El Estado vetará el alcohol a los partidos infantiles y permitirá realizar tests de alcoholemia a los menores
El gobierno español aprueba el anteproyecto de ley para reducir el consumo de bebidas espirituosas entre los más jóvenes
BarcelonaMás de veinte años después de que se pusiera por primera vez sobre la mesa del gobierno español, este martes el consejo de ministros ha dado luz verde al anteproyecto de ley de alcohol y menores. Esta norma, presentada por el ministerio de Sanidad, debe servir para restringir el acceso de los más jóvenes a las bebidas espirituosas, reducir su consumo –sobre todo entre los 14 y los 17 años–, retrasar la edad de inicio de la ingesta, protegerlos de sus consecuencias y reducir los episodios de consumo intensivo. La ley incluye medidas que van desde prohibir la bebida alcohólica en centros deportivos, de ocio o espacios dedicados y concebidos expresamente para actividades y espectáculos para menores hasta realizar pruebas de alcoholemia a jóvenes y adultos a los "lugares y circunstancias" en el que está prohibido su consumo.
Según ha explicado la ministra de Sanidad, Mónica García, la intención es proteger a los menores de los efectos nocivos del alcohol reuniendo en una única ley estatal las distintas normas que ya existen "dispersas" sobre el asunto y agrupar las que ya aplican las distintas comunidades, con el "máximo respeto" a sus competencias. "No hay cantidad de consumo que no tenga riesgo ni la buena dosis de alcohol, y menos aún para los menores", ha dicho. Recibido el aval del consejo de ministros, el ministerio publicará el texto del anteproyecto de ley para el trámite de audiencia e información pública. Luego el texto volverá al gobierno español para su aprobación como proyecto de ley y para poder iniciar la tramitación parlamentaria.
En este sentido, el anteproyecto prohibirá el alcohol en todos los centros educativos, así como en centros de protección de menores y residencias de estudiantes. También veta la bebida en los entornos de ocio y deportivos siempre que se destinen a menores. Es decir, en un instituto nadie podría beber alcohol, pero en un campo deportivo sólo estará prohibido si juegan menores, como en un partido de fútbol. Por el contrario, será posible beber en espacios pensados y destinados a adultos aunque haya menores de edad presentes.
Pruebas de alcoholemia
Sanidad quiere que el Ejecutivo español habilite los cuerpos de seguridad para realizar pruebas de alcoholemia, tanto a menores como a adultos, con métodos no invasivos como el etilómetro, en los lugares donde no se puede beber. El texto contempla la posibilidad de suspender las hipotéticas multas a los más jóvenes a cambio de participar en programas preventivos de sensibilización o rehabilitadores.
De hecho, el espíritu de la futura ley es "contribuir a un cambio cultural" desde una orientación educativa, "no punitiva", ha destacado la ministra. Por eso la ley también incluye medidas en el ámbito familiar, como implementar programas para concienciar a las familias sobre los riesgos del alcohol y dotarlas de herramientas para prevenir su consumo en menores, sobre todo si viven en riesgo de exclusión social o con menores con alguna adicción.
La ministra ha recordado que el inicio del consumo de alcohol en España comienza de media a los 14 años. Además, el 76% de los menores lo han consumido en el último año, el 56% en el último mes y un tercio (28%) lo han hecho de forma intensiva. Además, el 92% de los menores dicen tener prácticamente un acceso libre al alcohol. "Tenemos cifras que están por encima de los países del entorno", ha advertido García.
Por su parte, desde la Red de Atención a las Adicciones han valorado positivamente el anteproyecto para romper con la normalización del consumo de alcohol y piden extender la futura ley a jóvenes de hasta 25 años, ya que son un grupo de personas en formación, a menudo sin independizarse y sin una situación de trabajo estable, por mencionar algunos ejemplos.
Límites a la publicidad
El Estado también quiere endurecer las restricciones a la venta de alcohol ambulante y sin licencia administrativa en la calle, así como en otros lugares y circunstancias establecidos en otra ley u ordenanza municipal. Además, el anteproyecto también quiere endurecer las restricciones a la publicidad "directa, indirecta o encubierta" de estas bebidas y de los productos que simulen ser una. Tampoco se podría utilizar la imagen o la voz de menores de 21 años o de mayores de esa edad cuando se presenten caracterizados de menores.
En cuanto a la exposición y el acceso a los establecimientos de autoservicio, el ministerio propone que queden restringidos a un espacio concreto dentro del mismo local separado de los espacios con productos específicamente destinados a los menores. Los negocios dedicados mayoritariamente a los niños y jóvenes no podrán comercializar alcohol ni otros productos que los imiten, ni exhibirlos en los escaparates o en el interior, aunque estén vacíos.