¿Cómo encontraron los Mossos al presunto violador de Igualada?
Un ataque a un coche, 155 cámaras, los móviles y la ropa que el detenido tenía en casa, las claves para resolver el caso
BarcelonaPasaron 171 días desde la brutal violación de Igualada hasta que los Mossos d'Esquadra detuvieron a Brian Raimundo C.M., un chico de 21 años que ahora está encarcelado en Brians 1. La investigación se había llevado con mucho secretismo y discreción, pero ya hacía unas semanas que iban detrás del presunto autor. ¿Cómo lo encontraron? Ahora que se ha levantado el secreto de sumario del llamado caso Noche, los Mossos y el juzgado de instrucción 4 de Igualada han explicado las pruebas que han recogido para vincular al detenido con la agresión sexual y el intento de asesinato a una menor de 16 años. Una de las claves son las imágenes: revisando 155 cámaras de seguridad próximas a la discoteca Èpic de Igualada vieron que un hombre hacía el mismo recorrido que la víctima.
No era la primera vez que las cámaras lo captaban aquella noche y madrugada de Todos los Santos. Un rato antes de la violación, habían grabado a un grupo de once jóvenes que habían atacado un coche. Uno de los chicos llevaba la misma ropa que el hombre al cual, más tarde, se veía siguiendo a la víctima, a pesar de que se tapaba con una capucha y no se lo podía reconocer. Pero la ropa lo delataba y se le podía identificar como el mismo hombre que se acercaba a la menor. Cinco sistemas de videovigilancia de empresas del polígono Les Comes de Igualada lo grabaron persiguiendo a la víctima. La primera cámara los captó con 47 segundos de diferencia. A partir de aquí, sin embargo, el hombre fue "acelerando" el paso, dice el juez, hasta que abordó a la menor. La última cámara los grabó con poco más de dos segundos de diferencia.
La agresión sexual y el intento de asesinato no quedaron grabados porque las cámaras los perdieron la pista durante unos 20 minutos. Se cometió entre las 6:15 h y las 6:45 h de la madrugada en un descampado de la calle Països Baixos de Igualada, a tocar de la avenida Europa. El juez destaca la "brutalidad" del ataque, a nivel físico y sexual, y que después de casi acabar con la vida de la menor el agresor la dejó abandonada y desnudada en un lugar "frío, inhóspito" y desierto. Según el magistrado, si no hubiera sido por el camionero que la encontró inconsciente al cabo de media hora y por la rápida intervención de los servicios médicos, la chica habría muerto.
Después del intervalo de 20 minutos, otra cámara volvió a grabar al hombre en dirección al centro de Igualada. El hombre llevaba colgadas del brazo varias prendas de ropa de la víctima. Seis sistemas de videovigilancia más captaron el camino de regreso del agresor a su casa, en la calle Sant Sebastià de Igualada –a dos kilómetros de la discoteca–. La última cámara lo grabó sin la capucha con la cual se tapaba en las imágenes anteriores: durante el destrozo del coche, mientras seguía a la menor y después de agredirla.
Pero las cámaras no son la única pista. También los datos de los repetidores de telefonía lo delatan. Los Mossos hicieron una recreación dinámica del recorrido y comprobaron como las diferentes antenas de telefonía de la zona ubicaban el móvil del detenido y el de la víctima en el lugar y el momento del ataque. Además, los investigadores trazaron el resto del trayecto del agresor con las antenas a las cuales se conectó su móvil hasta que llegó al piso. El juez asegura que todo "coincide". En el móvil del chico localizaron una captura de pantalla de Google Maps de aquella madrugada de un recorrido de la avenida Europa al domicilio donde vivía.
Descartados otros sospechosos
Las cámaras que captaron al agresor y la menor grabaron otras personas y vehículos en los extremos de la calle Països Baixos. Los Mossos analizaron los movimientos de nueve peatones y 46 vehículos, pero el informe policial los "descartó" como sospechosos porque no vio que nadie hiciera "una parada" o "un movimiento sospechoso", recoge el juez. Ninguno de los peatones llegó a acceder a la calle, a diferencia de lo que hizo el presunto violador.
Los Mossos, en la investigación que ha liderado la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS), también pusieron el foco en el entorno de la menor y revisaron las denuncias del último año en Igualada por exhibicionismo, peleas, agresiones y abusos sexuales y robos violentos para analizar a los autores y sus antecedentes. Además, estudiaron los otros incidentes delictivos que pasaron el 1 de noviembre en Igualada, como por ejemplo el destrozo del coche en el que había participado el presunto violador, y, según ha podido saber el ARA, se fijaron en un circo que estaba instalado a pocos metros de la discoteca y que no había estado antes en la ciudad.
Hace una semana, cuando los Mossos detuvieron a Brian Raimundo C.M., registraron el piso donde vivía y también el domicilio de su ex pareja. En casa del detenido localizaron más pruebas. Encontraron una prenda de ropa del chico que tenía restos de ADN de la víctima y toda la vestimenta –una mochila, unas zapatillas, una sudadera, una chaqueta y unos pantalones– que las cámaras captaron que llevaba la noche y madrugada de la violación. Para identificarlo como autor y localizar el ADN, los Mossos han definido de "cruciales" las nuevas tecnologías forenses que han utilizado. Durante las ocho horas de registro en el piso del detenido, la policía científica usó reactivos químicos y cámaras especiales en diferentes espectros de luz para ver fluidos humanos que no se pueden detectar a simple vista.
Según los Mossos, desde el principio de la investigación dos agentes del Grupo de Atención a la Víctima de Violencias Sexuales acompañaron a la menor y han mantenido el contacto con la chica y su familia.