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Un Gran Rupestre que tiene gran elegancia es una aventura matrimonial extraordinaria
Este cava tradicional está hecho por las sabias manos de una familia emprendedora que cumple un sueño
- Variedad: xarel·lo, macabeo y parellada
- DO: Cava
- Añada: 2017
- Productor: Cava Jovani
- Para tomar sol escuchando Carros de fuego y leyendo La fabricanta , de Dolors Monserdà.
Conocí el cava Gran Rupestre, que me encantó, porque me lo dejó probar Pere Campos, el presidente decano de la Asociación Catalana de Enólogos y Colegio de Enólogos y Enólogas de Cataluña Él es quien lo " fa", y le llevó, un día, al Cata vertical, el programa de vinos que hacemos en Catalunya Ràdio. Es un coupage tradicional: xarel·lo y macabeo, principalmente, y algo de parellada. Como la añada que tenemos en la copa es la 2017, encontraremos la frescura que siempre estamos buscando, pero también la elegancia máxima, la cremosidad de estos años. Si prueba otras cavas de la bodega, con más juventud, encontrará manzana verde. Pero en éste la manzana estará en el horno, con todo lo que lleva la manzana al horno: el caramelo, que le aporta el envejecimiento, quizá avellana... Es un gran cava, y hace años que tiene notas soberbias en La guía de vinos de Cataluña. Este año, un 9,48.
Robert Jovani Mor y Montserrat Herrero Sendra forman uno de esos matrimonios que tanto me admiran, como me admira el personaje femenino de La fabricante. Un equipo de dos que siempre, siempre, está haciendo cosas e iniciando proyectos. Los hijos, los cuatro hijos, se les quieren de una manera que estremece. El padre es del Poble-sec; la madre, de Sants. Tuvieron a los dos primeros hijos y él, el padre, enfermó. Entonces, por prescripción médica, se trasladaron al pueblo de los abuelos, Sant Mateu del Maestrat, y allí es donde nacieron los otros dos hijos, uno de ellos Ramón. A su padre le llamaban "el quesero de un día", porque allí montó una quesería sin tener ninguna idea de hacer queso. Entonces la única escuela para aprender el oficio estaba en Santander. El matrimonio se fue y el hombre dijo a los maestros: "Quiero aprender a hacer queso, pero en un día, porque tengo que volver a casa".
Y he aquí (tenemos que decir "he aquí", explicando esta historia extraordinaria) que los dos hermanos mayores fueron a estudiar a Barcelona, a los abuelos. El resto de la familia les iba a ver los fines de semana. Pero vivir separados les hacía añorar, y entonces los padres decidieron marcharse a Barcelona y "montar algo". Empezaron en la calle Galileo en un almacén, haciendo mesitas de sofá (eso que se llamaba "de centro") y mesitas de noche. Las decoraban y papá, con una Vespa, se las llevaba a vender. Luego tuvieron una carnicería. "Mis padres han tenido más de ochenta negocios", recuerda Robert.
Mientras tanto, encontraron una bodega en el Penedès y, con un socio, empezaron a restaurarla. compró. El socio lo dejó, pero el padre se quedó en González Byass de gerente. matronas que era buenísimo.
En González Byass, con él de gerente, se hizo uno de los primeros cavas de la empresa. Lo que hoy en día, si no me equivoco, es el Castillo de Vilarnau. Pero ya decimos que nuestro hombre no paraba quieto y creó Robert J. Mur. , que, para situaros, pasaron por muchas manos y hoy son un espacio de los admirados Recaredo. Enfermó, de nuevo, y vendió la empresa a Ruiz Mateos. Estuvo muchos años fuera de este mundo, que nunca puedes dejar del todo. En 1999 compró la pequeña bodega Verdie Romagosa, de Castellví de la Marca, y desde 2000 en adelante fueron haciendo una producción muy pequeña. En Navidad del 2006, tres de los cuatro hijos, la hermana mayor y los dos chicos pequeños, se pusieron a ayudar a sus padres, y en enero del 2007 decidieron dejar sus trabajos asalariados, hacerse autónomos y continuar con el negocio . En la caja de los cavas de la familia está escrito: "La pasión de un padre, el sueño de los hermanos Jovani". Y de ahí comienza la aventura.
Se llama Gran Rupestre porque el padre es aficionado al arte y tiene una colección de pinturas rupestres del pintor valenciano Juan Bautista Porcar. Disfruta de la aventura, que se trata de un espumoso inolvidable, hecho por manos sabias.
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