"Deja de comprar comida en un supermercado y de pedir a domicilio"

La dietista nutricionista Virginia Gómez relata que el primer paso para comer bien es eliminar los alimentos procesados ​​de la dieta (pizzas, comida preparada, bollería industrial). “Deja de comprar comida en un supermercado y pedirlas a domicilio”, afirma y aconseja en el libro Dietista enfurecida. Clavas sobre alimentación para que no te dejes engañar (Zenith).

Ahora bien, sabe que este consejo le rebaten porque la gente le comenta que no tiene tiempo para cocinar. “Yo les respondo: ¿cuánto tiempo se tarda en abrir un bote de legumbres? 20 segundos a lo sumo”, dice. Y con las legumbres, los platos que pueden elaborarse serán sencillos y poco costosos en tiempo. "Claro que entiendo que me dicen que cocinar va ligado con horas, pero entonces la organización es la clave", dice Gómez, que en el libro dedica un capítulo entero a explicar cómo dedicar una parte del día a cocinar, y luego distribuirla lo en raciones para congelarlas. “Me sumo a la tendencia del batch cooking, porque ciertamente es efectivo, y la inversión en tiempo se recupera porque podemos comer bien durante muchos días”, dice.

Y si aún así la discusión continúa, la dietista nutricionista argumenta que cocinar para uno mismo es cuidarse, y precisamente eso debería hacer entender que todo el resto de conceptos aconsejados (organizarse, buscar fórmulas poco costosas de tiempo) son preciados. "Los pacientes me han llegado a decir que necesitarían un cocinero personal para no tener problemas con la alimentación, pero yo ni siquiera estoy de acuerdo con esta idea", afirma.

En esta lucha, dialéctica, la dietista nutricionista señala que la ultradisponibilidad de los alimentos procesados ​​y la comida a domicilio lo hacen muy difícil. “Si no tenemos nada cocinado en el congelador, si no nos hemos organizado para comprar comida de verdad, tenemos una oferta muy grande, porque la disponibilidad es inmediata y en todo momento”, dice. "Sé que es una tentación, porque estamos rodeados, pero por eso debemos tener muy claros los conceptos", añade.

En la práctica, Virginia Gómez propone menús, con la lista de la compra incluida para las comidas y las cenas, y sobre todo remarca el hecho de no buscar excusas. “A veces compramos pensando que debemos tener en la despensa comida de más, sobre todo dulces, por si nos viene gente a casa”, dice, y añade: “Y entonces acaba pasando que lo que hay de más en la despensa nos lo acabamos comiendo nosotros”. Por tanto, “dejamos de tener despensa como si fuera el cuento de Hansel y Gretel, y si realmente algún día alguien viene a casa, ya saldremos a comprar”, concluye.

¿Qué debe haber en la despensa?

Algunas propuestas, según escribe la dietista nutricionista Virginia Gómez en el libro que acaba de publicar

• Verduras congeladas: setas, alcachofas, ajos tiernos y espárragos. Van bien para comerlos revueltos o utilizarlos como ración de verduras, y en 5 minutos están listos.
• Verduras en conserva: pimientos, alcachofas, espárragos. Abrir una lata o un bote nos dará un acompañamiento o incluso una cena completa.
• Frutas: aunque las comemos frescas, podemos congelarlas, como los frutos del bosque. Y hablando de congelar, el hummus de garbanzos también se puede congelar, al igual que cualquier otro paté vegetal.
• Conservas de pescado, preferiblemente de pescado pequeño (sardinas o caballa).
• Legumbres de bote
• Infusiones, café, chocolate (entre un 85% y un 99% de cacao), leche o bebidas vegetales.
• Aceite de oliva virgen extra, vinagres, especias, hierbas.
• Frutos secos, crudos o tostados, y semillas.