El secreto para tener buen sexo a los 77 años

El psicólogo y escritor Jaume Funes y Mari Carmen llevan toda una vida juntos. Se conocieron con 17 y 21 años y se casaron con 21 y 26, en 1973, "la misma semana que Carrero Blanco voló por los aires", recuerda Jaume. Los casó Juan Garcia Nieto, "un cura jesuita y obrero referente de la lucha social en Cornellà", con quien tanto Jaume como Mari Carmen colaboraban en actividades más o menos clandestinas desde que eran adolescentes, ya través del cual se conocieron. "Entonces no teníamos adolescencia, estudiábamos y trabajábamos. Éramos hijos de familias obreras y ambos heredamos el deseo de saber más y conocer más", explica el psicólogo.

El conocimiento y el compromiso social, dice, son dos pilares que los han mantenido unidos más de cincuenta años. "Toda nuestra vida ha tenido un componente de solidaridad permanente que se ha ido consolidando en la idea de que nosotros no podríamos vivir sin ser útiles a otras vidas, y que también somos lo que otras vidas han hecho de nosotros". "También nos une cierta visión poética y creativa de la vida, ella es una gran lectora, y yo cuando me desespero de tanto hablar me dedico a pintar".

Para Jaume, un amor feliz es aquel en el que "obtienes un placer mutuo de la vida compartida". Para la pareja, compromiso social aparte, esto también significa "saber que los hijos y los nietos están bien, ir a mirar el mar o andar por la montaña, y hacer el amor con paz y tranquilidad". El psicólogo y escritor no tiene ningún problema en explicar cómo es la sexualidad a los 77 años. "La sexualidad no es una cuestión de edad, sino de aprendizaje. Cuando llegas a una determinada edad creo que se tiende con demasiada facilidad a pensar que la sexualidad es algo sobrante. Muchas mujeres que han vivido con una sexualidad insatisfactoria y que no han podido tener una historia de aprendizaje de la felicidad de la sexualidad lo viven como una liberación. llegas a una determinada edad no sientes que tengas que renunciar a una fuente de felicidad y placer", reflexiona. A sus 77 años, eso sí, todo va más despacio. "Tienes que asumir que te haces mayor y que debes seguir aprendiendo qué es lo que ahora te hace felices a ambos".

Jaume celebra que las arrugas que les han salido a ambos son, en definitiva, "la memoria de todas las emociones, experiencias y placeres" que han vivido juntos todos estos años.