Salud

Investigadores catalanes avanzan hacia el primer tratamiento de un incurable cáncer de páncreas

Una combinación de quimioterapia e inmunoterapia del VHIO da resultados prometedores para tratar la enfermedad cuando realiza metástasis

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La doctora Teresa Macarulla, en una imagen de archivo.

BarcelonaEl cáncer de páncreas es uno de los tumores con menos tratamientos disponibles. Además, la mitad de los casos se diagnostican en fases avanzadas, cuando ya no existen posibilidades de curación. Los pacientes sólo pueden realizar quimioterapia y su supervivencia cinco años desde el diagnóstico se sitúa cerca del 10%, la más baja de todos los tumores comunes. Ahora investigadores del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) proponen una prometedora combinación de inmunoterapia y quimioterapia que abre la puerta a un tratamiento más efectivo para las personas con cáncer de páncreas metastático, si bien son todavía unos resultados preliminares que es necesario seguir investigando.

La comunidad científica lleva años volcándose en encontrar una terapia que mejore los resultados de supervivencia actuales y alargue la esperanza de vida de los enfermos de cáncer de páncreas, pero de momento no se ha encontrado ningún fármaco que tenga suficiente eficacia . “Somos optimistas. Los resultados son suficientemente esperanzadores para seguir con la investigación”, explica a la ARA Teresa Macarulla, oncóloga médica del Hospital Vall d'Hebron y líder de este estudio que ha publicado la revista The Lancet y se presentó ayer en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica.

Los investigadores catalanes han conseguido que el 42% de los pacientes participantes con adenocarcinoma ductal pancreático avanzado respondan al tratamiento y que su tumor se reduzca. Además, el estudio recoge una supervivencia al cabo de un año del diagnóstico superior a la que tienen los pacientes que sólo reciben quimioterapia. De hecho, la media de supervivencia general de los participantes es de 14,3 meses. "Esta combinación permite un control y una supervivencia de los enfermos superior al tratamiento habitual", afirma Macarulla, aunque insiste en que las conclusiones son "muy preliminares".

La clave de esta investigación es la combinación de la quimioterapia habitual que reciben los pacientes con cáncer de páncreas con un fármaco que activa el sistema inmunitario del enfermo para que luche con las células tumorales. Se trata del CD40 IgG1, un anticuerpo monoclonal; es decir, un medicamento creado en el laboratorio que estimula a un receptor de las células inmunológicas para que éstas se dirijan específicamente contra el tumor y lo ataquen. "Es como pulsar el acelerador del sistema inmunitario", compara Macarulla.

Tras los buenos resultados obtenidos en esta primera fase, los investigadores quieren ahora comparar la respuesta de los pacientes que reciben esta combinación de tratamientos con la de los pacientes que sólo reciben la terapia habitual basada en quimioterapia. El pasado año en Catalunya se diagnosticaron 1.455 personas con este tumor que serían susceptibles de recibir la nueva combinación terapéutica.

Activar el sistema inmunitario

En las últimas décadas han sido determinantes en la lucha contra el cáncer. La llegada de la inmunoterapia, las terapias génicas y la medicina personalizada ha revolucionado el tratamiento de esta enfermedad y ha ayudado a mejorar la supervivencia de muchos enfermos. Sin embargo, no todos los pacientes se han beneficiado de los nuevos tratamientos. El abordaje del cáncer de páncreas es de los que menos ha avanzado en los últimos años, puesto que todas las estrategias que se han probado hasta ahora han fracasado. ¿El motivo? Es un tumor que tiene una alta capacidad de protección frente a la respuesta del sistema inmunitario.

En jerga científica, se dice que son cánceres con un microambiente tumoral inmunosupresor, porque impide la penetración de las moléculas terapéuticas y de las células inmunitarias. Por eso, los investigadores catalanes buscan la forma de incrementar la eficacia de la quimioterapia con estrategias que sí sean capaces de activar el sistema inmunitario del paciente, la primera defensa ante una enfermedad oncológica. "Es uno de los grandes retos que tenemos", concluye Macarulla.

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