Bar la Plata: pescadito frito, vermut y tradición
Hay gente que en agosto es muy feliz porque tiene vacaciones. Nada que objetar. Quienes acostumbramos a trabajar durante este mes en que la ciudad de Barcelona se vacía os vamos despidiendo a todos, deseándoles un buen descanso, y después con alegría os vamos dando la bienvenida cuando se reincorpora o, como en el caso que nos ocupa hoy, cuando vuelve a levantar la persiana. El bar La Plata ya vuelve a estar entre nosotros, y esto es motivo de celebración. El otro motivo para estar contentos es que en La Plata no tienen necesidad de presentar novedades, ni reinventarse, ni apuntarse a ninguna moda ni mucho menos salir de la zona de confort. Vuelve cómo nos gusta: como siempre.
Encontrará el menú habitual: el platillo de pescadito frito, pincho de butifarra, ensalada de tomate, cebolla y aceitunas arbequinas o sus anchoas. Todo a precios populares, por supuesto. La combinación ganadora en este local de baldosas preciosas, refugio de la gente del Barrio Gótico de Barcelona (calle de la Mercè, 24) que siempre rodean la barra de esta maravillosa esquina. Tienen su vermut, las botas para servir el vino a raudales, porrón para quien se atreve y las fotografías que rellenan las paredes de las caras que han ido haciendo parada en este lugar genuino que nos encanta y del que nunca nos cansaremos. Tipos de novedades y de un barrio que ha perdido demasiados referentes, estamos reconfortados por este bar que debería tener la categoría de patrimonio cultural. Por muchos años de un bar La Plata en los que no necesite cambiar ni una migaja.