Como nos conocimos

"Nos enamoramos porque nuestro amor nacía de la libertad"

Lídia Manot, divulgadora en @openmandarina

2 min
Lídia Manot

Lídia Manot salía de dos relaciones largas cuando se dio cuenta de que la monogamia no era para ella. “Fue un proceso personal muy duro decidir que para mí era muy importante relacionarme de otro modo, vibrar cómo soy yo y cómo entiendo el amor”, explica. Fue entonces cuando empezó a explorar la no monogamia ética, que incluye formatos de relaciones distintas acordadas entre dos o más personas y que toman formas como el poliamor, el intercambio de parejas o los matrimonios abiertos. "Estaba soltera y empecé a conocer gente y a moverme en círculos más liberales", explica Manot.

Así fue como conoció a Luis. “Fue curioso porque fuimos a clubes swingers juntos y empezamos a interactuar sexualmente y cuando llevábamos unas cuantas citas nos dimos cuenta de que conectábamos también emocionalmente. Evidenciamos que queríamos crear un vínculo abierto que también fuera sólido: ambos estábamos abiertos a vincularnos sexual o afectivamente con otras personas, hablamos sobre lo que necesitábamos para sentirnos seguros y tranquilos y creamos unos acuerdos”.

Desde entonces, dice, todo fue fluyendo. “Al poco tiempo fuimos a vivir juntos. Teníamos un poco de miedo porque estábamos creando un vínculo entre nosotros y al mismo tiempo con otras personas y no sabíamos qué pasaría, pero la primera sensación que recuerdo fue la de un amor muy profundo, porque sentíamos que por primera vez en la vida alguien nos amaba por ser nosotros mismos. Allí nos enamoramos, y el amor nacía de la libertad total de ser quien éramos”.

Como cualquier pareja, dice Manot, con Luis han pasado por todo tipo de situaciones familiares y económicas, pero a lo largo del camino han tenido "la tranquilidad de poder acompañarse y construir juntos" las soluciones. “Cuando empecé con las no monogamias no sabía muy bien lo que quería o lo que era importante para mí, y con Luis siempre he tenido la posibilidad de ir creciendo y descubrir qué quiero, hemos podido hablar y retocar acuerdos. Yo nunca había tenido esta posibilidad de poner nuevas necesidades sobre la mesa, las relaciones normalmente son muy rígidas, y parece que así cómo te has conocido es cómo debes seguir el resto de tu vida”, reflexiona la ilustradora y divulgadora .

Ahora, por ejemplo, se han encontrado que necesitan dejar de convivir y están reformulando sus acuerdos. Que las relaciones puedan transformarse sin necesidad de romperse le parece vital. "Para mí el amor en realidad es muy sencillo, pero es difícil llegar: que tú puedas ser 100% tú y que yo pueda ser 100% yo", concluye.

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