La violación múltiple de Sabadell: “Todos eran agresores”

El fiscal reivindica la “intimidación ambiental” sufrida por la víctima

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Uno de los acusados entrando en  la Audiencia  de Barcelona.

BarcelonaDespués de la polémica del primer día en el juicio por la violación múltiple de Sabadell, en el que la víctima sufrió una revictimización cuando declaró por el interrogatorio del fiscal, este miércoles se ha hecho la segunda y última sesión. El fiscal, en su informe final, ha evitado referirse a las preguntas del día anterior pero ha querido ser contundente contra los cuatro acusados: “Para la víctima, todos los que estaban ahí eran agresores materiales”. Uno de los cuatro acusados es calificado de autor y cooperador y los otros tres son considerados cooperadores, pero el fiscal ha pedido que todos sean condenados a penas de entre 37 años y medio y 40 años y medio de prisión por las tres agresiones sexuales. Ha reivindicado la “intimidación ambiental” sufrida por la víctima y los acusados se han intentado desvincular de ello.

Los cuatro acusados solo han respondido a las preguntas de sus abogados. El presunto autor de la tercera y última agresión sexual ha alegado que la relación fue consentida: “Lo juro por Dios y mi madre”, ha dicho, y ha añadido que en la nave abandonada de los hechos había una fiesta con música y una decena de personas. El fiscal lo ha rebatido porque ha cuestionado que nunca ha identificado a los asistentes a la nave. También ha recordado que la prueba principal que lo incrimina es que se encontró su ADN en las muestras biológicas que se extrajeron de la víctima y su ropa. El fiscal ha añadido que se extrajeron dos perfiles más que corresponden a los autores de la primera y la segunda violación: uno no se ha podido identificar durante la investigación y el otro huyó porque el juez de instrucción no lo quiso enviar a prisión preventivamente.

Los cuatro acusados, en los laterales, durante el juicio en la Audiencia de Barcelona.

En cuanto a los tres otros acusados, todos han evitado situarse en la nave en el momento en el que se cometieron las agresiones sexuales, a pesar de que la policía los interceptó en el lugar. El fiscal ha mantenido que son cooperadores porque la víctima los identificó en las ruedas de reconocimiento o por la voz. Dos de los acusados han aprovechado el último turno de palabra a la desesperada: uno para incriminar a su hermano –el huido de la justicia– y decir que la víctima se había confundido y el otro para reiterar su inocencia y que, si no, lo “cuelguen”. La mitad de los acusados están en prisión preventiva. Uno de los que están libres ha hecho el signo de victoria esta mañana cuando entraba en la Audiencia de Barcelona y las cámaras lo captaban.

Uno de los acusados haciendo el signo de victoria cuando entraba en la Audiencia de Barcelona.

Mantenerlos en mente

Una de las preguntas que levantaron polvareda en el interrogatorio del fiscal fue cuando preguntó a la víctima si había intentado escaparse. En su última intervención, el fiscal ha mencionado la respuesta de la chica, que entonces tenía 18 años, para argumentar que si no huyó fue porque no podía: “No solo porque tenía un hombre encima, sino porque fuera, en la sala, había otros individuos”. Los abogados de los acusados cuestionan que la víctima pudiera identificar a los hombres si era oscuro cuando sufrió las violaciones y la nave tenía poca luz, pero el fiscal ha recordado que la chica, antes de salir de ahí, hizo un esfuerzo para “fijarse en el lugar y las personas” para mantenerlos en mente, como ella declaró.

“Son cooperadores necesarios porque crearon un clima de intimidación”, ha asegurado. También ha recuperado la primera frase que dijo la víctima cuando uno de los acusados la sacó de la nave y ella pidió auxilio a los ocupantes de un coche: “Me han violado cinco moros”. Unas palabras corroboradas por los ocupantes del vehículo, que identificaron al acusado. El fiscal ha valorado que la chica tenía la sensación “de que había sido violada por todos” y que por eso de entrada dijo cinco y no tres. Ha justificado así las dudas que tenía de quién realmente la había agredido sexualmente.

El juicio ha acabado y ahora el tribunal tendrá que dictar sentencia. Sobre el interrogatorio a la víctima, la fiscal delegada de violencia contra la mujer, Pilar Martín Nájera, ha admitido que se hizo "sin ningún tipo de sensibilidad ni empatía", cosa que, a su entender, "no se tiene que producir nunca”. En cambio, el abogado de la víctima, Jorge Albertini, lo ha calificado de trabajo "impecable" para demostrar los hechos.

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