Ni un día en casa

Casa Parera: historia y gastronomía mataronina

Una cocina sencilla con toques de calidad muy bien interpretada

3 min
El equipo en la sala del restaurante.
  • Dirección: calle Nou, 20 (Mataró)
  • Carta: cocina de proximidad muy bien ejecutada
  • Vino: carta variada con buenas referencias
  • Servicio: profesional
  • Local: edificio modernista para curiosear mientras comes
  • Precio final por persona: 50 €

En 1894 el empresario textil Miquel Parera i Partegàs encargó la reforma de su casa al arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch. Cien treinta años más tarde Anna Carbonell y Agustí Gómez dirigen un restaurante que dignifica el edificio que los acoge. Anna y Agus empezaron su relación personal como socios gastronómicos alrededor y probando juntos las mejores cocinas de nuestro país. Ahora son pareja y han formado a una familia.

Estamos en la calle Nou de Mataró, donde Robert Lechuga, chef ejecutivo, y Agustí Gómez, padre de Agus y jefe de sala, interpretan a la perfección una propuesta de cocina mediterránea de calidad con productos de la tierra y de temporada. Un pan redondo hecho en Josper, con mantequilla ahumada y acompañado del aceite virgen de oliva deEl Platero de Oro es la bienvenida ideal de una propuesta gastronómica que te incentiva a compartir los platos. Empezamos con una ensalada rusa con lubina confitada y unas croquetas de gamba que nos entusiasman. La torta de sardina braseada con níscalos escabechados y la stracciatella con berenjena, avellana garrapiñada y tomates encurtidos muestran una cocina sencilla con toques de calidad muy bien interpretada. Para este almuerzo nos hacemos acompañar de una botella de Aire de Blunt, un vino tinto elegante y contundente que nace en la falda del Collbaix, a poniente del Pla de Bages.

Dejamos para el final el calamar con papada; los sonsos con huevos fritos y sobrasada ibérica; y los macarrones de presa ibérica de Los Santos, la empresa de productos ibéricos del Agus. Platos que dan la contundencia justa a una comida espléndida en la que fluyen los conocimientos de Robert en la cocina y la profesionalidad de Agustí en la sala. Los postres dulces son de la pastelería Uñó, familia de Anna Carbonell y referencia a Mataró desde el año 1967. Anna, Agus, Robert y Agustí han conseguido encontrar la armonía perfecta entre la belleza del edificio, la propuesta gastronómica y su escenificación.

Nos sentamos con Agus para hablar de gastronomía, de arquitectura y de familia. "Buscábamos un local relevante, pero no contaban con que podríamos ubicar nuestro negocio en un edificio tan singular y tan cerca de la pastelería de la familia de Anna. Su tío es el maestro chocolatero Claudi Uñó", de esta manera iniciamos una conversación en torno a un gintónic y en un emplazamiento único. "Teníamos claro que queríamos una cocina mediterránea con guiños a otros lugares. Hemos recuperado un lugar para comer bien y hacer una larga sobremesa. Anna y yo marcamos las directrices para que los profesionales las salgan adelante. Estamos muy contentos", de esta forma resume el ideario de un restaurante familiar de largo recorrido.

Nos gusta que las servilletas sean de ropa, pero al mismo tiempo nos llama la atención que tengan el nombre de Casa Parera bordado. "Creemos en la integración social y profesional de las personas con discapacidades intelectuales y colaboramos con la Fundación Maresme para minimizar las dificultades que tienen para formar parte del mundo laboral. Ellos se encargan de que siempre estén bien limpios y planchados", nos explica Agus con convicción y orgullo. Compromiso social, sostenibilidad e integración es el perfecto colofón a una cocina sencilla, muy bien tratada y con una profesionalidad difícil de superar.

Recuerda que la mejor opción para disfrutar de esta propuesta gastronómica son los servicios de Renfe Cercanías

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