Llega a las farmacias la competencia del Ozempic contra la obesidad

BarcelonaLas farmacias empezarán a vender, a partir del 1 de julio, un nuevo medicamento indicado para la diabetes tipo 2 y probado también para la obesidad con buenos resultados en el laboratorio. Se trata de Mounjaro, que se presenta como la competencia directa de medicamentos similares que ya están en el mercado, como el Wegovy o el Ozempic, que sólo está testado para la diabetes aunque también se utiliza para perder peso.

De momento el ministerio de Sanidad ha autorizado su venta en las farmacias, siempre con receta médica, pero no ha incluido a Mounjaro en la lista de fármacos financiados por el sistema de la Seguridad Social a la espera de cómo acaban las negociaciones con la compañía fabricante, Lilly. El fármaco tiene el principio activo de la tirzepatida y se administra por la vía subcutánea. Se presenta con dosis de 5, 10 y 15 miligramos, aunque en el Estado sólo se podrán comprar las dos primeras, que son las que más se utilizan. El precio de la dosis menor es de 271 euros mensuales, y el de la dosis de 10 mg, de 358 euros. Son tarifas más caras que las de sus más populares competidores.

El tratamiento comienza de forma escalonada, con una dosis de 2,5 miligramos durante 4 semanas. Después de este período, se incrementa a 5 miligramos. Si no se logran los resultados esperados, se sube la dosis hasta los 7,5 durante otras cuatro semanas, para después pasar a los 10 mg, ha explicado José Antonio Sacristán, director médico de Lilly España, en la presentación del producto en Madrid. Todos los fármacos comparten la reducción de glucosa en sangre y la reducción del apetito a través de la estimulación de los receptores GLP1 (hormonas en el intestino delgado), pero la principal diferencia es que Mounjaro también actúa sobre los receptores del GIP (otros) proteínas que estimulan la secreción de la insulina) y permite que su efecto sea mayor entre pacientes resistentes a otros tratamientos. Esto es "lo que marca la diferencia —ha dicho Javier Escalada, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (FSEEN)—. Potencia los resultados de la semaglutida". El mecanismo de acción, además de favorecer el control glucémico, hace que disminuya el apetito, aumente la sensación de saciedad y se reduzca el exceso de grasa.

No para estética

Mounjaro ha sido aprobado con dos indicaciones: para la diabetes tipo 2 -que afecta a uno de cada siete adultos en España, la segunda tasa más alta de Europa- y para el control del peso en personas con un índice de masa corporal (IMC ) superior a 27 y con al menos una complicación derivada del exceso de peso o con obesidad –IMC superior a 30–. En cuanto a la diabetes, en los ensayos con tirzepatida más del 90% de los pacientes consiguieron el control glucémico y más de la mitad alcanzaron la normalización –frente al 19,7% que lo logran con semaglutida–, con pérdidas de peso de media de hasta 12,4 kg, el doble que el componente del Ozempic, que es de 6,2 kg. En personas con sobrepeso y obesidad sin diabetes, tirzepatida reduce de media hasta un 22,5% (23,6 kg) del peso a la semana y, además, 4 de cada 10 pacientes consiguieron una pérdida igual o superior al 25 %, cifras que sólo alcanza la cirugía bariátrica.

Pese a los beneficios, Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad, ha insistido en que el medicamento aprobado (como el resto) es sólo "para personas decididamente enfermas", y ha advertido que tomarlo por estética "puede provocar efectos perjudiciales" a largo plazo, porque se altera el sistema hormonal. "No estamos hablando de pérdidas de peso ocasionales por ir a la feria", dijo, y señaló que la obesidad afecta a dos de cada diez adultos en España. Durante los ensayos, el 96% de los pacientes que tomaron Mounjaro tuvieron una reducción del peso igual o superior al 5% a las 72 semanas de tratamiento. También ha dado resultados "espectaculares" en la reducción del perímetro de la cintura de hasta 20 centímetros. Todo esto repercute en un beneficio en parámetros cardiometabólicos clave, como el descenso de los triglicéridos (24,3%-31,4%) y de la tensión arterial (tanto sistólica como diastólica) y un impacto positivo en los niveles de colesterol (con mejoras al HDL y reducciones en LDL), informa Efe.