Vecinos de los bloques afectados por el derrumbe en Badalona reprochan lentitud en los realojos

BarcelonaEl derrumbe del edificio de la calle Canigó de Badalona, ​​que causó la muerte de tres vecinos, ha obligado a evacuar a setenta personas de sus hogares, tanto del inmueble dañado como de las fincas adyacentes. Las grietas que se han ido encontrando en las últimas semanas han hecho que muchos de los vecinos vivan en casa de familiares, pero una veintena aún necesita un sitio donde dormir. Algunos de los afectados han aprovechado la comparecencia conjunta de este lunes de la consejera de Territorio, Ester Capella, y el alcalde, Xavier Garcia Albiol, desde Badalona para reprocharles lentitud a la hora de encontrar soluciones residenciales a los desalojados .

Algunos de los vecinos aseguraban que, de entrada, sólo se les ofreció alojamiento por dos días, si bien Albiol ha destacado que harían todo lo que fuera necesario al tratarse de una emergencia. Los más afectados son los del bloque número nueve, que se derrumbó, y que quieren celebrar un encuentro para buscar a un abogado que los represente de forma conjunta; una forma, aseguran fuentes vecinales, de poder tener acceso al informe de la juez sobre el derrumbe del edificio. En cuanto a los vecinos del número once, también evacuados, este lunes estaba previsto que pudieran entrar a recoger pertenencias, pero el estado de las grietas conlleva que se tenga que apuntalar para asegurar su estructura en unos ocho pisos . Cuando esto ocurra, se volverá a programar el acceso a las viviendas.

En Badalona los representantes del Ayuntamiento y la Generalitat se han reunido este lunes para negociar una actuación conjunta tras el fatal derrumbe. En primer lugar, las administraciones han anunciado que firmarán un convenio con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y los Colegios profesionales de arquitectura, aparejadores e ingeniería para inspeccionar "en profundidad" las cuatro fincas que se han debido vaciar para conocer cuáles son sus deficiencias. En segundo lugar, se comprometieron a ofrecer una solución a los vecinos para que puedan recuperar la normalidad. Además, el Govern ha asegurado que asumirá "más de la mitad" del coste que supondrá revisar 22 edificios del barrio, que suman 420 viviendas, en la manzana de edificios de las calles Canigó y Ausiàs March.

Capella ha detallado que el convenio servirá para desarrollar "una radiografía exacta" de cuáles son las causas que han provocado las grietas en los edificios desalojados, así como la detección de problemas en el resto de la promoción, excepto en el derrumbado, en la que existe una investigación judicial abierta. A partir de esta fotografía de la situación de los edificios afectados, las administraciones tendrán que ofrecer una solución a los vecinos para que puedan recuperar la normalidad y, en caso de no poder regresar a su casa, buscarles un techo alternativo.

Albiol: "Nadie se quedará en la calle"

Por el momento, Albiol ha afirmado que desde que se produjo el derrumbe, el Ayuntamiento ha destinado unos 100.000 euros en la atención de los vecinos que han perdido la casa o quienes han tenido que dejarla por precaución. Tanto la consellera como el alcalde han afirmado que se tendrá que realizar un análisis de caso por caso para saber hasta qué punto los seguros privados de cada familia se hacen cargo de los gastos. También se tendrá en cuenta el nivel de ingresos individual para determinar qué ayuda pública perciben, matizó el alcalde, quien dijo que "no es lo mismo quien ingresa 4.000 euros mensuales que 500". En todo caso, Albiol ha garantizado que "nadie se quedará en la calle" y ha afirmado que, ante la realidad de que los vecinos del edificio derrumbado no podrán volver a casa en los próximos meses, ya debe empezar a analizarse qué solución a largo plazo "se les puede plantear".

En la última semana, los técnicos han estado analizando el estado de las fincas que rodean el edificio hundido. En cuanto a tres de los inmuebles, por las rendijas que percibieron los vecinos días después del accidente, aconsejaron desalojarlos. En otros cuatro edificios, los exámenes técnicos no han valorado que exista ningún riesgo, dice Albiol. Mientras, el juzgado de instrucción número 1 de Badalona continúa con la investigación sobre las causas del derrumbe del número nueve de la calle Canigó. "Este edificio tiene su propia lógica", porque toda la información la centraliza la juez titular, detalló el alcalde para cuestionar las palabras de su teniente de alcalde de Territorio, Daniel Gràcia, quien en declaraciones a Ràdio Estel afirmó que un dron de la Guardia Urbana que sobrevoló la zona afectada localizó modificaciones y sobrecarga de algunos de los edificios. "No sé de dónde salen estos datos", indicó a preguntas de los periodistas.

Revisiones en edificios en todo el país

La consejera Capella también ha concretado que este viernes se reunirá por primera vez el grupo de trabajo para analizar el estado de salud de los edificios de Catalunya. El Gobierno ha convocado a expertos de los colegios profesionales para analizar los tipos de materiales que se utilizan para la construcción, para valorar si hay riesgo potencial de que pueda haber un incendio como el del pasado jueves en Valencia, en la que murieron diez personas.

Ante esta catástrofe en un edificio residencial construido en 2006, la Generalitat quiere ahora certificar si los inmuebles de Cataluña están hechos con materiales resistentes al fuego o al agua para poder plantear una actuación preventiva en caso de que se localice algún riesgo en la seguridad.

Capella ha explicado que el parque de edificios es viejo y ha asegurado que, pese a que su departamento ha abierto convocatorias para ayudar a las comunidades vecinales a rehabilitar las fincas, en muchos casos no se han interesado. La semana pasada el Govern adelantaba que no le constaba que ningún edificio de pisos públicos, de los más de 18.000 que gestiona, esté revestido con poliuretano. Sin embargo, en lo que se refiere al parque privado de vivienda, se quieren cruzar los datos con los colegios de arquitectura y los ayuntamientos para descartar riesgos.