Marcel Camp: “El 'parkour' es libertad, porque para practicarlo solo necesitas tu propio cuerpo”
Aficionado al 'parkour'
TerrassaEn la parte exterior del Club Gimnàstic Terrassa hay un terreno con ruedas de tractor y de camión fijadas en el suelo con hormigón y, en el centro, una estructura de hierros que no es fácil interpretar para qué sirve exactamente. Lo ha construido con mucha paciencia Marcel Camp, un joven de 20 años, estudiante de psicología, que hace unos años empezó a practicar parkour y que ahora intenta convertir esta afición en algo más que un hobby. "Soy de tomar la iniciativa y de hacérmelo todo bastante yo", asegura. La imagen que viene a la cabeza cuando se habla de parkour es la de unos jóvenes trepando por las calles de una gran ciudad o rodando por el suelo después de caer desde muy arriba, pero en los últimos años esta disciplina también ha organizado competiciones indoor. Marcel lo toca un poco todo: reconoce que lo que más le gusta es el parkour urbano, pero también ganó la medalla de bronce en el último Campeonato de España, que se hizo en Pamplona, y, a la vez, ha construido en las instalaciones del Gimnàstic Terrassa este circuito donde durante el verano se ha celebrado un campus exclusivo de parkour. "Hace unos años buscábamos con los amigos algo que pudiéramos hacer todos juntos y empezamos con el parkour. Lo que más me gustó fue la sensación de libertad, porque para practicarlo no necesitas nada, solo tu propio cuerpo. Cuando lo descubrimos fue como una explosión".
De aquellas primeras salidas por la ciudad, Marcel ha pasado a un entrenamiento mucho más metódico –"lo practico cinco días a la semana, se podría decir que hago parkour de alto rendimiento", precisa– y tiene un equipo propio llamado Optim. Para mejorar la técnica, incluso utilizan algunos aparatos de gimnasia artística: "Hay una modalidad del parkour, el freestyle, en la que se hacen muchas acrobacias, a pesar de que el objetivo primario del parkour es desplazarte de un punto A a un punto B de la manera más eficiente y rápida posible. También tiene un punto creativo, porque una buena idea sobre cómo hacer un salto te puede dar una ventaja gigante". La evolución de los últimos años es clara: cuando empezaron, él y sus amigos lo tuvieron que aprender imitando vídeos de YouTube e intercambiándose trucos, pero ahora Marcel ya dispone de un título de entrenador de parkour, que entrega la Federación Española de Gimnasia, y tiene sus propios alumnos.
En los últimos tiempos se ha hablado mucho la posibilidad de que el parkour se convierta en deporte olímpico, como ya ha pasado con otras disciplinas típicamente urbanas como el skate o el baloncesto 3x3, que debutaron en Tokyo el 2021. En el caso del parkour, que nació en Francia y que ahora también tiene un gran seguimiento en otros países, como por ejemplo Inglaterra, el dilema que se abre es si se tienen que mantener los orígenes de disciplina no competitiva o si vale la pena volcarse en los acontecimientos y, sobre todo, en este horizonte olímpico: "Yo el parkour lo practico para mí, no para ser mejor que nadie, pero tampoco quiero descartar la competición. Si alguien se tiene que aprovechar del boom que puede tener el parkour, que sea la gente que se dedica desde siempre y no gente que no tiene nada que ver con él". De hecho, si a Marcel ha creado un circuito específico de parkour es porque esta disciplina pueda llegar a más gente, incluso niños, "en un espacio totalmente seguro": "Una cosa importante es que tú no te tienes que adaptar al parkour, el parkour se adapta a ti. Puedes simplemente enlazar movimientos o hacer cosas mucho más complicadas. Con un mínimo de preparación física, lo puede practicar cualquiera".