Las UCI, todavía muy llenas y en alerta por la variante británica

El covid vuelve a ganar terreno en Aran, Osona y la Cerdanya

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Infermeres y médicos de una de las UCI de la Hospital de la Vall de Hebrón atendiendo un paciente grave de covid -19

GironaCatalunya comienza diez días determinantes para la evolución de la pandemia. El número de nuevos contagios sigue a la baja -en dos semanas se ha pasado de más de 14.000 casos semanales a 10.000-, pero la velocidad de reproducción va a la alza: de 0,88 a 1,03 en siete días, lo que significa que cada 100 nuevos positivos contagian 103 personas. Así mismo, ha vuelto a crecer el porcentaje de pruebas positivas: de 4,30% a 5,30%, cuando la OMS marca que estar por encima del 5% significa que no se hacen suficientes pruebas. De hecho, en 15 días se ha reducido un 30% el número de PCR y tests de antígenos realizados: de 295.000 a los 210.000 efectuados entre el 16 y el 22 de febrero. 

El dato más preocupante continúa siendo, sin embargo, la ocupación de las camas de las UCI. La cifra mantiene la tendencia a la baja iniciada a principios de mes, pero a fecha 25 de febrero había todavía cerca de un millar de personas en estado crítico: 562 por covid y 427 por otras patologías. Antes de la pandemia, en Catalunya había poco más de 600 camas críticas en total. "Si ahora hubiera un repunte de casos, los nuevos ingresos se sumarían a los actuales y podríamos llegar a cifras muy elevadas que obligarían a desprogramar la actividad asistencial no covid", ha alertado la consellera de Salud, Alba Vergés, en rueda de prensa para anunciar el relajamiento de algunas medidas, como la reapertura de los centros comerciales.

Sin modelos de referencia

Con el bagaje de un año de experiencia, investigadores como los del grupo Biocomsc de la UPC podían hacer previsiones de la evolución que tendría la pandemia a partir de varios indicadores. Ahora, sin embargo, juega un nuevo factor que altera los cálculos: la variante británica, que es entre un 50% y un 70% más transmisible, y que Salut prevé que en diez o quince días sea la predominante en Catalunya, después de semanas en aumento.

“Hasta ahora la variante que teníamos la conocíamos bien, pero con la británica vamos un poco a ciegas y es muy difícil predecir escenarios”, ha admitido la investigadora del grupo Biocomsc Clara Prats. El motivo es que, de referencia, solo hay dos modelos de países donde la mutación británica haya acabado sustituyendo el anterior. Por un lado, el Reino Unido y Portugal -donde esta nueva variante provocó un efecto “explosivo” de nuevos positivos- y de otro Dinamarca, que, de momento, está consiguiendo contener el crecimiento a pesar de que hace semanas que está ganando terreno. 

Ahora bien, el gobierno danés ha aplicado medidas más severas: en diciembre cerró escuelas y toda la actividad económica no esencial, y apenas este febrero se han relajado algunas restricciones. Sin embargo, institutos, universidades, gimnasios, teatros, cines y la restauración continuarán sin abrir hasta abril.

En cambio, en Catalunya, el predominio de la variante británica coincidirá con la reapertura de algunas actividades. “Desde el punto de vista epidemiológico no sería la mejor idea relajar medidas, pero entendemos que Salut tiene que intentar encontrar un punto de equilibrio, porque hace casi dos meses que estamos con estas restricciones”, ha dicho Prats, que ha recalcado que se tiene que estar muy atentos a las cifras de contagio. “Si esta reapertura hace que la variante se exprese en plenitud, se tendrá que reaccionar de forma rápida”, ha subrayado. 

Repuntes en Tona, Moià y Terrassa

De hecho, a pesar de la evolución de los nuevos positivos a la baja en el conjunto del territorio, algunas comarcas presentan una situación muy preocupante y son, precisamente, donde más se ha detectado la variante británica. Es el caso, por ejemplo, de la Vall d'Aran, donde 22 de las 24 muestras secuenciadas en enero eran de esta variante. La comarca consiguió reducir el número de casos a principios de febrero, pero esta semana se han vuelto a disparar y se ha pasado de 58 nuevos positivos notificados en siete días a 89. Además, es el territorio catalán con el porcentaje más alto de pruebas positivas -un 15%- y con la incidencia acumulada más alta: 1.547 casos por cada 100.000 habitantes. 

Además del Aran, también ha vuelto a empeorar la Cerdanya, que, en una semana, ha pasado de 18 nuevos contagios a 58. La mayoría se han detectado en Bellver de Cerdanya, que ha registrado un crecimiento exponencial en una semana: de 2 nuevos casos a 43. Muy de cerca, también presenta una evolución negativa Osona, que, a pesar de que registró un descenso la primera semana de febrero, ahora ha vuelto a crecer: de 422 positivos semanales a 488. La gran mayoría se han notificado en Vic (107) y Manlleu (73), pero hay que poner el ojo en Tona, que ha doblado los registros en siete días: de 26 nuevos positivos a 53.

Así mismo, hay que seguir de cerca a Moià -por el aumento de 5 contagios semanales a 21- y a Terrassa, que también ha incrementado las cifras: de 310 nuevos casos la última semana a 426. 

Por el contrario, han mejorado los registros en la Garrotxa, donde la variante británica estuvo detrás de parte de los contagios, que se desbocaron especialmente entre enero y febrero. Así, a pesar de que es la segunda comarca catalana con la incidencia acumulada más alta -789 casos por cada 100.000 habitantes-, la cifra representa la mitad de la detectada a principios de mes.

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