Asesinado a golpe de garrote hace cinco mil años: la historia del hombre de Vittrup
Investigadores de la Universidad de Gotemburgo han descubierto qué se esconde detrás de los restos que se encontraron en 1915
Nació en la península Escandinava, cerca del círculo ártico, aunque sus huesos se descubrieron en el fondo de un pantano de Dinamarca. Era un cazador recolector del neolítico, pero cuando tenía unos 18 años, empezó a vivir en una sociedad agrícola a más de mil kilómetros de su casa. Investigadores de la Universidad de Gotemburgo han descubierto qué se esconde detrás de la historia del hombre de Vittrup, una incógnita arqueológica desde que se encontraron los restos en 1915. Pero lo más interesante no es su vida, sino su muerte: 8 golpes de garrote en el cráneo habrían matado a este individuo. ¿La hipótesis principal? Un sacrificio violento en forma de ritual.
El hombre de Vittrup fue un extranjero en la sociedad danesa donde murió, aunque los investigadores desconocen el porqué. Podría haber sido un inmigrante o un comerciante de sílex integrado entre los agricultores de Jutlandia y Suecia. O podría haber sido un prisionero obligado a trabajar como esclavo. Lo que demuestra que era un forastero y lo que hizo saltar las alarmas de los investigadores fue su cráneo, sobre todo, y su descendencia genética: ambos distintos a los individuos de la Dinamarca neolítica. Este hallazgo, pues, podría aportar nuevas dimensiones a un debate milenario sobre la historia de la población del norte de Europa.
Los restos del fondo de un pantano
En 1915, cortando turba, se descubrieron los restos del hombre de Vittrup en el fondo de un pantano de la Jutlandia septentrional. El tobillo derecho, una parte de la tibia, un cráneo fragmentado y la mandíbula forman el esqueleto que se conserva del individuo. Estos restos humanos de entre el 3100 y el 3300 aC iban acompañados de un garrote de madera, un vaso de cerámica y huesos bovinos.
En cuanto al resto del cuerpo, puede que los fragmentos flotaran por separado al descomponerse o que se perdieran durante la excavación de turba. El estudio deja claro que fueron ocho los impactos que fragmentaron el cráneo y provocaron su muerte cuando tenía entre 30 y 40 años. Los golpes se dieron con una fuerza contundente, según los investigadores, y con un objeto de material resistente que podría ser muy bien el garrote descubierto junto con los restos humanos. En cuanto al sacrificio, el estudio recalca que no está relacionado con el estatus social, y que en aquella época era común sacrificar humanos de forma violenta y abandonar los cuerpos en los pantanos.
Era un hombre de mar
De pequeño se dedicaba a la pesca y vivía en una zona fría y costera, probablemente en Noruega. Según los estudios genéticos del informe publicado en la revista Plos One, compartía descendencia con cazadores recolectores escandinavos. A esto se dedicaba también durante sus primeros años de vida. El esmalte de los dientes y el colágeno de los huesos es lo que demuestra que empezó comiendo alimentos del mar (focas, ballenas, pescados) y más tarde también agrícolas (ovejas, cabras). ¿A qué se debe ese cambio? Los expertos creen que cuando el hombre de Vittrup era un chico de 18 años empezó a vivir en una sociedad agraria danesa a decenas de kilómetros de su sitio natal.
Aunque los restos se descubrieron hace más de 100 años, no fue hasta el 2014 que el hombre de Vittrup se incorporó a un mayor proyecto de investigación del mesolítico y el neolítico. Fue en ese momento cuando se descubrió que el perfil genético era diferente al de sus compañeros locales contemporáneos y empezó la investigación que ha dado fruto al estudio actual. El esqueleto fue seleccionado por análisis transdisciplinares para revelar la historia de su vida en términos de "perspectiva histórica de la población". Se puede ver hoy en día en el Museo Histórico de Vendsyssel, en Dinamarca.