Se triplica el número de barceloneses intoxicados por fumar cocaína
El Hospital Clínic alerta de nuevos patrones de consumo que aumentan las hospitalizaciones
BarcelonaUna imagen que es cada vez más habitual en las urgencias del Hospital Clínic de Barcelona es que la persona que llega por una intoxicación aguda de droga tenga los agujeros de la nariz de color rosa. Esto es por culpa de un incremento en el consumo de tusis, una mezcla de éxtasis y ketamina que se está popularizando entre los barceloneses. Se esnifa, como la cocaína, y es de color rosa, de ahí que las personas que acaban hospitalizadas tengan las narinas teñidas. El centro está detectando nuevos comportamientos y patrones de consumo de drogas en la capital catalana, alertando de que los casos atendidos por crack se han triplicado en los últimos dos años. Esta sustancia es cocaína cristalizada, que se fuma y puede tener graves efectos para la persona que la toma.
"El consumidor de crack es un consumidor crónico, tiene una situación de dependencia y un nivel socioeconómico muy bajo", ha explicado este martes el responsable de la Unidad de Toxicología Clínica del hospital, Emilio Salgado. El experto avisa de que la diferencia entre esnifar y fumar cocaína es que, cuando se inhala, la sustancia entra mucho más rápido en el torrente sanguíneo, lo que puede tener un gran impacto en la salud de la persona que la consume, que puede sufrir una hemorragia pulmonar e incluso la muerte. El consumo de tusis también se está extendiendo en Barcelona: los casos de intoxicación por esta droga atendidos en el centro se han multiplicado por cuatro en el 2024 y Salgado prevé que va a seguir creciendo en los próximos años porque está de "moda".
El año pasado casi 2.400 pacientes terminaron en las urgencias del Hospital Clínic a causa de una intoxicación por droga. El 63% de los casos atendidos fueron por drogas de abuso y un 25% por intoxicaciones con medicamentos, un tipo de hospitalización asociado a comportamientos autolesivos. Sin embargo, el alcohol sigue siendo la sustancia que más urgencias provoca, con más de la mitad de los casos. La cocaína ocupa la segunda posición, con un cuarto de los casos que terminan en las urgencias. Del total de casos atendidos por esta sustancia, un 10% son por crack, un porcentaje que se está incrementando en los últimos años y que preocupa a los expertos.
Golosinas de cannabis
Otro patrón de consumo que pone en alerta a los profesionales es el aumento de las golosinas de cannabis. Cómo ya avanzó el ARA, son dulces que llevan una sustancia semisintética, es decir, que se obtiene de la planta pero que se modifica en un laboratorio y que puede ser entre 10 y 15 veces más potente que el THC,el principio activo psicotrópico de la marihuana. El año pasado en el Hospital Clínic se atendieron a 24 casos confirmados por intoxicaciones con golosinas de cannabis, una cifra que se ha duplicado en dos años.
Son un tipo de producto que no pasan ningún control de calidad ni de seguridad y, como hace relativamente poco que llegaron al mercado, se desconoce el impacto que pueden tener en la salud mental de las personas que lo consumen, así como el nivel de adición que pueden generar. Además, son accesibles y económicos y la percepción de riesgo es muy baja, puesto que a simple vista es sólo una bolsa de golosinas de colores vivos y llamativos. Por otro lado, los expertos están detectando productos que contienen dosis muy altas, lo que se conoce como sobredosificación y que puede comportar que alguien lo pase mal aunque tenga una tolerancia alta en la marihuana.
La jefa de sección de Farmacología y Toxicología del Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Clínico, Marina Parra, ha explicado que el año pasado detectaron 233 casos de nuevas sustancias psicoactivas, que son drogas que no están controladas por los convenios de Naciones Unidas y que pueden suponer un riesgo.