresión recientemente, en un porcentaje superior entre las mujeres. Casi nueve de cada 10 chicas ha sufrido angustia, un sentimiento más común entre los grupos de 20 a 25 años. Pero no sólo el género y la edad aumentan las posibilidades de sufrir un malestar emocional, sino que también influyen factores como vivir en una ciudad densamente poblada o formar parte de una familia con ingresos bajos.

Son datos de la Encuesta de Juventud de Cataluña 2002 que ha presentado este viernes el consejero de Derechos Sociales, Carles Campuzano, quien ha señalado que el Gobierno está trabajando para reforzar los programas para cuidar la salud mental en la escuela y atención primaria. Los resultados concluyen que los meses de confinamiento y restricciones a causa del coronavirus han dejado huella entre la juventud catalana: cuatro de cada diez afirman que sólo han recuperado un poco el estado de ánimo anterior a la pandemia, mientras que el 14% admiten que todavía arrastran el malestar pandémico.

Entre los jóvenes el autopercepción de salud empeora levemente respecto a la encuesta de 2017, pasando las categorías de salud general “regular” y “mala” del 10,6% en 2017, al 14,5% en los últimos cinco años. Las mujeres también son las que peor puntúan su estado: un 18% se sienten insatisfechas, por el 11% de los hombres. Por edades, los que tienen un menor bienestar mental son los de 20 a 24 años.

Pero el impacto pandémico no ha sido igual para todos: los que están en paro o inactivos, los que tienen hijos, los que viven en un hogar con ingresos bajos o con progenitores que tienen empleos con menor nivel de estudios presentan niveles menores de recuperación que los que tienen una situación personal más estable social y económicamente.

De la encuesta también se extrae un aumento del consumo de alcohol en exceso en los últimos cinco años (del 39% al 43%), así como un repunte del porcentaje de jóvenes que han conducido borrachos o han subido en un vehículo con un conductor bebido (del 13% al 15%). Por el contrario, se observa una tendencia a la baja en la exposición al consumo de tabaco, puerros, cocaína o sexo de riesgo.

Castellanización de la juventud

La encuesta también pregunta por el uso del catalán, que en la muestra seleccionada de jóvenes de entre 15 y 34 años habría tenido un pequeño resurgimiento de dos puntos en los últimos cinco años. Sin embargo, el aumento se queda muy corto para conseguir igualar los niveles de 2007. El 25% de los jóvenes, uno de cada cuatro, aseguran que viven en catalán su vida cotidiana, mientras que hace 15 años eran el 43%, 18 puntos más. Ante esta situación, Campuzano ha subrayado que continuar con la inmersión lingüística en las escuelas es "clave" para aumentar el uso de la lengua. Los resultados también señalan que en estos últimos cinco años la castellanización ha avanzado: los jóvenes que sólo utilizan el castellano sube en ocho puntos porcentuales, y ya son el 22%, lo que va en detrimento de los que hablan ambos idiomas por igual ( 16%) y los que hacen sólo uso del catalán, 13%, la mitad que en 2021).

La fotografía se completa con que los jóvenes que hablan más castellano que catalán sumados a los que sólo utilizan la primera de las dos lenguas conforman el 44,5% de la población juvenil, una cifra considerablemente más alta que la de los mayoritariamente o exclusivamente catalanohablantes (25,1%). De hecho, son más los que tienen el catalán como lengua en casa, pero fueran utilizan el castellano (14%), frente a los que tienen origen castellano y se expresan regularmente en catalán en sus usos diarios (10%).

Más variados son los usos lingüísticos fuera del domicilio familiar, donde se constata la diversidad de la sociedad y donde se dan múltiples combinaciones de lenguas. En este ámbito, sin embargo, el catalán se apunta el único punto positivo de la encuesta, ya que es la lengua predominante para relacionarse con los compañeros de trabajo o estudios, concretamente lo utiliza el 35%, frente al 32 % que opta por el español. En cambio, entre amistades y desconocidos, casi la mayoría hacen uso del castellano, superando en casi 20 puntos al grupo que utiliza el catalán.

Diferencias por lugar de residencia

Por franjas de edad, los jóvenes de 15 a 19 años y de 20 a 24 hacen más uso del catalán que la media, aproximadamente en un 27%, mientras que el castellano se queda en cerca de un 43%. La distancia se ensancha y el catalán tiene menos hablantes entre las personas de 25 a 34 años.

En conjunto para toda la población entre 15 y 34 años, el área metropolitana es la zona donde la presencia del catalán por encima del castellano es más residual, con sólo un 17% de la población, mientras que la circunstancia contraria se da en aproximadamente el 52%. En las Terres de l'Ebre es donde la lengua catalana es predominante y llega casi a un 60%, mientras que los que utilizan sobre todo el castellano se quedan en poco más del 13%.

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