A menudo maltratado de la dieta catalana, el desayuno potente y de tenedor está cogiendo adeptos. En este contexto, el gremio ciclista ha hecho bandera por varios motivos: unos puramente nutritivos, ya que van bien para coger fuerzas después de un esfuerzo grande, y otros –y quizás los más importantes– también de comunidad, puesto que es el momento de encontrarse en círculo en la mesa y hablar de la ruta y el anecdotario del día.
En este sentido, Catalunya está llena de locales que ofrecen desayunos de tenedor que los ciclistas están colonizando cada fin de semana. De Cal Pep, en el barrio de Gràcia, a Cal Ramonet, en Santa Maria de Miralles. De los Tremols o en Fogàs de Tordera. Las opciones se cuentan por cientos y están repartidas por todo el territorio.
De hecho, hay una web que ha recogido donde hacer los mejores desayunos en Catalunya, esmorzarsdeforquilla.net , impulsada por el periodista Albert Molins y que hoy en día supera los 600 establecimientos en todo el país que permiten desayunar entablado y coger energía de sobres para pasar el resto de jornada.