Desalojados veinte pisos de Badalona de la misma isla del derrumbe mortal: "Tiene media hora para salir"

Badalona"Tiene media hora para salir, coja todo lo que crea que necesitará y baje". Éste es el mensaje que la Guardia Urbana ha ido comunicando piso por piso este lunes por la tarde a los vecinos del bloque 115 de la calle Ausiàs Marc, en Badalona. El Ayuntamiento de la ciudad ha ordenado desalojar los veinte pisos y el local de este inmueble, situado en la misma manzana donde en febrero de 2024 hubo tres víctimas mortales por el derrumbe de un edificio. El consistorio ha tomado la decisión después de que los técnicos municipales que revisaron la finca la semana pasada detectaran grietas y techos no apuntalados que suponen un "alto riesgo de colapso", según el acta de inspección a la que ha tenido acceso el ARA: "Disciplina urbana hizo una inspección y se ha determinado que todo el mundo debe policiales.

Los vecinos que se encontraban dentro han recibido el anuncio de la Guardia Urbana a partir de la una del mediodía. Los que no estaban en ese momento se han ido enterando a través de los mensajes de los vecinos y las redes sociales. En el blog habitan principalmente inquilinos, algunos de ellos en situación de vulnerabilidad. Además, muchos no tenían lugar alternativo a donde ir y alrededor de una veintena de residentes han estado más de cinco horas en la calle a la espera de la llegada de trabajadores sociales municipales, que no se han presentado. Por último, poco antes de las seis de la tarde llegó el servicio de emergencia social de Barcelona (CUESB), un servicio que contratan ayuntamientos metropolitanos para atender temporalmente afectados que no pueden estar en casa. A partir de mañana los servicios sociales estudiarán los casos de los damnificados uno por uno.

Más de cinco horas esperando la llegada de los servicios sociales

Los vecinos que estaban en casa, como Natalia, han tenido el tiempo justo para tomar "la documentación y toda la ropa posible", ante la incógnita de cuándo podrían volver. Todo ello con la "sorpresa" de este desalojo repentino, ya que aunque tenían conocimiento de la inspección de la semana pasada, no se habían avisado a los vecinos de que habría el desalojo, se ha quejado Jhean Pierre. Él ha tenido que avisar a su madre para que volviera del trabajo, ya que les estaban echando. Madre e hijo esperaron la llegada de los servicios sociales durante el resto de la tarde: "La policía nos ha dicho que si no tenemos lugar a donde ir esperamos aquí hasta que lleguen", ha explicado el hombre. Al resto de inquilinos que han ido llegando a lo largo de la tarde se les ha dado un "tiempo prudencial" para recoger algunas pertenencias, según un agente.

Ante la ausencia de los servicios sociales, hacia las 16:30 h la Guardia Urbana ha empezado a tomar nota de las familias afectadas que requerían alojamiento: "Cuatro adultos y tres niños (uno de ellos, un bebé de pocos meses); una madre con una hija de nueve años, un adulto y su madre" agentes. Y así hasta más de una veintena de personas que de un día para otro se han encontrado en la calle. Carlos Ramos, otro desalojado, lamentó "el abandono" por parte de los servicios sociales: "Aquí vive gente mayor y con movilidad reducida que no pudo bajar hasta horas después del primer aviso de la Urbana", lamentó. En este sentido, Ramos ha criticado que los servicios sociales no se hayan presentado con la policía para dar una solución inmediata.

Temor a las nuevas inspecciones

La preocupación por nuevos desalojos se ha trasladado a otros bloques vecinos, ya que el Ayuntamiento está realizando inspecciones. En el edificio de al lado —el 113— viven los padres de Begoña: "La próxima semana toca inspección en éste y un vecino del ático ha comunicado que hay grietas que cree que se han hecho mayores desde la última vez", explica, y teme que sus padres puedan ser los siguientes al acabar en la calle.

El consistorio ha responsabilizado a los vecinos de la falta de mantenimiento en la finca y ha advertido que no podrán volver hasta que no hagan las reformas necesarias. Tras el trágico derrumbe del 2024, el Ayuntamiento revisó todos los edificios de la manzana, construidos hace décadas por el propio promotor. Estas revisiones evidenciaron el mal estado de muchas viviendas y el gobierno municipal, "debido a la urgencia de la situación", subvencionó la instalación de puntales en muchos pisos con un coste total de un millón de euros.

Ahora, sin embargo, el Ayuntamiento liderado por Xavier García Albiol les pide que renueven estos puntales y también que retiren las edificaciones ilegales que se han detectado en los áticos. De hecho, el acta de inspección hace referencia a "sobrecargas de la planta ático", hecho que algunos vecinos como Begoña aseguran que se pueden tratar de obras y ampliaciones hechas por los anteriores propietarios y no por los inquilinos actuales, como en el caso del número 113. Los técnicos municipales que han inspeccionado la finca han detectado que no se han hecho las actuaciones que correspondía y han encontrado nuevas grietas en techos no apuntalados.