Muere el tercer hombre sin techo en la calle en Barcelona en ocho días

La autopsia tendrá que confirmar si ha sido por hipotermia por las bajas temperaturas

Albert Llimós / Pau Esparch
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El portal on vivia l'home

BarcelonaUn bote de lentejas. Un cargador de móvil. Un par de zapatillas. Ropa arrugada. Un cubrecama que le dieron hace cinco días unas vecinas. Un cochecito de niños naranja. Son las pocas pertenencias que tenía el hombre encontrado muerto esta tarde en un portal del número 105 de la calle Consell de Cent de Barcelona y que, según los cálculos de los vecinos, tenía entre 50 y 60 años, a pesar de que todavía no hay una identificación oficial. Fuentes de los Mossos d'Esquadra han explicado que el cuerpo no presentaba signos de violencia pero, en todo caso, no será hasta que se le practique la autopsia que se determinarán las causas del deceso.

Acostumbraba a levantarse muy temprano, y a las ocho de la mañana ya cargaba la muleta sobre el carro para recorrer la ciudad. Los vecinos se han extrañado de que muy entrado la mañana siguiera bajo las mantas que el padre Xavier, de la parroquia de la Milagrosa están enfrente, le dio hace poco.

El hombre hacía poco más de una semana que se había instalado en esta entrada de un gran inmueble, y algún vecino le había dado comida el domingo para poder subsistir. "El pasado martes hablé con él, no hablaba mucho español, y le dije que viniera al comedor o fuera a dormir a la Feria de Montjuic, pero lo declinó. Es triste y doloroso cuando hay alternativas, pero a veces no las quieren aceptar", explica el padre Xavier.

El muerto era tempranero, iba a dormir temprano y a las ocho de la mañana ya estaba empujando el cochecito naranja por el Eixample. Este martes la rutina se ha truncado. A mediodía, los Mossos ya han acudido al inmueble, a pesar de que hasta prácticamente las seis de la tarde no se han llevado el cadáver. "Se instaló aquí hace poco, y no había creado ningún problema", dice el Amin, vecino del edificio de al lado y acostumbrado a ayudar muchos de los sintecho del barrio que van a comer al comedor de la parroquia.

Con esta nueva víctima son ya tres los sintecho que han muerto en Barcelona en ocho días. El lunes de la semana pasada, en plena alerta por el frío del temporal Filomena, murieron dos hombres que también vivían y dormían en la calle: uno en la Barceloneta y el otro en el parque de la Ciutadella.

Las autopsias preliminares de los dos muertos de hace una semana han concluido que las defunciones fueron por causas naturales, por afectaciones pulmonares y cardíacas, y por hipotermia. El juzgado de instrucción número 14 de Barcelona, que estaba de guardia el día de los hechos, está ahora pendiente de los análisis complementarios para saber si hubo la influencia de tóxicos. Entonces el Ayuntamiento de Barcelona informó que uno de los hombres estaba en contacto con los servicios sociales pero que había rechazado ir a un alojamiento y que no constaba que se hubiera atendido al segundo –se piensa que hacía poco tiempo que había llegado a la ciudad-.

A raíz de las dos muertos de la semana pasada, el jefe de los Mossos d'Esquadra, el mayor Josep Lluís Trapero, envió un comunicado interno a la plantilla para pedir a los agentes que sean "proactivos" a la hora de atender a la gente sin hogar. "Buscar información sobre dónde pasan la noche, si son conocedores de los recursos que hay, si sufren algún tipo de enfermedad o si hay algo que les imposibilite ser receptores de los servicios que se les pueden ofrecer", planteó Trapero, que hizo un llamamiento a aplicarlo en el patrullaje a las zonas donde hay personas que viven en la calle.

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