Feministas televisivas (5)

Michaela Coel, el azote televisivo contra las agresiones sexuales

La guionista y actriz rechazó un millón de euros de Netflix para mantener su independencia creativa, que le ha permitido hacer uno de los retratos recientes más penetrantes sobre el consentimiento sexual

Valentina Neira
3 min
La actriz Michaela Coel a la alfombra roja de los Bafta 2021

Michaela Coel ha hecho de sus vivencias personales una forma de arte que invita a la reflexión y la introspección. Su segunda serie, Podría destruirte, de la que llegó a escribir 191 borradores, recoge su propio caso de violación a través de la historia de Arabella, una joven escritora que es un alter ego de Coel. En la ficción de HBO, Arabella, presionada por la fecha tope de entrega de un nuevo libro, es violada y drogada durante una noche de fiesta. Sin pasar por el victimismo, Podría destruirte muestra la realidad psicológica después de una agresión sexual, aborda el consentimiento y debate sobre las relaciones de los millennials en la era de Tinder.

La guionista y actriz no solo ha hablado de su historia a través de la ficción, también lo hizo durante el discurso que pronunció en el festival televisivo de Edimburgo en 2018, una intervención –la primera en cuarenta años de festival hecha por una mujer joven y negra– que la convirtió en un emblema del feminismo actual y del #MeToo. 

Para Coel, el poder está en cómo se explican las historias. “No tengo objetivos que estén relacionados con el poder o el dinero, mi foco está en las historias” declaró Coel en una entrevista en Bogo. El ejemplo de esta voluntad no tan lucrativa y más artística es el paso firme con el que ha entrado en la industria audiovisual. Rompió con Channel 4, la cadena que emitió su primera serie, Chewing gum, porque no dejaban que la tercera temporada fuera como ella quería. Es una actitud que ha mantenido posteriormente: en 2017 rechazó el millón de dólares que le ofrecía Netflix para producir Podría destruirte. A cambio, sin embargo, tenía que ceder sus derechos de autor y Coel se negó. La artista cerró la puerta a Netflix y consiguió convencer a HBO y a la BBC, que, además, le dieron libertad creativa absoluta para producir la serie. 

Del 'bullying' a la reputación internacional

Las historias de Coel se nutren de sus experiencias personales. Nacida en Londres en 1987 de padres ghaneses, se crio en un piso de protección oficial de la City, el distrito financiero de la capital británica. La de Coel era una de las cuatro familias negras que vivían ahí. Fue su madre quien, quizás sin saberlo, encendió el chispazo de la interpretación en Coel cuando la inscribió en un curso de teatro juvenil. No lo hizo tanto porque fuera una actividad creativa como porque los hijos de familias con problemas económicos podían participar gratuitamente y aquello era más barato que pagar una canguro mientras ella trabajaba.

Coel, una artista multidisciplinaria que también se ha aventurado en el mundo de la poesía, se formó en una escuela secundaria femenina donde el bullying era una constante y buscó respuesta a sus preguntas vitales en la Biblia y el evangelismo, fe que abandonó porque estaba en contra de la posición de la Iglesia respecto a la homosexualidad. Empezó y abandonó la universidad en dos ocasiones y acabó estudiando arte dramático en el Guildhall School of Music and Drama, cerca de la casa donde se crio. Fue la primera mujer negra que la escuela aceptaba en cinco años.

Sus series están construidas sobre una honestidad brutal. "Como con cualquier otra experiencia traumática, ha sido terapéutico escribir [sobre mi violación], cambiar la narrativa de manera activa, convertirla en una narración de esperanza e incluso de humor y compartirla con vosotros como parte de una ficción televisiva. Lo único que puedo hacer es ser transparente sobre mis experiencias porque la transparencia ayuda", aseguraba durante su intervención en Edimburgo. Con sus trabajos, Coel ha reivindicado la libertad sexual y ha plasmado los dilemas y tabúes del consentimiento sexual, el conflicto entre clases sociales y la discriminación racial. Ha señalado las dinámicas sociales que convierten en misfits (incomprendidos) a aquellos que salen de la norma. En palabras de la actriz: “El término inadaptado asume ideas dobles; un inadaptado es alguien que mira la vida de forma diferente. A muchos se les hacen inadaptados porque la vida les mira de forma diferente a ellos”. De hecho, su trabajo continúa resiguiendo esta línea, puesto que en septiembre de 2021 sacará su primer libro, Inadaptados: manifiesto personal. Conoce el calificativo porque fue la gran incomprendida de los Globos de Oro, puesto que, a pesar del extraordinario recibimiento de Podría destruirte, no obtuvo ninguna nominación. La revancha ha llegado con los Emmy: está nominada a mejor actriz, mejor directora y mejor guionista de miniserie.

Con un total dominio de su obra creativa, Coel está decidida a pedir el lugar que le corresponde. "Quiero intentar ser la mejor versión de mí misma, ser transparente y tener un papel importante en arreglar las cosas que no funcionan. ¿Qué papel? El de protagonista", ha asegurado Coel. De momento, ya ha conseguido un nuevo hito en su misión para reivindicar el espacio que se merece la comunidad negra en el mundo audiovisual: será la protagonista de la secuela de Black Panther de Marvel.

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