Tres detenidos por la paliza homófoba en la playa del Somorrostro

Buscan a un cuarto agresor pendiente de identificar

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La playa del Somorrostro de Barcelona, en una imagen de archivo.

BarcelonaEl ataque homófobo de finales de mayo en la playa del Somorrostro de Barcelona hizo disparar todas las alarmas por su violencia “desmesurada”, como la definieron los Mossos d'Esquadra. Dos meses después, la policía ha detenido esta mañana en la capital catalana a tres de los cuatro presuntos autores de la agresión. Son hombres de 26, 22 y 17 años y los Mossos los han identificado gracias a las cámaras de seguridad de las calles próximas al ataque y con las declaraciones de las víctimas y los testigos. En cuanto al cuarto agresor, todavía lo buscan porque no está “plenamente identificado”, según el portavoz de los Mossos, el comisario Joan Carles Molinero, que ha manifestado “el pleno convencimiento” de que lo podrán detener.

“Fue una agresión absolutamente gratuita, sin ninguna discusión o provocación previa”, ha recordado Molinero. Tres parejas, dos homosexuales y una heterosexual, estaban en la playa del Somorrostro el 29 de mayo a las 23.00 h de la noche cuando cuatro hombres se dirigieron hacia ellos y dieron una paliza a las parejas gays. Los autores mostraron su rechazo a la orientación sexual de las víctimas de forma verbal y física: primero con insultos, amenazas y escupitajos y después con el uso de la fuerza, pegándoles y con una patada en la cara a uno de los hombres. De las cuatro víctimas, las lesiones más graves fueron por el golpe en la boca, porque el herido quedó inconsciente y lo tuvieron que trasladar a un hospital, donde lo operaron quirúrgicamente por una fractura de la mandíbula que le hizo perder varios dientes. Todavía sufre las secuelas.

Molinero ha explicado que los Mossos han conseguido identificar tres de los cuatro agresores después de que las víctimas y los testigos les relataran por donde habían llegado y marchado corriendo los autores, lo cual les permitió definir su recorrido y ponerles cara con las grabaciones de las cámaras de videovigilancia de la zona. Así, según la policía, los cuatro hombres estaban en un grupo de siete personas y estuvieron durante una hora en una discoteca, donde no consta que hubiera ningún incidente, antes de cometer el ataque. Una vez salieron del local, fueron a la playa y agredieron “brutalmente” a las víctimas. De los hechos se tienen imágenes de “mala calidad”, pero los agresores perdieron objetos personales en la arena -una camiseta y una riñonera- que la policía utilizará para comparar las huellas. No consta que grabaran el ataque.

Descartan un grupo organizado

La patada en la cara se le atribuye al detenido de 26 años, que ya tenía dos antecedentes policiales: un delito contra el patrimonio y otro de lesiones durante una pelea sin motivación homófoba. Molinero ha asegurado que descartan que los cuatro hombres formen un grupo organizado o extremista violento que promueva acciones de LGTBIfobia. La policía piensa que son amigos que en principio no tienen ninguna relación familiar directa y que no estaban bebidos ni afectados por el consumo de drogas cuando dieron la paliza. Los Mossos los han detenido por delitos de lesiones y contra los derechos fundamentales en una investigación coordinada con la Fiscalía de delitos de odio y discriminación. Los dos adultos podrían pasar este jueves a disposición del juzgado de guardia y el menor -que cumple los 18 años de aquí a unos meses- irá a la Fiscalía de Menores.

“No tenemos bastante con que se denuncie en las redes. Hacen falta denuncias policiales”, ha advertido Molinero, que ha añadido que si no “cuesta más” resolver los hechos. El mismo fin de semana del ataque en la playa del Somorrostro hubo dos agresiones homófobas más en Barcelona: una en Gràcia y una en la zona del Auditori. Las investigaciones continúan abiertas y hasta ahora sin detenciones. Molinero ha admitido que serán “más difíciles” de aclarar porque no tienen testigos ni imágenes, a pesar de que las víctimas han hecho “buenas descripciones” de los agresores. En cuanto al caso del Somorrostro, es el primero que ha asumido la nueva unidad central de delitos de odio y discriminación de los Mossos.

En una comparecencia esta tarde en el Parlament, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha explicado que desde 2015 se ha detectado un incremento de los delitos de odio, informa Marga Margets. El primer semestre de este año se han producido 230 delitos que han afectado a 308 personas. Un 40% son por LGTBIfobia, un 30% por racismo y el resto por motivaciones políticas, a personas con discapacidad y a gente mayor.

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