Pandèmia

"La vacunación de los profesionales sanitarios tiene que convencer a los escépticos"

Los expertos destacan que la priorización de la vacunación protegerá el sistema sanitario y promoverá la confianza en las vacunas

Una sanitària vacunant en una imatge d'arxiu.
Gemma Garrido Granger
28/12/2020
5 min

Santa Coloma de GramenetLa vacunación en las residencias del país está en marcha. Después de las primeras dosis administradas este domingo, el grueso de vacunas se desplegará previsiblemente a partir del martes para proteger a residentes y personal de geriátricos. El a la vacuna de estas personas es crucial para avanzar hacia la inmunidad de grupo, como también lo será especialmente la respuesta de todo el personal sanitario, el segundo gran colectivo prioritario llamado a vacunarse, según ha recordado el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon. Con la inmunización del personal sanitario no solo se protegerá el sistema y a los pacientes, sino que también se reforzará un mensaje de aceptación de las vacunas entre la población, todavía bastante escéptica debido al tiempo récord en el que se han desarrollado las vacunas.

Los inmunólogos consultados por el ARA defienden que el millón de profesionales sanitarios que se podrían vacunar en Catalunya –trabajadores de hospitales y de atención primaria, centros de atención sociosanitaria y residencias, farmacias y servicios médicos de emergencia– tienen que ser los principales promotores de la confianza en la seguridad y eficiencia de las vacunas. "Si se consigue vacunar a la mayoría [de sanitarios], la población irá detrás masivamente", asegura el director del máster de control de la infección en la UB y vocal de la junta del Círculo de Salud , Enric Limón. En cambio, si hay poca cobertura entre el personal sanitario se generará el efecto contrario: aumentará todavía más la desconfianza.

La carrera mundial para conseguir la vacuna más segura y eficaz es excepcional. Solo diez meses después de describir y secuenciar el virus ya hay centenares de vacunas en estudio y al menos tres han llegado –como Pfizer/BioNTech– o lo harán de aquí a pocas semanas –Moderna y Oxford/AstraZeneca–. "Todas han superado las etapas clínicas y las agencias han sido tan informadas en todo momento que, cuando los llegan los expedientes, ya tienen toda la información", explica la immunóloga e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Matilde Cañelles, que añade que si el proceso se ha acelerado es "porque es una pandemia y se ha destinado más dinero" que en un proceso normal.

Pero precisamente la sobreinformación sobre el estado de las vacunas ha hecho crecer las reticencias ante la vacunación. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) recoge que solo el 40,4% de los ciudadanos señalan estar dispuestos a vacunarse inmediatamente. La cifra supone una ligera mejora –en la anterior encuesta eran 32,5%– pero hay que tener en cuenta que el CIS ha eliminado una pregunta en la que el 55,2% de los encuestados decían que primero preferían ver los efectos sobre la población de la vacuna administrada.

"La gente tiene derecho a tener dudas y es aquí cuando el médico de cabecera y las enfermeras tienen un encargo muy importante, que es el de escuchar y explicarse con toda la transparencia y honestidad posibles", explica Adelaida Sarukhan, doctora en inmunología y redactora científica del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa.

Los profesionales sanitarios tendrán un papel clave en los centros de salud para hacer concienciación, según Cañelles, puesto que el paciente confía en ellos y, a la vez, son los que mejor les pueden explicar cómo funciona y qué tienen que esperar de la vacuna. De hecho, del grupo de los escépticos constatado por el CIS, aproximadamente tres de cada cinco afirman que cambiarían de opinión inmediatamente si su médico les recomendara vacunarse dado su historial clínico. "No solo se les tiene que priorizar como receptores de la vacuna, sino que tienen que ser sus promotores, predicar con el ejemplo y ser los primeros convencidos de sus beneficios. Y evidentemente tienen que vacunarse. La vacunación de los profesionales sanitarios tiene que convencer a los escépticos", resume Sarukhan.

Más de un 70% de inmunidad

Según otra encuesta, en este caso de la Universitat de Barcelona, únicamente tres de cada diez personas estarían dispuestas a ponerse la vacuna tan pronto como esté disponible. Un 14% aseguran que no se la pondrían y un 56% dicen que se esperarían un tiempo prudente antes de dar el paso. "Tememos que cuando lleguen las vacunas haya mucha gente que no se la quiera poner y que después todo el mundo se agobie porque la quiere", alerta Cañelles.

Sarukhan advierte que a la gente se le tiene que explicar bien que es preferible mil veces vacunarse antes que contagiarse. Si el objetivo es que entre el 60% y el 70% de la población general se vacune para lograr la inmunidad de grupo, en el caso de los profesionales la tasa de cobertura tendría que ser todavía superior y superar el 80%. Pero el recelo no solo existe entre la población general, sino que también hay profesionales que temen que las dosis no generen una respuesta inmune significativa y que esto disuada la población.

"Los sanitarios son el agente clave para generar confianza en la población y para crear un clima favorable para incentivar la vacunación en un tiempo relativamente corto, lo cual es muy complejo", afirma Limón, que defiende que la necesidad de segundas dosis y el hecho que las mutaciones obliguen a revacunaciones están sobre la mesa y hay que mantener un debate abierto y transparente.

Sea como fuere, todos los expertos consultados por el ARA concluyen que el gran esfuerzo colectivo que han hecho científicos de todo el mundo tiene que acabar con el proceso de vacunación y no con el desarrollo de las vacunas. Por eso, Limón insta a los sindicatos, los colegios profesionales, las universidades y los proveedores sanitarios, tanto públicos como privados, a posicionarse a favor de la vacuna, a motivar internamente a su personal y a abrir líneas directas para consultar dudas y transmitir la información tan honestamente como sea posible.

¿A quién vacunar primero?

En Catalunya los mayores que viven en residencias y sus cuidadores son el grupo prioritario en la vacunación, especialmente al inicio de la campaña, cuando las dosis serán muy limitadas. El departamento de Salud, sin embargo, asegura que se irá ampliando el foco del proceso para ir vacunando progresivamente también a los profesionales sanitarios, especialmente a los enfermeros. "Lo ideal seria hacerlo a la vez, pero incluso así creo que habría que empezar por los sanitarios y los cuidadores, porque hay evidencia sobre su riesgo de hasta siete veces mayor de enfermar gravemente. Inmediatamente después, vacunaría a los mayores de 80 años por su vulnerabilidad y mortalidad", opina Sarukhan.

¿A quién hay que priorizar, pues? ¿A los vulnerables o a los más expuestos? La immunóloga Matilde Cañelles admite que este es un tema controvertido que ha generado muchas discusiones en todo el mundo y que solo se podrá tener una respuesta de aquí a un tiempo, cuando se vea cómo evoluciona la inmunidad en los países que ya han empezado a vacunar, como los Estados Unidos y el Reino Unido.

"Los inmunólogos todavía tenemos dudas sobre la efectividad de las vacunas en los ancianos debido a su sistema de defensas, que es más rudimentario", explica. La investigadora reconoce que por su elevada mortalidad, los mayores de 80 años tienen que ser los primeros en vacunarse pero solo si la vacuna es realmente efectiva. "Si no hacen suficiente efecto", y teniendo en cuenta la limitación de dosis inicial, defiende que "habría que priorizar indudablemente a los sanitarios".

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